Cursos de Verano

«La sociedad debe actuar con contundencia ante cualquier discurso que legitime la violencia terrorista»

El profesor Manuel Ricardo Torres, que dirige el curso sobre terrorismo yihadista, advierte del riesgo que supone adoptar una “actitud complaciente” que lleve a pensar que “no existe espacio para la sorpresa”

“El terrorismo yihadista sigue siendo un enorme problema de seguridad”. Así de contundente se muestra el profesor Manuel Ricardo Torres Soriano, quien asegura que uno de los principales inhibidores de la amenaza pasa por “evitar el sentimiento de impunidad con la que algunos individuos y grupos llevan a cabo una actividad de radicalización”. Por este motivo, defiende que “la sociedad debe actuar con la suficiente contundencia ante cualquier tipo de discurso o comportamiento que legitime la violencia terrorista”, ya que eso termina evitando el desarrollo de procesos de radicalización que, una vez iniciados, “resulta muy difícil revertir”.

El doctor Torres Soriano, profesor del Departamento de Derecho Público del área de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Pablo de Olavide, ha hecho estas declaraciones en el marco del Curso Internacional sobre Terrorismo Yihadista que él mismo dirige y que esta mañana ha inaugurado su decimocuarta edición bajo el título ‘Potenciadores e inhibidores de la amenaza’ dentro de la programación de los XVII Cursos de Verano que la UPO celebra en su sede ‘Rosario Valpuesta’ de Carmona.

Cuestionado sobre la adopción de medidas necesarias para prevenir la radicalización, el director del seminario asegura que “hay que reconocer que los diferentes gobiernos y la sociedad en su conjunto tienen en la actualidad una perspectiva mucho más madura y sofisticada sobre el problema y cómo actuar sobre él”. Sin embargo, alerta de que se trata de un fenómeno “dinámico” que exige un “continuo esfuerzo de adaptación”. Por este motivo, considera que uno de los principales riesgos es “adoptar una actitud complaciente que nos lleve a pensar que ya tenemos una visión completa del fenómeno y que no existe espacio para la sorpresa”.

Para Torres, la experiencia demuestra que uno de los principales potenciadores de la actividad terrorista es la presencia de “individuos que actúan de manera activa como agentes de radicalización movilizando a otros sujetos y actuando como dinamizadores de complots terroristas”. Así, aboga por “detectar y neutralizar a tiempo” a estos sujetos como clave para evitar focos de radicalización que pueden terminar enquistándose en un determinado barrio o localidad”.

En cuanto a la amenaza real sobre España, y tras la reciente detención de un presunto yihadista en Sevilla, el experto cree que los factores que alimentan la amenaza en nuestro país se mantienen “estables”, por lo que “no debe sorprendernos la desarticulación de complots terroristas que tienen como objetivo actuar en España”, asevera. No obstante, reconoce que en Europa se ha producido un descenso de la actividad terrorista “que estaba apoyada directamente desde las bases operativas de Estado Islámico, principalmente en Siria e Irak”, mientras que, en paralelo, se ha producido un “repunte en otras zonas del planeta, particularmente en Asia y África”, lo cual no significa que haya que despreciar la “importancia que pueden llegar a adquirir focos de radicalización capaces de proyectar la amenaza a otros lugares, incluida Europa”.

Aunque el “desmoronamiento del proyecto califal de Estado Islámico” ha supuesto una “degradación de sus capacidades operativas y una considerable pérdida de visibilidad”, lo cierto es que esta organización y otros grupos de similar naturaleza “continúan manteniendo la capacidad para atentar por sus propios medios e inspirar a otros a emplear la violencia terrorista”. Es por ello que “debe mantenerse la presión sobre este tipo de redes y evitar que una falsa sensación de seguridad les abra una ventana de oportunidad que, sin duda, sabrían aprovechar para reconstruirse y protagonizar una nueva campaña de atentados”. Porque “el terrorismo yihadista sigue siendo un enorme problema de seguridad”, reitera.