Cursos de Verano

“La felicidad depende del crecimiento de la persona, de su desarrollo en todos los ámbitos”

Pepe Cabello, especialista en coaching, asegura que tener la capacidad de gestionar las emociones es imprescindible para reconocer que tenemos una enorme responsabilidad sobre las mismas

Pepe Cabello dirige el seminario “Inteligencia emocional” que se celebra en los Cursos de Verano 'Olavide en Carmona'
Pepe Cabello dirige el seminario “Inteligencia emocional” que se celebra en los Cursos de Verano ‘Olavide en Carmona’

“La felicidad depende del crecimiento de la persona, de su desarrollo en todos los ámbitos”. Así lo manifiesta Pepe Cabello, fundador y CEO de Diamond Building, empresa dedicada al coaching y la formación, quien explica además que cuando el ser humano se estanca surgen los sentimientos de tristeza e insatisfacción. Y ahí es donde juega un papel fundamental la inteligencia emocional.

Y es que la inteligencia emocional es “la capacidad para gestionar las emociones propias y ajenas a nuestro favor en función de los resultados que se quieren conseguir, ya sea a nivel personal, afectivo, de pareja o profesional”, según el coach. A esta definición, añade que “no se puede caer en el error de considerarla como algo bucólico, cercano a lo flower power. La inteligencia emocional no tiene que ser bonita ni gustar, sino efectiva y pragmática”.

Pepe Cabello dirige el seminario “Inteligencia emocional”, que se está celebrando en el marco de la XIV edición de los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona, y está patrocinado por la Diputación de Sevilla y la Fundación Cajasol y que concluye esta tarde.

Según Howard Gardner, en su teoría de las inteligencias múltiples, la inteligencia es toda capacidad que sirve para solucionar un problema, y la inteligencia emocional solventa problemas que van desde la autogestión emocional y distintas habilidades sociales como la automotivación, el control de impulsos y la autodisciplina, hasta las relaciones sociales, la empatía, la asertividad y la resolución de conflictos.

Y subraya la importancia de incluir esta disciplina en el ámbito académico desde edad bien temprana.  “Es importante empezar cuanto antes implicando a todos los actores del proceso educativo: profesores, padres y alumnos”. En este sentido, ha manifestado que hace tiempo que la comunidad educativa llegó a la conclusión de que el éxito en la vida no está condicionado únicamente por el conocimiento: “Hoy lo importante no es lo que sabes, sino qué saber hacer con eso, y ahí entra en juego la inteligencia emocional, no como un opuesto al conocimiento, sino como un complemento y una aliada”.

En relación a las diferencias entre una persona que sabe manejar sus emociones y otra que no, el coach sostienen que las personas con grandes resultados en cualquier ámbito de su vida gestionan sus emociones de manera adecuada. En este sentido, el experto en coaching no ha querido perder la ocasión para incidir en que “poseer la capacidad de gestionar las emociones es imprescindible para entender que tenemos una enorme responsabilidad sobre las emociones que experimentamos y que, además, no somos ajenos a ellas”. Cabello ha explicado además que “las emociones son algo interno que terminan generando resultados concretos. De ahí, que la gestión de las mismas ayude a cambiar el sentido de nuestro resultado en cualquier ámbito de la vida.

Por otro lado, Cabello sostiene que por lo general, nos conocemos poco a nosotros mismos, “y eso que el mensaje ya estaba implícito en la Grecia clásica, en el Oráculo de Delfos, en cuya puerta ponía ‘Conócete a ti mismo’ como punto de partida para cualquier conocimiento posterior. Quizás sea porque la tendencia tradicional o el propio sistema educativo nos han hecho estar muy enfocados hacia fuera, a saber mucho de lo que nos rodea sin mirarnos antes hacia dentro. No nos conocemos porque no hemos sido entrenados en ello”.

Y sobre qué podemos hacer para conocernos a nosotros mismos, Pepe sostiene que en el coaching no se dan consejos, sino que se hacen preguntas buscando que el cliente encuentre las respuestas por sí solo. “Quizás esa sea una de las claves, empezar a confiar más en nosotros mismos y en nuestra capacidad para pensar y generar respuestas”, puntualiza.

A partir de ahí, apuesta por ser honestos, no castigarnos, asumir que tenemos mucha responsabilidad pero, aceptar al mismo tiempo, que hay cosas que por ahora no dependen de nosotros. “Una vez que nos hemos conocido llega el momento de aceptarnos, que no es lo mismo que resignarnos, y entonces es cuando estaremos listos para la superación y el desarrollo personal. Ya lo dijo San Agustín en una de sus citas más bellas: conócete, acéptate y supérate”, concluye el coach.