El magistrado Guillermo Ruiz de Polanco rechaza la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal

El magistrado de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz de Polanco afirmó ayer en referencia a la propuesta realizada por el Gobierno de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que dará al fiscal la dirección de la investigación en el proceso penal, que “las cosas están bien como están. Tenemos un sistema del siglo XIX que funciona perfectamente, no entiendo por qué hay que cambiarlo y convertirnos en Francia o Italia, donde tienen esa tradición, que aquí no existe. El juez es garante de los derechos constitucionales y no es que los jueces nos fiemos o no de los fiscales, es que lo que está bien no hay que tocarlo”.

El magistrado realizó estas declaraciones durante el transcurso del seminario “VI Curso internacional sobre terrorismo yihadista: Elementos para una estrategia nacional de lucha contra el terrorismo”, que organiza el Centro Olavide en Carmona en colaboración con el Instituto Español de Estudios Estratégicos (Ministerio de Defensa), la embajada de los Estados Unidos en España, el Grupo de Estudios sobre Política y Seguridad Internacional (Gesyp) y la Diputación de Sevilla. En dicho curso, ha impartido la conferencia ‘La adaptación de la legislación penal a la lucha contra el terrorismo yihadista’.

Con respecto a las similitudes entre su caso y el del juez Garzón (ambos fueron suspendidos de sus funciones en la Audiencia Nacional), asegura que son mínimas. Aunque piensa que no existe una persecución general contra los jueces ‘estrella’ de la Audiencia Nacional, reconoce que ambos han sufrido persecuciones muy graves. Además, “un compañero al que tengo mucho aprecio, Juan de Olmo, que lleva todo el tema de Atocha, sufrió una barbaridad porque los insultos que recibió por parte de un sector de la prensa no fueron corregidos por el Consejo del Poder Judicial y te ves solo cuando tomas decisiones importantes”.

A raíz de este tema, Ruiz de Polanco declaró que “sufrimos la injusticia y la mentira por parte de la prensa y las instituciones. Lo he soportado estoicamente, el señor Garzón me imagino que también, y se defenderá como pueda. Yo me defendí como pude y volví a la Audiencia Nacional porque a mí no me echa nadie de ninguna parte. El día que me quiera ir yo me iré, pero con mentiras no se me echa de ninguna parte. Volví como otros compañeros para demostrar que no somos unos infumables, sino gente decente y trabajadora, que trabajamos para el ciudadano y para nadie más”.

En relación a si la legislación penal española está preparada para hacer frente a la lucha contra el terrorismo yihadista, el magistrado aseguró  que con la última reforma del Código Penal que entró en vigor en diciembre del año pasado, la legislación penal cubre lo suficientemente este tipo de hechos delictivos, por lo que no cree necesario un endurecimiento de las penas, puesto que actualmente son muy graves. Además, piensa que el Ministerio del Interior posee recursos suficientes para luchar contra el terrorismo yihadista, dada la experiencia adquirida por la Policía a lo largo de estos años, junto a los medios y recursos disponibles en la actualidad.

Por último, con respecto a la llegada de Bildu a las instituciones, asegura que no entiende el nacionalismo, “intelectualmente me es una cosa ajena y extraña. No sólo no lo entiendo sino que no quiero entenderlo, no me interesa. Sin embargo, Bildu está votado por mucha gente, ése es el problema, que hay 300.000 españoles que lo han votado. Aparte de todo lo que está pasando y de las críticas que hay por haberlo permitido, que si el Tribunal Constitucional les ha dejado… no hay que olvidar que tienen mucha gente detrás, por lo que creo que España ha perdido la batalla contra los nacionalismos”, concluye.