Cultura Social

La UPO da los primeros pasos para incluir la perspectiva de género en sus presupuestos

El estudio llevado a cabo por las profesoras Paula Rodríguez Modroño y Mónica Domínguez Serrano pone de manifiesto que la financiación de la universidad no es neutra al género | La Universidad Pablo de Olavide se convierte en la primera universidad pública andaluza en iniciar el proceso de Presupuestos con Enfoque de Género

De izquierda a derecha, Paula Rodríguez Modroño, Elodia Hernández León y Mónica Domínguez Serrano.

Hoy jueves 13 de febrero se ha presentado en la Universidad Pablo de Olavide el informe ‘Análisis de los presupuestos desde la perspectiva de género’, lo que supone el primer paso para incluir la perspectiva de género en los presupuestos de esta Universidad y avanzar así en igualdad. La UPO se convierte así en la primera universidad pública andaluza en iniciar el proceso de Presupuestos con Enfoque de Género.

El acto ha estado presidido por la vicerrectora de Cultura y Compromiso Social de la UPO, Elodia Hernández León, y ha contado con las intervenciones de las profesoras del Departamento de Economía, Métodos Cuantitativos e Historia Económica Paula Rodríguez Modroño y Mónica Domínguez Serrano, autoras del estudio.

Este informe sobre los Presupuestos con Enfoque de Género (PEG), que se elabora en el marco del II Plan de Igualdad de la Universidad Pablo de Olavide (2017-2020), constituye la fase inicial hacia la evaluación de género, y trata de orientar las siguientes fases arrojando luz sobre las necesidades de avanzar en la igualdad de género en la UPO a todos los niveles, incluido el presupuestario.

 

En el atril, la profesora Paula Rodríguez Modroño, en un momento de la presentación.

Como indican las autoras de este estudio “con el diagnóstico realizado se ha pretendido poner de manifiesto que la financiación de la universidad no es neutra al género, y que la configuración que se dé a la plantilla tiene un impacto directo en los resultados financieros que, en ocasiones, presentan importantes sesgos en términos de igualdad”.

Con este informe, la Universidad Pablo de Olavide comienza a abordar el reto de realización de unos presupuestos que materialicen el compromiso de esta institución por la igualdad entre hombres y mujeres. Así lo ha manifestado la vicerrectora Elodia Hernández León, quien indica que se trata de “un comienzo imprescindible en una institución universitaria que debe apostar por el conocimiento riguroso del contexto de partida para proponer mejoras”, y añade que “con este estudio se evidencian las desigualdades que conocíamos parcialmente y despejan los posibles caminos que deben ser tomados para superarlas, en una tarea que es esencialmente transversal y que necesita de la implicación de toda la comunidad universitaria”.

Desarrollo del informe

En primer lugar, las investigadoras han realizado un breve análisis de género del alumnado, principal beneficiario del presupuesto de la UPO. En este sentido, las mujeres representan el 57% del alumnado de grado y el 62% del alumnado de máster. Por facultades, el porcentaje de mujeres es mayoritario en las carreras propias de ciencias sociales y humanidades y, por el contrario, éste se ve reducido en las carreras relacionadas con el deporte y con las ingenierías.

A continuación, se ha realizado un análisis pormenorizado diferenciado del personal receptor de los grandes capítulos de gastos del presupuesto de la UPO, el Personal Docente e Investigador (PDI) y del Personal de Administración y Servicios (PAS), incluyendo un análisis de los órganos de dirección de la universidad. Así, el estudio pone de manifiesto cómo en la Universidad Pablo de Olavide se observa una clara segregación vertical pues, a medida que se va ascendiendo en la escala de responsabilidades, la presencia masculina aumenta en detrimento de la femenina.

Además, el estudio presta atención de manera específica al personal investigador que desarrolla su actividad dentro del Área de Investigación.

Personal Docente e Investigador 

El PDI se encuentra dentro del equilibrio de género, con un Índice de Presencia Relativa de Hombres y Mujeres (IPRHM) de 0,86, aunque el porcentaje de hombres (57%) es superior al de mujeres. Dentro del Personal Docente e Investigador existe una mayor presencia de hombres entre el funcionariado (67%), mientras que, el personal en régimen laboral se aproxima más a la paridad entre ambos. Así mismo, la presencia de hombres es mayoritaria en todos los organismos colegiados y se aleja de una composición paritaria y equilibrada, especialmente en la Junta Consultiva (IPRHM = 0,40) y en el Rectorado (IPRHM = 0,53).

En materia económica, el estudio indica que las mujeres PDI ganan más que los hombres en las retribuciones básicas, pero menos en las complementarias. De manera que, en total, en las retribuciones totales existe una pequeña brecha desfavorable a las mujeres (-0,21).

