Entrevista

«Esta cátedra sitúa a la UPO en el centro de una red iberoamericana de universidades a nivel de formación, intervención e investigación»

Entrevistamos a Guillermo Domínguez Fernández, director de la Cátedra Iberoamericana de Educación en Derechos Humanos y Ciudadanía Crítica para el Desarrollo Sostenible, para poner en valor este instrumento de creación de macrocampus de formación, intervención y de redes de investigación, a nivel internacional iberoamericano, que va a fortalecer a la educación para la defensa de los derechos humanos y la inclusión

Guillermo Domínguez
Guillermo Domínguez Fernández

La Cátedra Iberoamericana de Educación en Derechos Humanos y Ciudadanía Crítica para el Desarrollo Sostenible es un proyecto creado en junio de 2021 por la Universidad Pablo de Olavide, a través de su profesor Guillermo Domínguez, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Fundación Layret.

El objetivo de esta cátedra es la promoción de la Educación en Derechos Humanos en Iberoamérica por medio de actividades de formación, intervención e investigación y su difusión. Esta cátedra sirve de apoyo a la Red Iberoamericana de Universidades comprometidas con la Educación en Derechos Humanos y Ciudadanía Inclusiva.

¿Qué valores resalta de la cátedra que dirige?

La Cátedra tiene tres valores agregados esenciales. En primer lugar, está auspiciada por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), lo que nos permite garantizar una sólida dimensión de internacionalización, con la posibilidad de contactar e implicar a casi una treintena de universidades top, de 16 países del ámbito iberoamericano.

En segundo lugar, la temática sobre la que va a centrar sus esfuerzos y prioridades entra dentro de las coordenadas de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), a través del concepto de Universidades Sostenibles, y, teniendo como eje principal la Educación y su relación con la defensa de los Derechos Humanos. Por supuesto, también la inclusividad y el desarrollo local y regional sostenible, desde la prioridad de la equidad y la justicia social con los grupos en condiciones más vulnerables, como continuidad de una línea de intervención e investigación del Máster en Educación para el Desarrollo y del Grupo de Investigación de Educación de la UPO (GEDUPO).

Por último, es la base del funcionamiento, desarrollo y financiación de una red de 28 Universidades de 16 países, que se han comprometido con los Derechos Humanos y la Ciudadanía Inclusiva.

¿Cómo se concreta este compromiso con los Derechos Humanos y la Ciudadanía Inclusiva?

Se concreta en la configuración de un macrocampus iberoamericano en tres dimensiones: la de la formación y la creación de sinergias de itinerarios formativos en estas temáticas de las diferentes universidades; las acciones de intervención local o regional con grupos en condición de alta vulnerabilidad para la defensa de los Derechos Humanos y la inclusión social en base a la educación, la concienciación y el compromiso con su empoderamiento; y la potenciación y creación de redes de investigación de estas universidades, a nivel internacional iberoamericano, que favorezcan los estudios e investigaciones interuniversitarios.

¿Cuál es la principal aspiración de la Cátedra Iberoamericana de Educación en Derechos Humanos y Ciudadanía Crítica para el Desarrollo Sostenible?

Convertirse en una estructura de apoyo y financiación a la Red Iberoamericana coordinada por la OEI y la UPO en la que participan un grupo de universidades sostenibles comprometidas con la educación y con la defensa de los Derechos Humanos, la inclusión y el desarrollo sostenible. Por eso también tiene como finalidad potenciar la ciudadanía inclusiva y convertirse en un instrumento para la potenciación de las acciones de formación e investigación derivadas de la Red.

A pesar de su reciente creación, ¿qué líneas de trabajo se han desarrollado hasta el momento?

Hemos establecido convenios de colaboración con las 28 universidades que conforman la Red y se han realizado tres zona/reuniones subregionales (México y Centroamérica, Área Andina y Cono Sur con las universidades de España y Portugal) con las que se han consensuado los principios, los ejes y el plan de actuación hasta noviembre de este año.

En estos momentos estamos terminando un plan de diagnóstico de fortalezas y debilidades de las universidades con el fin de poder realizar un plan estratégico de este macrocampus iberoamericano que permita fijar y concretar por regiones los objetivos de desarrollo de esta cátedra hasta el año 2023.

¿Cuáles son los proyectos más inmediatos?

Actualmente estamos terminando la fase de diagnóstico de las universidades de la Red que nos va a ayudar a definir las prioridades y las estrategias de la cátedra para su desarrollo y financiación posterior. De esta forma, hacia finales del mes de octubre, volveremos a realizar las tres reuniones subregionales en base a los documentos que se están elaborando y se diseñará un plan estratégico consensuado por todas las universidades participantes. Para finales de año, se celebrará una reunión donde se aprobará este plan estratégico.

¿Y a medio plazo?

Posteriormente se irán consolidando las acciones, con la implicación de las universidades y sus equipos representantes en temas y por grupos de especialización relacionados con la educación en Derechos Humanos (emigración, género, protección de menores, crecimiento sostenible, ciudadanía inclusiva y crítica, etc.), y otros temas que están surgiendo y que se van a ir convirtiendo en ejes de actuación en un futuro e incluso grupos de trabajo y subredes, dentro de este concepto de cooperación horizontal y descentralizada.

Por último, en función del plan estratégico que se apruebe, diversificar la temática a través de la especialización y profundización de los contenidos en su triple dimensión:  formación, intervención e investigación. En esta misma línea, se pretende diversificar la financiación de la Red a través de la cátedra como infraestructura de apoyo y así atender a proyectos en diferentes países, ampliando la capacidad de desarrollo de la red y, por ende, de la cátedra.

¿Qué acogida ha tenido la cátedra en las universidades iberoamericanas?

Muy positiva, de hecho, otras universidades nos están pidiendo adherirse a la Red, pero al no poder dar acceso porque en esta primera fase sería inabarcable seguir creciendo, crearemos subredes dentro de cada uno de estos países con las universidades pertenecientes a la Red. De esta manera se haría realidad uno de nuestros objetivos prioritarios: difundir los principios de la Red y de la cátedra; conseguir sinergias de actuación e impacto por las diferentes redes universitarias que se vayan creando, como ondas expansivas y de transferencia, e impacto en sus países y regiones.

¿Por qué es importante para la Universidad una cátedra de esta dimensión?

Francisco Oliva, Jabonero y Guillermo Domínguez
Francisco Oliva, Mariano Jabonero y Guillermo Domínguez

Consideramos que al ser la UPO junto con la OEI, las dos instituciones que promueven esta idea, sitúa a nuestra universidad en el centro de una red iberoamericana de universidades en sus tres dimensiones: de formación de posgrado; de acciones de intervención con grupos en condiciones más vulnerables y desarrollo sostenible local y regional; así como de redes y grupos de investigación, en Educación en Derechos Humanos y Ciudadanía Inclusiva, potenciando otras redes internacionales universitarias de la UPO y de los vicerrectorados correspondientes.

Asimismo, me gustaría subrayar el apoyo y compromiso de nuestro rector Francisco Oliva, así como a los vicerrectorados implicados (de Cultura y Políticas Sociales, Internacionalización y Estrategia y Planificación Académica); el apoyo del secretario general de la OEI Mariano Jabonero y a los profesores de la Universidad Pablo de Olavide: Esther Prieto, Juan Marchena y Francisco Infante, especialmente. Así como resaltar el apoyo del Grupo de Educación de la UPO (GEDUPO), estructura de investigación que está soportando la cátedra y su desarrollo.

 

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