Cursos de Verano

Saber gestionar nuestras propias emociones y las de los demás, clave para llegar a ser un buen líder

La coach Marina G. Díaz-Jargüin asegura que el autoconocimiento es esencial para favorecer el desarrollo personal y profesional

Marina G. Díaz-Jargüin en el curso de verano de la UPO
Marina G. Díaz-Jargüin en el curso de verano de la UPO

Saber gestionar nuestras propias emociones así como las de los demás, es clave para ser un buen líder. Así lo ha puesto de manifiesto Marina G. Díaz-Jargüin Vizcaíno, coach, licenciada en Marketing y experta universitaria en Coaching Personal, Organizacional y Ejecutivo. Y es que, según ha explicado, un buen líder sirve para conseguir un objetivo común, sin olvidarnos de los objetivos personales de cada persona en un equipo de trabajo, en una comunidad o en la familia: “Es crear un clima de confianza en el que todos los miembros quieran aportar, estén motivados y  experimenten un crecimiento profesional y personal. Sin duda, los grandes líderes gozan de inteligencia emocional”.

Marina ha participado en el curso “Coaching, comunicación y liderazgo. Aplicación en el ámbito personal y empresarial (3ª edición)”, que se está celebrando dentro del marco de la XV Edición de los Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona.

Cuando hablamos de liderazgo personal, nos referimos a la capacidad que tenemos de autoliderarnos. De esta manera, para ser un buen líder dentro de una comunidad, familia o empresa, primero debemos empezar por liderarnos a nosotros mismos. “Es decir, una persona que se lidera a sí misma es aquella que es responsable de sí misma, de sus acciones, de sus resultados y decisiones. Es aquella que tiene unos objetivos claros, que vive en base a sus valores, que se conoce a sí misma”, ha señalado la coach.

No obstante, es evidente que cada persona tiene su propia personalidad, lo que hace que su estilo de liderazgo funcione sabiendo cuáles son sus cualidades y siendo conscientes de cómo puede mejorar sus debilidades. Como ha aclarado Díaz-Jargüin, existen diversos modelos de liderazgo, desde menos a más resonantes: “Esto quiere decir que existen modelos o estilos donde el líder carece de inteligencia emocional, a otros con un alto valor en inteligencia emocional como el líder coach, el líder visionario o resonante. Estos últimos saben identificar y gestionar las actitudes y emociones propias y las de los demás al comunicar, generan empatía y un buen clima en su entorno. Provocan el efecto resonancia, son capaces de sintonizar con los sentimientos de los demás y encauzarlos en una dirección positiva”.

Para favorecer el desarrollo personal y profesional, el autoconocimiento es un elemento esencial e implica descubrir nuestros valores, creencias, fortalezas y debilidades. A través del conocimiento, las personas tomamos conciencia de quiénes somos, qué queremos y hacia dónde queremos ir. “Es nuestra base para poder desarrollarnos y crecer con confianza y seguridad, y con la motivación necesaria para desarrollar nuestros talentos. Estamos acostumbrados a escuchar a los demás, a prestar atención a lo que opina el entorno, pero ¿y lo que opinamos nosotros sobre nosotros mismos? Es importante escuchar tu cuerpo, hacer autorreflexión sobre cómo me siento y sobre lo que quiero en mi vida. Esta autorreflexión nos hace tomar conciencia sobre lo que realmente valoramos o es importante para nosotros y cuáles son las creencias que debemos fortalecer y cuales son limitantes y debemos eliminar”, sostiene Marina.

En todo el proceso de autoconocimiento, el coaching nos ayuda a ser mejores personas porque es muy difícil avanzar cuando estamos acostumbrados a ver el vaso siempre medio vacío. Y es que, como ha apuntado Marina, no se trata de no ver la realidad, se trata de no juzgarla, de ser capaz de separarse de ella y verla con otra perspectiva, de cambiar determinados hábitos que nos potencien a ser mejor persona. “En un proceso de coaching, normalmente en las primeras sesiones, el coachee o cliente entra en un proceso de autorreflexión, analiza y descubre cosas de sí mismo que antes no sabía, incluso se da cuenta de que cosas que le daban miedo o que creía imposibles de hacer, durante el proceso, se vuelven sencillas. De esta manera, disminuyendo esa sensación de miedo, se descubren capacidades que estaban dormidas. El coaching es un impulso al cambio, a querer seguir hacia delante con la ayuda de un guía que facilita y agiliza ese cambio para llegar al estado deseado”, ha concluido la coach.

27 de junio – 19:30 h