Cursos de Verano

«La arteterapia usa las artes y la expresión creativa para facilitar procesos de fortalecimiento personal y social»

La profesora María Antonia Hidalgo Rubio defiende que esta vía de trabajo mediante el arte y la creatividad resulta muy útil en casos de violencia escolar porque fomenta la escucha y la interacción

María Antonia Hidalgo, en la sede de los Cursos de Verano de la UPO

“Las técnicas de arteterapia proporcionan beneficios a los alumnos en tres áreas concretas, como son la expresión, el autoconocimiento y la socialización”, según explica la profesora María Antonia Hidalgo, directora ejecutiva del máster en Arteterapia y Aplicaciones del Arte para el Diálogo y la Integración Social de la UPO. Además, “es muy útil para casos de violencia escolar y bullying”, añade. La arteterapia es una vía de trabajo específica que hace uso de las artes y la expresión creativa para “facilitar procesos de fortalecimiento personal y social”.

La profesora Hidalgo Rubio ha hecho estas manifestaciones durante el curso ‘Arteterapia y educación: recursos creativos y terapéuticos para el cambio social’, que ha dirigido desde el pasado miércoles dentro de los XVII Cursos de Verano que la Universidad Pablo de Olavide imparte en su sede ‘Rectora Rosario Valpuesta’ de Carmona.

Para la arteterapeuta y gestora cultural, la función primera de la arteterapia es “llevar a la persona a un estado de escucha, creatividad y disponibilidad para sí misma”, al tiempo que sirve “para expresar, compartir y socializar, ser capaces de relacionarnos con nuestra creatividad, sentir y pensar”. Para ello, utiliza fundamentalmente imágenes, diálogo y exploración creativa, empleando “todos y cada uno de los lenguajes expresivos: pintura, escultura, poesía, música, danza, fotografía, vídeo o narrativa”.

Por otro lado, Hidalgo destaca que estudios neurocientíficos avalan los beneficios de la práctica del arte “en nuestro cerebro y en todo nuestro cuerpo”, al establecer relaciones entre cerebro, creatividad y arte “desde consideraciones biológicas y neurológicas”. Así, asegura que “la creatividad acompañada de este modo tiene un fuerte poder terapéutico y está estrictamente conectada con nuestro cuerpo”.

Cuestionada sobre el papel de la arteterapia en un contexto socioeconómico neoliberal, la también investigadora en Ciencias Sociales del Departamento de Educación y Psicología Social de la UPO cree que la sociedad actual carece de referentes y “vamos a la deriva” porque “los jóvenes no encuentran referentes sólidos y necesitamos espacios para la reflexión y el pensamiento crítico, conectar con lo sutil, con nuestras propias aspiraciones, deseos y miedos”. En este sentido, cree que “todos estos aspectos son vivenciados y facilitados por la arteterapia, donde la práctica artística y la escucha confluyen hacia una dimensión más saludable en el complejo hecho del vivir, como diría Spinoza”.

Asimismo, la arteterapeuta opina que la globalización neoliberal que ha supuesto la internacionalización del capitalismo ha provocado “unos niveles de desigualdad muy elevados, caldo de cultivo del conflicto social y de la desesperanza”, derivando incluso en lo que califica como “proceso de crisis de la democracia”. Para combatir esta situación, aboga por la utilización de la arteterapia “para visibilizar la falta de humanidad, poner en evidencia las asimetrías de poder y generar conciencia y posibilidades de cambio”. A su juicio, “la integración social se sustenta en la escucha y el reconocimiento de las diferencias que hay dentro de cada uno de nosotros como grupo”.

La arteterapia no es algo nuevo. El término art therapy comenzó a emplearse en los años 40 del pasado siglo, llegando a la Universidad en EEUU en 1967. En España, el primer posgrado se implantó en Cataluña en 1999 y en 2010 se implementa en Andalucía a través del máster de la UPO, que tras una década ha formado a más de un centenar de alumnos egresados que en 2011 crearon la Asociación Profesional Andaluza de Arteterapia, reconocida por la Federación Española de Asociaciones Profesionales de Arteterapia.

Según explica María Antonia Hidalgo, “numerosas escuelas de Latinoamérica, principalmente Brasil, han servido de escenario para promover pedagogías para la autonomía y la conciencia crítica, como postula el  educador Paolo Freire. Muy importantes han sido también las experiencias en arteterapia con niños, niñas y jóvenes con necesidades especiales y deterioro cognitivo en EEUU, Canadá e Inglaterra”.

Por otro lado, subraya que según la European Consortium for Arts Therapies Education, los servicios de arteterapia en las escuelas “han respondido eficazmente a las diversas y cambiantes necesidades de los estudiantes y han sido ayudados por la capacidad del arte para restaurar un funcionamiento saludable y proporcionar cierto dominio en medio de sentimientos de extrema impotencia”. Además, esto ha quedado de manifestó en los más de 100 trabajos de Arteterapia del alumnado del Máster de la UPO.