Comunidad UPO

IMEE: Implicación y vocación de servicio para el cuidado del campus

Conocemos el punto de vista del equipo de Infraestructuras, Mantenimiento y Eficiencia energética de la Universidad Pablo de Olavide sobre la labor que desarrollan en la institución

A la izquierda, Fernando Cerezo, en la sala donde se monitoriza el consumo energético

Eficiencia, eficacia, multidisciplinariedad, trabajo y servicio son palabras vinculadas al Área de Infraestructura, Mantenimiento y Eficiencia Energética de la Universidad Pablo de Olavide (IMEE). “Estamos orgullosos porque sacamos el trabajo, a veces con pocos medios, y no decimos que no por la vocación de servicio que tenemos”, explica José Luis Pavón, director de esta área encargada de la gestión de las obras, equipamiento y mantenimiento de la Universidad, pocos días antes de su jubilación y tras una larga trayectoria profesional ligada a la UPO.

José Luis Pavón, ante una vista del campus cuando era la Universidad Laboral

Bajo su dirección trabajan siete personas, técnicos y técnicas con amplia experiencia y cualificación en las principales áreas de control de instalaciones y eficiencia energética, mantenimiento (climatización, sistemas eléctricos, obras menores), planimetría, proyectos de instalaciones e infraestructuras: Antonio Díaz, José Miguel Domínguez, Carlos García, Sara Hernández, Ana Vázquez, Fernando Álvarez y Fernando Cerezo. Todos ellos son responsables de un trabajo considerado referente en la gestión de la eficiencia energética en las obras e instalaciones. “Somos la única universidad con certificado de norma ISO y nos sentimos muy valorados por compañeros y compañeras de otras instituciones que nos preguntan y vienen al campus para conocer la manera en que implementamos algunas acciones”, explica Fernando Cerezo, responsable de Control de Instalaciones y Eficiencia Energética. Capacidad, Disponibilidad, Seguridad y Eventos y el más veterano del equipo.

Los Premios a la Calidad e Innovación en la Gestión Pública de 2012 reconocieron al IMEE por labor en la eficiencia energética y el control de instalaciones

En 2012 recibieron el accésit del Premio a las Buenas Prácticas de Gestión Interna, concedido por la Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas y la Calidad de los Servicios (AEVAL), dependiente del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. En el plano de eficiencia energética, solo en el periodo 2011 a 2020, la Universidad dejó de consumir 4.287.980 kWh, lo que supone un ahorro de consumo de energía acumulado de un 44,03 %.

Ana Vázquez

“Me gusta el trabajo que hago y el equipo humano”, afirma con rotundidad Ana Vázquez, responsable de Gestión del área. “Ha tenido oportunidades de promocionar pero ha renunciado por el trabajo y por el equipo”, interviene Carlos García, responsable de Planificación y Relaciones con Suministradores, quien también se alegra de la decisión que tomó el día que apostó por la UPO.

La última en incorporarse al IMEE fue Sara Hernández, responsable de Proyectos y Servicios. Lo hizo hace catorce años. “Recuerdo que uno de los primeros días en el puesto, me llamó una investigadora para decirme que sus ratones estaban estresados en el animalario, que tenía que arreglarlo lo antes posible. Lo primero que pensé es que era una broma pero después hice reajustes en la temperatura para solucionar el problema”, relata.

Sara Hernández revisa con un proveedor el plano del campus

El trabajo que realiza el área en la que trabaja “toca” todos los rincones de la institución y lo hace de manera muy transversal. “Una cosa muy buena de nuestro trabajo es que nos relacionamos con todo el mundo”, añade Sara, que también pone de manifiesto la confusión que existe entre el IMEE y el servicio que ofrecen otras áreas como la de Campus”. “No nos encargamos de limpieza, seguridad, megafonía, reserva de espacios…”, aclara.

Muchas de las actuaciones que llevan a cabo tienen su reflejo en transformaciones muy evidentes para el campus. Entre las realizadas durante el último año pueden citarse la construcción de rampas para mejorar la accesibilidad, el mantenimiento de fachadas, las reformas de despachos, laboratorios…Otras, menos visibles, suponen, de igual manera, una contribución a la mejora de la Universidad como la reforma de circuitos secundarios para instalación de bombas de climatizadores o la reforma de la instalación eléctrica e instalación de grupo en el pabellón 27, entre otras. “Hay muchas que no se ven y que son esenciales para garantizar la seguridad en el campus”, explica el equipo.