Además, en cuanto a los complementos por trienios, quinquenios docentes y sexenios de investigación, de media los hombres tienen una mayor acumulación de los tres tipos de complementos, pero la mayor distancia entre las medias de hombres y mujeres se produce en el caso de los sexenios. Las mujeres tienen de media 1,3 sexenios mientras que los hombres alcanzan los 2,1.

Personal de Administración y Servicios

En referencia al PAS, todos los grupos profesionales que existen están feminizados, salvo el grupo III del personal laboral, en que el IPRHM es del 0,81. Existe una fuerte feminización también de la mayor parte de los niveles, acorde con la propia estructura del PAS en la UPO, observándose en la mayor parte de los niveles, IPRHM mayores a 1,2.

En lo que respecta a las retribuciones totales, únicamente los grupos A2 y C2, que se corresponde con los grupos intermedio y de menor nivel dentro del funcionariado, 86 respectivamente, presentan una brecha favorable a las mujeres (16,23% y 63,38% en las retribuciones totales, respectivamente). El resto, presenta brechas salariales negativas, es decir, desfavorables a las trabajadoras. Haciendo hincapié en estas diferencias salariales, hay que enfatizar las que vienen de la mano de las retribuciones de los complementos, puesto que son las mayores, siendo éstos los grandes generadores de brechas. “Este fenómeno no es exclusivo de la UPO, sino que está generalizado en el mercado de trabajo español, lo que implica una fuerte exigencia de análisis para su mejora”, explican las investigadoras.

            Presupuestos con Enfoque de Género

Los presupuestos con enfoque de género (PEG) pretenden analizar cualquier tipo de gasto público, o método de recaudación de fondos públicos, desagregándolo desde una perspectiva de género e identificando sus implicaciones e impactos para las mujeres comparándolas con las de los hombres.

En este sentido, estos análisis presupuestarios ayudan a romper con la arraigada supuesta neutralidad de los presupuestos en relación al género y tienen como objetivo inicial visibilizar los diferentes efectos e impactos que pueden tener las partidas presupuestarias sobre las situaciones de discriminación de género vigentes en la sociedad. Asimismo, pueden conllevar la puesta en marcha de medidas correctoras de las situaciones de discriminación detectadas así como la promoción de un uso más eficiente de los recursos públicos.

“De esta forma, el presupuesto de las instituciones públicas supone la materialización en medidas concretas de los compromisos y las prioridades políticas, de ahí la importancia de incorporar la perspectiva de género en el proceso presupuestario”, afirman las autoras del estudio, quienes explican que “el hecho de que las decisiones y las políticas se implementen a través de los presupuestos los convierte en un indicador de la voluntad y el compromiso en torno a la igualdad de género y nos permiten valorar en qué medida se está avanzado de manera efectiva hacia esa realidad”.

Propuestas 

Puesto que el análisis realizado a los segmentos diferenciados del personal dentro de la Universidad Pablo de Olavide se ha limitado al año 2018, sin poder estudiar la evolución experimentada por la plantilla, Paula Rodríguez Modroño y Mónica Domínguez Serrano proponen que “en el futuro sería muy interesante poder observar tendencias de comportamiento dinámico de cara a la obtención de conclusiones más relevantes, y propuestas de actuación acordes a las necesidades detectadas”. 

Además, aunque este proyecto se ha centrado en el análisis de determinadas partidas de gasto (que comprenden más del 60% del presupuesto de la Universidad Pablo de Olavide), las autoras del estudio insisten en la relevancia de poder incluir en el fututo un análisis con perspectiva de género en el apartado de ingresos, pues analizar las fuentes de financiación aporta información muy relevante a la hora de comprender los presupuestos en el ámbito universitario. “Instaurar los PEG en la Universidad no es simplemente realizar un análisis del contexto, sino integrar la perspectiva de género desde que inician la configuración de los presupuestos, desde su planificación, y tienen que englobar el conjunto del proceso presupuestario”, afirman Paula Rodríguez Modroño y Mónica Domínguez Serrano, quienes añaden que la perspectiva de género debe ser impulsada desde los puestos de responsabilidad de los que depende la elaboración y aprobación de los presupuestos el equipo rectoral y la propia gerencia.

Con este informe, impulsado por el Vicerrectorado de Cultura y Compromiso Social de la Universidad Pablo de Olavide, la Oficina para la Igualdad de la UPO da un paso más en la aplicación de la transversalidad de género en el ámbito universitario.

 

Más información:

Informe ‘Análisis de los presupuestos desde la perspectiva de género’

 

 

Nota:  IPRHM:  La paridad se refleja si el indicador tiene un valor igual 1. No obstante, en términos de análisis, se puede establecer que entre el 0,8 y el 1,2 supone una situación equilibrada para ambos sexos. Si el índice puntúa más de 1,2 indica una presencia desequilibrada en favor de las mujeres y, por consiguiente, feminización del ámbito analizado. Si, por el contrario, el índice puntúa menos de 0,8 indica un sesgo hacia la presencia de hombres del ámbito analizado, y, por consiguiente, masculinización del mismo.

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