Investigación

La plaza de San Francisco de Sevilla, escena de la fiesta barroca

Testigo de celebraciones religiosas, así como de señaladas ejecuciones públicas, fue durante los siglos XVII y XVIII itinerario de procesiones y cortejos, plaza de toros y lugar de torneos

Francisco Ollero Lobato. Departamento de Geografía, Historia y Filosofía
Francisco Ollero Lobato

La plaza de San Francisco de Sevilla fue el espacio urbano más destacado en el desarrollo de la fiesta barroca en la ciudad, según se recoge en la monografía científica “La Plaza de San Francisco de Sevilla, escena de la fiesta barroca”, publicada recientemente por Francisco Ollero Lobato, profesor de Historia del Arte de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, y editado por Monema, de Granada. En este estudio, el investigador aborda los vínculos existentes entre su morfología, las celebraciones públicas que se realizan o discurren por ella y los principales contenidos de estos fastos, que permiten identificar tal espacio público como un auténtico escenario.

El trabajo, encuadrado en una línea de investigación del grupo de investigación HUM_647 Quadratura, aborda el estudio de la plaza de San Francisco como principal escenario de las fiestas públicas en la ciudad de Sevilla durante la Edad Moderna.

La primera parte de la monografía profundiza sobre las relaciones existentes entre la plaza y los festejos, y los contenidos que se despliegan en este espacio público para mutar su realidad física en otra acorde a la capacidad simbólica y transcendente que adquiere la fiesta en el Barroco. De este modo, el profesor Ollero estudia las características de la arquitectura real de la plaza y el modo en que la función festiva de este espacio actúa en las modificaciones de su aspecto físico. Su transformación como ámbito festivo se consigue mediante la multiplicación de escenarios, la posición del público en la fiesta -fundamental para entender el fenómeno festivo durante el Barroco-, y el desarrollo de diversos rangos de adornos y ornatos, desde el empleo de telas y colgaduras hasta el uso de verdaderas arquitecturas efímeras. “La plaza festiva se convierte así en un espacio para la exaltación del héroe santo o laico, y fundamentalmente en el siglo XVIII en un ámbito destinado a la exaltación de la monarquía”, señala el investigador.

Portada de la monografía 'La Plaza de San Francisco de Sevilla, escena de la fiesta barroca'
El estudio aborda la plaza de San Francisco como principal escenario de las fiestas públicas en Sevilla durante la Edad Moderna

La tradición cultural que sostiene la argumentación de los contenidos en la fiesta, además de la base religiosa, será la Antigüedad y los recursos retóricos en ella inspirados en forma de fábulas y alegorías. El contexto general donde se producirán los fastos será la apariencia artificiosa de la plaza como un ámbito natural exuberante y primaveral, que propicia el acercamiento a los contenidos que la fiesta transmite mediante la seducción de los sentidos. “Estos elementos -añade Ollero- convertirán a la plaza en un verdadero teatro, no sólo en el sentido de lugar donde se desarrolla la fiesta, sino también como verdadera escena, cargada de analogías relacionadas con lo teatral, donde se transmite mediante el ornato, la suspensión de los sentidos y la construcción ideal, la identidad de la sociedad con los valores del Antiguo Régimen”.

La segunda parte de esta monografía se dedica al análisis tipológico de las celebraciones festivas en la plaza, no tanto para el estudio de cada manifestación en sí misma, sino para observar el modo en que se relacionan con el espacio público de la plaza de San Francisco, empleado como escenario inmóvil, o como parte del itinerario de procesiones o cortejos. Para cada tipo de festejos se añade una cronología de sus principales manifestaciones en este espacio público.

Francisco Ollero analiza así la significación del paso por la plaza de las procesiones religiosas periódicas, empezando por la que se entendía más señera de todas, la del Corpus, así como de las procesiones extraordinarias más destacadas, con los diferentes recorridos a su paso por la plaza. Este espacio público fue también testigo de autos de fe de carácter general, celebraciones religiosas caracterizadas por su gravedad y por su carácter multitudinario, así como de señaladas ejecuciones públicas. Como espacio representativo principal, fue escenario de las proclamaciones que celebraban el inicio de cada nuevo reinado, e hito destacado en el paso de la comitiva del monarca durante los escasos recibimientos reales ocurridos en la ciudad durante los siglos XVII y XVIII.

También San Francisco, como otras plazas principales o mayores de la monarquía hispánica, ejercía la función de escenario fundamental de la fiesta de los toros, y de otro tipo de celebraciones donde el caballo era también protagonista, los torneos, y especialmente el juego de las cañas, tuvieron presencia en este ámbito de la ciudad. Finalmente, la plaza era parte del itinerario de buena parte de los cortejos de las mascaradas, donde cuadrillas y carros celebraban, siguiendo la imitación de los antiguos, los acontecimientos felices del altar o la monarquía durante el devenir histórico de la ciudad en los siglos del Barroco.


Francisco Ollero es profesor titular de Historia del Arte del Departamento de Geografía, Historia y Filosofía de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Doctor en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla (2001), recibió el premio extraordinario de doctorado de dicha universidad. Es autor de diversas publicaciones sobre arquitectura y urbanismo en el siglo XVIII y XIX, entre ellas Cultura artística y arquitectura en la Sevilla de la Ilustración (1775-1808), (premio de Ensayo sobre Patrimonio en Andalucía de la Caja de Ahorros San Fernando 2002), o  El barrio de la Laguna de Sevilla. Diseño urbano, Razón, y burguesía en el siglo de las Luces (2012). En la actualidad dirige el máster oficial Arte, museos y gestión del patrimonio histórico, de esta universidad.

27 de junio – 19:30 h