Investigación

Algunas cotorras argentinas son superinvasoras, según un estudio español liderado por la UPO

Científicos de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, la Estación Biológica de Doñana (CSIC) y del Museo de Historia Natural de Barcelona publican el trabajo en la revista Molecular Ecology ● La gran mayoría de las poblaciones invasoras en Europa y Estados Unidos proceden de la misma región sudamericana

ejemplar de una cotorra en un árbol
La gran mayoría de las poblaciones invasoras de cotorras en Europa y Estados Unidos proceden de la misma región sudamericana

Un equipo internacional en el que participan investigadores de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla ha encontrado evidencia de que no todas las cotorras argentinas son igual de invasoras: si vienen de una pequeña área geográfica, son particularmente invasoras. El trabajo, publicado en la revista Molecular Ecology, presenta información genética para establecer que la gran mayoría de las poblaciones invasoras en Europa y  Estados Unidos procede de la misma región sudamericana.

La Cotorra Argentina (Myiopsittacus monachus) es un pequeño loro que se ve cada vez más en las ciudades alrededor del Mediterráneo que en otros partes de la planeta. Sus grandes nidos hechos de ramas les hacen inconfundibles con otras cotorras. Estas cotorras han podido establecer poblaciones fuera de su área geográfica nativa después de escapes accidentales y liberaciones intencionadas. Algunas ciudades como Barcelona ya cuentan con miles de individuos. Aunque algunas personas las consideran como aves bonitas e interesantes, también están dañando la agricultura y otras áreas verdes como parques y jardines, y causando molestias varias al público. Por tanto, hace unos años se ha prohibido su importación, posesión y comercio con el fin de evitar que se establezcan todavía más poblaciones.

Pim Edelaar en el laboratorio donde trabaja. Campus de UPO
Pim Edelaar

“Las especies invasoras en general son un problema muy grande, porque están causando daños serios a la salud pública, la economía y la biodiversidad. El control y la prevención de invasiones biológicas por tanto es un tema de mucha importancia. Sin embargo, sigue siendo difícil entender por qué algunas especies introducidas se convierten en especies invasoras, mientras otras no logran establecerse. Una hipótesis propone que introducciones que cuentan con más diversidad genética tienen más éxito”, señala Pim Edelaar, investigador de la Universidad Pablo de Olavide e investigador principal de este estudio.

Los investigadores han determinado que en su área geográfica nativa, la cotorra efectivamente cuenta con mucha variación genética. Además, datos sobre su comercio indican que se han importado cotorras de un gran parte de esa área geográfica, y por tanto uno puede esperar que la diversidad genética en este invasor pueda ser muy alta. Sin embargo, casi todas las poblaciones en España y Estados Unidos tienen mucho menos diversidad genética de lo esperado, y además son genéticamente muy similares. “Esto nos indica que las cotorras invasoras tienen su origen solamente en una pequeña parte de su área geográfica nativa, y que aquellas son más invasoras que cotorras de otras partes”, explica José Luis Tella, investigador del CSIC. Este trabajo, en colaboración con científicos de la Estación Biológica de Doñana-CSIC, el Museo de Historia Natural de Barcelona, e instituciones de Estados Unidos, Canadá y Australia, indica por tanto la existencia de una cotorra súper invasora.

“Esta información nos ayuda a entender mejor el fenómeno de la invasión biológica. Lo que estamos aprendiendo es que no solamente hay especies que son más o menos invasoras, sino también que existen dentro de la misma especie poblaciones e incluso individuos que tienen más o menos éxito en establecerse en otras partes del mundo. Esta es una información útil para evitar y manejar las invasiones por especies exóticas”, aclara Martina Carrete, coautora del estudio e investigadora de la Universidad Pablo de Olavide.

 

Pim Edelaar, Severine Roques, Elizabeth A. Hobson, Anders Gonçalves da Silva, Michael L. Avery, Michael A. Russello, Juan Carlos Senar, Tim F. Wright, Martina Carrete & José L. Tella L (2015). Shared genetic diversity across the global invasive range of the Monk parakeet suggests a common restricted geographic origin and the possibility of convergent selection.
Molecular Ecology DOI: 10.1111/mec.13157

 

27 de junio – 19:30 h