Antonio Díaz, José Luis Pavón y Sara Hernández

Resuelven más de 4000 incidencias al año, el 70 por ciento en menos de 24 horas. Una de las que más repercusión tuvo, fue, según explica Antonio Díaz, responsable de Peticiones de Servicio, Incidencias y problemas, la avería en el Centro de Acometida de Media Tensión, que provocó el corte general de electricidad el pasado 10 de febrero y fue solventada con gran celeridad e implicación.  “Ha sido la que más repercusión ha tenido pero, si lo pensamos, ha habido otras acciones que han evitado consecuencias más graves”, señala el director, recordando el cierre de algún edificio o las medidas tomadas para evitar inundaciones a partir de las lagunas en los inicios de la Universidad. Decisiones y trabajos a medio-largo plazo que han evitado problemas de mayor envergadura.

El IMEE, denominado anteriormente Servicio de Infraestructura, nació con la UPO y ha ido evolucionando con la institución, aunque, según explica su personal, no de la misma manera: “La Universidad ha crecido en estos 24 años a todos los niveles pero nuestra área se ha reducido. En 2003, por ejemplo, había menos edificios y menos grados, pero más personal de mantenimiento”, afirma José Luis Pavón.

Necesidad de trabajar en proyectos a medio y largo plazo

El catálogo de los siete servicios gestionados por IMEE comprende tres áreas principales: Infraestructuras, Control de Instalaciones y Mantenimiento. En esta última, el Área se apoya en tres empresas externas: una se ocupa de los sistemas eléctricos y del mantenimiento general (FULTON); otra de la climatización (IMANGENER ); y la tercera del mantenimiento de los ascensores (ORONA). A ellas se suman empresas que se ocupan del mantenimiento legal, es decir, de las revisiones periódicas. Cuando una incidencia no puede resolverse por estas empresas, al exceder el mantenimiento acordado con ellas, el IMEE las resuelve gestionando un proyecto, un cambio o un problema.

Carlos García

“Nuestro presupuesto es insuficiente para atender la demanda que tenemos. Aquí hay una implicación tremenda porque queremos que el trabajo salga adelante pero creo que no se sabe ni se valora”, afirma Carlos García, que también recalca los plazos cortos para el desarrollo de proyectos, lo que les somete “a gran estrés y a tomar decisiones muy rápidas”.

“Tenemos que actuar con el límite que nos marca la Ley de Contratos”, señala Sara Hernández, que obliga a cumplir una serie de requisitos, procesos y plazos para desarrollar proyectos. “Antes teníamos una oficina técnica con una cartera de proyectos que estaban reservados para optar a subvenciones pero se ha ido desvinculando.  Ahora trabajamos al revés, tanto dinero tengo, tanto puedo ejecutar, tanto tengo que sacar a concurso, etc. y es complicado”, explica.

Sobre los retos de futuro, todos coinciden en señalar que “hace falta un plan de inversiones en infraestructuras a varios años” y que es necesario “apostar por proyectos importantes”. “Aquellas acciones que más lucen no son las más importantes”, apuntan. “Cuando se sube una bandera o se cuelga un cuadro, por ejemplo, se están dejando de hacer cosas importantes para la Universidad y si no se realizan determinadas acciones podemos sufrir consecuencias que conllevan responsabilidades civiles y penales”, apostillan.

Ante los nuevos proyectos del equipo de gobierno, Carlos García dice sentirse “escuchado e ilusionado”, aunque también considera que si la Universidad contara con una facultad de Arquitectura, se priorizaría más el trabajo del Área de infraestructuras, una opinión que comparten el resto de compañeros y compañeras.

“Nos gustaría trabajar en proyectos más a medio y largo plazo pero la mayoría del tiempo nos vemos obligados a resolver cuestiones del día a día”, coinciden todos.

Cuestiones que en la mayoría de los casos no se ven pero que facilitan, protegen y dan soporte a PAS, PDI y estudiantado, cuestiones que ayudan a incorporar el respeto al medio ambiente y la optimización de recursos en las tareas diarias, cuestiones, en definitiva, esenciales y de base para el trabajo de todas las personas que forman parte de la Universidad Pablo de Olavide.

 

 

27 de junio – 19:30 h