El café científico

 ¿Por qué surgió el CNB?¿Cuáles eran los objetivos iniciales?

El CNB nació en el año 1992 con el fin de promover la investigación biotecnológica y en el campo de la biología molecular. La idea surgió conjunta de varios ministerios aunque fue el CSIC el que organizó todo desde el principio. El objetivo principal era enlazar la investigación básica que se estaba desarrollando con la aplicada. En un principio el número de biotecnólogos en el centro era reducido, pero gradualmente otros científicos que realizaban una ciencia de carácter básico se fueron introduciendo en la biotecnología.

Tras más de diez años, ¿Cuál es la situación actual?

Actualmente somos un centro de gran relevancia científica en España y hemos sido testigos de un gran avance tanto en el campo de la ciencia básica como en la aplicada. Durante los últimos cinco años hemos publicado más de 850 artículos en revistas de alto impacto, hemos solicitado más de 100 patentes y hemos creado una “incubadora” para muchas empresas biotecnológicas.

En el año 2005 apareció un nuevo plan en el CNB de apoyo a las empresas (PLAN CNB-10) que fomenta su creación, ¿durante cuánto tiempo se le da ese apoyo “incubadora” a estas empresas emergentes?

El Plan CNB-10 tiene que ver fundamentalmente con el apoyo a científicos jóvenes, a los que mediante el citado programa, y una vez que hayan sido escogidos, se les facilita espacio para que realicen su actividad investigadora, además de técnicos y aparataje científico. En 2005 se creó una incubadora de empresas, la mayor parte de ellas fruto del esfuerzo de los propios investigadores del CNB. El CNB ha sido muy exitoso en ese aspecto pues de científicos del CNB han nacido varias de las empresas biotecnológicas más importantes del panorama español, como por ejemplo Genetrix.

¿Cuál es la situación actual de las empresas en el CNB?

Con la creación del Parque Científico de Madrid (PCM), que tiene una de sus sedes en el campus de la Universidad Autónoma de Madrid, en la que se encuentra localizado el CNB. Como quiera que el CSIC es también patrono del PCM, creímos que no tenía sentido duplicar las instalaciones, así que estamos clausurando gradualmente nuestra incubadora.

Durante estas jornadas nos han comentado que el mayor problema de la ciencia en España es la falta de inversión por parte de la empresa privada en I D, ¿qué cree usted al respecto?¿colabora el CNB con algunas empresas?

Estoy totalmente de acuerdo con esa conclusión. La empresa en nuestro país en general y, hasta hace poco tiempo, no tenía entre sus prioridades invertir en investigación y en desarrollo, algo que nos diferencia del resto de países punteros. En cambio se puede decir que la situación de la ciencia española ha mejorado mucho en estos últimos años y que se han escalado muchos puestos para llegar a un nivel prominente en Europa. En cuanto a la colaboración del CNB con empresas, actualmente tenemos en marcha bastantes acuerdos con empresas, además de las “spin-off” que se han generado en nuestro centro.

Usted tiene una extensa y reconocida carrera investigadora que le ha llevado a ser nombrado Director del CNB en la actualidad, ¿cuáles considera que son las condiciones que caracterizan a un buen investigador?

Cada persona es diferente. Unas requieren de más esfuerzo, algunas tienen más talento o más suerte… pero lo que realmente necesita un buen investigador es que le guste su trabajo. La investigación es una vocación muy parecida al sacerdocio, y el investigador está continuamente pensando en los problemas relacionados con su investigación, y desde luego trabaja muchas más horas de las que están escritas en su contrato. Cuando algún investigador está haciendo un trabajo de cierto nivel, tiene la certeza de que alguien, en alguna parte del mundo, está haciendo algo parecido y llegando a similares conclusiones, lo que introduce una presión adicional en su trabajo.

También realizó parte de su formación en Reino Unido, ¿opina que salir al extranjero para obtener una buena formación es fundamental actualmente en España?

Aquellos fueron años muy buenos, de los que tengo grandes recuerdos, pero actualmente la ciencia en España tiene suficiente nivel como para no tener la obligación de salir al extranjero para desarrollar en plenitud la formación investigadora, tal como pasaba hace 15-20 años. Existen en España muy buenos centros, reconocidos internacionalmente, que permiten realizar buenos estudios doctorales y postdoctorales sin tener que cruzar nuestras fronteras. En cualquier caso, animo siempre a los jóvenes investigadores a que salgan de España, porque es una experiencia muy formativa, que abre mucho el pensamiento y ayuda a afrontar la vida desde otro punto de vista.

¿Entonces está usted a favor del dinamismo entre científicos de diferentes laboratorios para colaboraciones y proyectos conjuntos?

Absolutamente. Esa es una falta asociada a la ciencia española desde siempre, en parte porque no tenemos la historia ni las referencias científicas que han tenido otros países de nuestro entorno. Nuestra ciencia es de tradición monógama, y hasta hace poco tiempo la labor de un investigador español se desarrollaba siempre el mismo grupo y en el mismo lugar. Está situación está cambiando lentamente, pero debe hacerlo mucho más en el futuro.

Considerando la biotecnología como una ciencia emergente, ¿cómo ve su progreso en un futuro cercano?

Yo considero la biotecnología no como una ciencia, sino como una disciplina en el que conceptos biológicos fundamentales son desarrollados y aplicados a la vida diaria, y en el que el componente empresarial está fuertemente imbricado. Los biotecnólogos deber ser gente bien formada desde el punto de vista científico, pero también con grandes conocimientos sobre el funcionamiento de las empresas. Deben ser personas que conozcan muy bien los dos mundos, el de la investigación y el desarrollo y el mundo empresarial, un tipo de personas que a mi modo de ver faltan en España.

Entrevista por Laura Dolores Gallego Valle (I Jornadas de Orientación Profesional para Biotecnólogos, ¿Y después, qué?)