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Olavide en Carmona acoge una exposición del pintor sevillano Federico Delgado Montiel

Este evento está incluido dentro de la agenda del verano cultural 2016 de Carmona

La muestra de pintura de este artista estará abierta al público hasta el próximo 29 de julio
La muestra de pintura de este artista estará abierta al público hasta el próximo 29 de julio

La sede de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona-Rectora Rosario Valpuesta (Casa Palacio de los Briones. C/ Ramón y Cajal, 15) acoge una muestra de pintura del pintor sevillano Federico Delgado Montiel, en la que se exponen un total de 23 obras. Esta actividad está incluida dentro de la agenda del verano cultural 2016, organizado por la sede de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona y la Delegación de Cultura y de Patrimonio Histórico y Turismo del Ayuntamiento de Carmona.

Federico Delgado Montiel es un artista nacido el 3 de enero de 1929. Tanto su vida como su obra, marcadas por estancias en diferentes lugares, diplomas, reconocimientos, etc., hacen de este artista una figura clave en el panorama artístico de su tierra natal. Delgado Montiel comenzó sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios y en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de la ciudad que lo vio nacer. Profundizó su formación gracias a varias becas para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, así como en Inglaterra e Italia. Formó parte de grupos como La Joven Escuela Sevillana y el Grupo Itálico. Gracias a la beca Josephine Von Karman se marchó en 1962 a estudiar a la Arts Students College de Nueva York, lugar en el que residió catorce años.

A lo largo de esos 14 años, tuvo la oportunidad de exponer sus obras en diversas galerías de la ciudad que lo había acogido, así como en otras ciudades como Massachussetts o Washington. Fundó también su propia galería en el neoyorquino barrio de Brooklyn, Delgado’s Art Gallery. En 1975 volvió a su ciudad y fundó un nuevo grupo artístico llamado Grupo Mayo. Asimismo, se introdujo en la enseñanza consiguiendo una plaza de profesor de dibujo en secundaria. Se trasladó con posterioridad a Málaga, Cádiz y Huelva como catedrático del Instituto Alto Conquero.

Este amplio currículum es sólo una idea superficial del largo camino profesional de Delgado Montiel, que sigue siendo en la actualidad miembro de la National Society of Painters in Casein and Acrylic. Su obra es el resultado de la formación, la evolución y la continua reinvención de este complejo artista.

Delgado Montiel describe su propia obra como extraña, porque aún nadie ha podido llegar a clasificar o entenderla dentro de los ismos propios de los movimientos artísticos: impresionismo, abstracción, figuración, expresionismo abstracto… Los rasgos de sus obras se traducen en un atrayente despliegue de rugosidades y relieves que evocan papeles y telas y se presentan en su densa y compacta disposición creando gratos efectos visuales derivados de cuidadas matizaciones.

La técnica depurada de su constante investigación puesta al servicio de su sensibilidad y creatividad es sinónimo de un trabajo genuino e intemporal. Delgado Montiel se expresa con igual facilidad tanto a través del lenguaje figurativo como abstracto, siendo el último más polémico y más intimista.

Su estancia durante años en Estados Unidos en la época del expresionismo abstracto americano marcado por artistas como Rothko, Pollock, etc., influenció al artista español. El desplazamiento de la hegemonía de París como centro de influencia artística hacia Nueva York cambió la cara del arte y creó también fuertes relaciones entre el informalismo español y el continente americano en los años 50 y 60. Delgado Montiel, como artista inmigrante, se situaba en el momento adecuado para entender estos movimientos y lo que iba a cambiar a nivel estético. Aún en sus últimas obras, Delgado Montiel se siguió preocupando por la búsqueda de la figuración y abstracción utilizando técnicas como el aerógrafo, que ha dotado a sus obras de esa volatividad característica, esa elegancia visual y ese lenguaje estético siempre en continua renovación.

Los visitantes que acudan a esta muestra podrán contemplar obras como ‘Ropa tendida’ (1952, óleo), ‘Mágica escalera’ (1972, acrílico), el díptico ‘Paloma herida’ (1993, acrílico), ‘Tocata y fuga’ (1989, acrílico), ‘Blanca’ (1964, óleo), ‘Flor del génesis’ (1989, acrílico) o ‘Eclipse’ (1969, acrílico).

La exposición estará abierta al público hasta el próximo 29 de julio, en horario de 9 a 15 horas y de 17 a 20 horas, de lunes a jueves, mientras que los viernes podrá visitarse de 9 a 15 horas.

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