Cursos de Verano

Eva la Yerbabuena: “El flamenco son dos alas que me permiten volar en todos los sentidos”

La bailaora y coreógrafa ha adelantado que ‘Apariencias’, su nueva creación, verá la luz en febrero del año próximo

Eva María Garrido
Eva María Garrido se transforma sobre las tablas, donde surge la bailaora Eva la Yerbabuena

Un año lleva trabajando Eva la Yerbabuena en su próxima creación, aplicando “nuevos métodos de trabajo”, titulada ‘Apariencias’ y que verá la luz en febrero de 2016. La bailaora y coreógrafa hizo este anuncio coincidiendo con su participación en el curso de verano “El compás del tiempo del baile flamenco: historia, evolución y realidad”, que se ha inaugurado hoy y que se imparte hasta el viernes en la sede de la Universidad Pablo de Olavide de Carmona bajo la dirección de Ildefonso Vergara, investigador y periodista de la Cadena SER, e Inmaculada Bustos, filóloga y coordinadora cultural del International Studies Abroad (ISA). La Yerbabuena ha pronunciado la conferencia inaugural, titulada “El flamenco: ser, verdad y valor”.

El interés de Eva María Garrido por el baile flamenco surge en el momento que se da cuenta de que el flamenco “son dos alas que me permiten volar en todos los sentidos, sobre todo en un plano interior y no sólo artístico, que me permite liberarme de la timidez y ser lo más yo posible”, recuerda. Para la bailaora, el baile flamenco constituye “una forma de expresión, un medio de lenguaje, una forma de conocerse y una manera de mantener viva la historia”. Por eso –asegura- cuando se sube al escenario quiere transmitir “ser, verdad, valor y una parte de mí y de la cotidianidad que respiro”, al tiempo que afirma ser consciente de lo importante que son “las pequeñas cosas que no valoramos y que son las que nos mantienen humanamente vivos”.

Por eso, Eva María Garrido se transforma sobre las tablas, donde surge la bailaora Eva la Yerbabuena. “El público se sorprende mucho cuando me bajo del escenario; hay quien me dice: ‘nunca te hubiese reconocido”, confiesa. No obstante, persona y artista tienen en común “unos principios muy arraigados” que la ayudan a mantener en paralelo lo artístico y lo personal, “permitiéndonos conocernos la una a la otra y sentirnos realizadas en muchos aspectos”. Sobre todas las cosas, “que ambas tenemos una fe inmensa en la palabra amor”, explica.

Se rebela cuando se le pregunta por el estado actual del flamenco, y devuelve una batería de interrogantes para los que cada cual tendrá sus propias respuestas y argumentos. “¿Qué es auténtico y qué menos auténtico? ¿Confusión más que fusión? ¿Favoritismo o meritocracia? ¿Popularidad efímera o arte de culto? ¿No hay que parecer sino ser o hay que parecer y ser? ¿Qué tipo de intereses nos mueven? ¿Nos dejamos influir por las modas y las tendencias o creemos en nosotros mismos y liberamos nuestra conciencia?”. Para concluir con la madre de todas las dudas: “¿Quién tiene las verdaderas respuestas?”.

Mientras unos u otros responden con dogmatismo a estas cuestiones, Eva la Yerbabuena la baila “a la vida, al universo, y a todos los que hacen posible que mantengamos la motivación”. A sus dos grandes amores, que son sus hijas, y “desde el alma, a los que hacen imposible que reconozcamos la cultura como parte misma del ser humano y que lo único que tratan es que algo tan importante para un país quede tan solo en entretenimiento”, explica.

Con humildad, asegura que no ha llegado al máximo esplendor de su carrera artística. “Me faltará vida para ello, pero posiblemente vuelva en otra vida”, bromea. “Como me dijo aquel cubano: ‘Hay más tiempo que vida”. La Yerbabuena en estado puro.

Curso 2024/25