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La UPO acogerá un taller sobre defensa personal impartido por la sensei Candela Torres

La instructora de Aikido y 4º DAN, Candela Torres, profundizará sobre esta práctica en un taller y un seminario

Las artes marciales, cuyo objetivo principal no es otro que someter o defenderse de un oponente mediante una técnica en concreto, son antiquísimas y tradicionales. Desde las antiguas civilizaciones hasta nuestros días han sido practicadas por infinidad de personas, tanto por hombres como por mujeres de todo el mundo. No obstante, no todas las artes marciales son iguales, aunque mucha gente así lo pueda creer, una de ellas, es el Aikido, un arte marcial que Candela Torres, instructora de aikido en Andalucía y cinturón negro 4º DAN, conoce a la perfección.

“El Aikido va mucho más allá de un compendio de técnicas, es un camino de vida. Transmitir la profundidad de esta disciplina en pocas palabras es todo un reto”, asegura esta instructora tras ser preguntada por esta disciplina. Además, para Candela el Aikido no es un arte marcial ‘suave’, ella habla de ‘’fluidez’, ya que el concepto suave “puede recrear una idea equivocada en nuestra mente de lo que es la práctica”. El Aikido, según Candela, “puede practicarse con una gran intensidad y las herramientas para deshacer las resistencias son un estado mental y corporal serenos, fluidos”.

A esto último, Candela añade que el Aikido, para nada, es “peligroso”. Explica que este arte marcial nos plantea una “elección, aceptar el ataque y tomar las acciones que nos protegen sin dañar al atacante”. Sin embargo, los que practican el Aikido deben ser “capaces de tomar ese camino, necesitamos tener tal control de la situación que nos haga libres de elegir ante el abanico de posibilidades que abre cada ataque”, asegura.

Al igual que ocurre con otras disciplinas, en el mundo de las artes marciales sigue existiendo una brecha de género. Según datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (2015) solo 1,4 mujeres de cada 100 practicaba algún tipo de arte marcial, mientras que 4 de cada 100 eran hombres. Una problemática que, según Candela, en el Aikido se da, pero en menor proporción.

Para ella hay varias variables que influyen, por un lado, el “componente energético”, ya sea por “herencia cultural o por la propia constitución, los hombres se han sentido más atraídos por lo que los orientales llaman ‘energía yang’, muy presente en la práctica marcial”. Por otro lado, Candela cree que es “más fácil enfocar nuestra evolución teniendo una referencia en la que poder proyectarnos, durante mis años de práctica he echado de menos en ocasiones tener referencias más próximas a mi talla y complexión”.

Después de tantos años practicando e impartiendo el Aikido, Candela sabe lo que necesita este arte marcial para evolucionar hacia una disciplina más inclusiva, donde haya tantas mujeres como hombres practicando un arte marcial. “A medida que crece el número de mujeres con altos grados y un largo recorrido, hay más mujeres que se sienten inspiradas a tomar este camino. No solo por lo que vemos dentro del tatami, sino porque nos da una referencia cómo integrar la dedicación a la disciplina con el resto de parámetros de nuestras vidas”, afirma.

Candela Torres es una de las senseis más relevantes de las Escuelas Musubis, algo conseguido con constancia y esfuerzo a lo largo de los años. Candela asegura que el Aikido ha ocupado “un lugar central” en su vida y su práctica, “ha moldeado la persona” que es actualmente. No obstante, no solo a ella le ha cambiado practicar e impartir Aikido, sino también ha visto cómo se han ido transformado “muchos otros estudiantes y Senseis” en personas cada vez más “íntegras y equilibradas” gracias a este arte marcial.

Por último, preguntada por su recorrido hasta la fecha, Candela entiende que cada movimiento o cada paso “nos abre el camino hacia lo siguiente”, donde los “aciertos o errores no tienen especial relevancia, y si acaso, los errores nos apuntan de vuelta al camino con más fuerza que los aciertos”, concluye.

La andaluza impartirá el próximo viernes 11 de febrero un taller sobre defensa personal en la UPO; será en horario de 18:00 a 20:00 horas y la inscripción al taller tiene un precio de 20 euros. Además de este taller, el sábado 12 de febrero impartirá también un seminario sobre aikido, en dos tramos horarios de 11:00 a 13:00 horas y de 13:30 a 15:00 horas, las inscripciones tanto al taller como al seminario podrán realizarse a través del teléfono 617541168.

Aikido, creado como herramienta de paz

El Aikido es un arte marcial japonés que fue creado por Morihei Ueshiba entre los años 1930 y 1960. Esta disciplina tiene sus raíces en toda una vida de estudios de diversas artes marciales tradicionales japonesas, pero lo que realmente impulsó la creación de este, como un nuevo arte, fue el despertar espiritual de su propio fundador.

Su fundador decía que en el “Aikido nunca forzamos al oponente de una manera que no es natural. Utilizad el poder incontrolado del ataque y volved su violencia hacia el atacante. Dejad que caiga por sí mismo. Utilizad los métodos sutiles del ki, la mente y el cuerpo para guiarle”.

Morihei Ueshiba creó el Aikido como herramienta para la paz, con el objetivo que los aikidokas debían ser promotores de la paz en el mundo. Para ello, entrenan su mente y su cuerpo, para permanecer así serenos en el huracán del conflicto y tener las herramientas para guiarlo hasta su disolución.

 

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