La caída de los salarios en España se debe a la manera en que España encaró la crisis económica, “mediante un proceso de devaluación interna donde la caída de los salarios jugaba un papel central”. Para ello se llevaron a cabo diversas reformas laborales que han contribuido a esa caída “mediante una precarización múltiple del empleo”. Es lo que afirma el secretario general de CCOO, Unai Sordo, quien añade que la modificación de las condiciones laborales pactadas se ha traducido en mayor poder unilateral del empresariado y han empeorado las tasas de temporalidad y parcialidad.
El máximo dirigente del sindicato ha hecho estas declaraciones con motivo de su participación en la conferencia ‘Sindicalismo de clase para el siglo XXI’ y en la clausura del curso ‘Sindicalismo para el trabajo de futuro’, que se ha celebrado a mediodía de este viernes en la sede ‘Rectora Rosario Valpuesta’ de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona, donde se desarrolla la XVII edición de los Cursos de Verano de la UPO. En el acto de clausura también han estado presentes Rocío Blanco, consejera de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía; Nuria López, secretaria general de CCOO Andalucía y Alfonso Vidán, secretario general de CCOO Sevilla. El seminario, de dos días de duración, ha estado dirigido por Sara de los Reyes, secretaria de Organización y Finanzas de CCOO de Sevilla.
En opinión de Unai Sordo, “el riesgo de precarización extrema del trabajo es enorme”, ya que el impacto de las nuevas formas de producir se da en un “marco de profunda desregulación del mercado laboral y en una apuesta por la devaluación de los salarios a través de una desvertebración de la negociación colectiva”. Por otro lado, advierte, se da desde una “combinación explosiva” como es la aceleración tecnológica unida al proceso de externalización de riesgos de las empresas, “sobre todo de las actividades más sencillas de descentralizar y que les aportan menos valor añadido”.
Cuestionado sobre la necesidad de “reinventar el sindicalismo” para adaptarlo a la nueva realidad, Sordo afirma que “ya estamos inmersos en un proceso adaptativo” y que los sindicatos tienen que ser una “forma de integración de todas aquellas realidades que la empresa ha desintegrado”. Así, “debemos ser conscientes de que las demandas de la clase trabajadora son diversas y de que no sirve sólo con generar normas colectivas homogéneas, porque los problemas son distintos y requieren de actuaciones organizadas y colectivas distintas”.
En cuanto a la desconfianza que los sindicatos generan entre la clase trabajadora, el líder sindical asegura que todo occidente vive una crisis de los modelos de representación y mediación democrática que funcionaron en el aparato institucional de posguerra, aunque también señala a una “intensa campaña de descrédito” que ha sufrido el sindicalismo. No obstante, afirma que el proceso de recuperación de legitimidad sindical de CCOO “lleva tiempo en marcha”, siendo la “primera organización sindical y social de España en términos de representación, estando a punto de recuperar el millón de afiliados”.
Unai Sordo denuncia que mientras que España recuperó en 2017 la producción de bienes y servicios en niveles previos a la crisis económica y las empresas se han desendeudado y reparten más beneficios y dividendos que antes de la crisis, los salarios han permanecido devaluados. Las “deficiencias de la economía nacional siguen intactas, ya que se han repetido las viejas inercias de devaluación interna y no se ha producido una revisión de calado de nuestro aparato productivo”, algo que se traduce, pone como ejemplo, en llevar “años sin políticas industriales sólidas”.
En este sentido, destaca que menos de la mitad de las personas con un puesto de trabajo tienen un contrato indefinido y a jornada completa, y la tasa de temporalidad es la más alta de Europa, “con el agravante de que se ha incrementado la rotación y cada trabajador con un contrato temporal suscribe más de cinco por año de media”, lo que califica como “disparate”. A todo ello se suma un modelo social que “protege insuficientemente” a las personas desempleadas, sobre todo el paro de larga duración, a las personas sin recursos y deficiencias en la atención a la dependencia, “lo que sigue suponiendo un lastre sobre todo para las carreras laborales de las mujeres, que siguen sufriendo importantes brechas salariales y de pensiones”, lamenta.
En cuanto a la situación política actual, el secretario general de CCOO asevera que la ruptura del bipartidismo “aún no ha sido metabolizada por nadie, y “seguimos instalados en tacticismos que piensan en cómo hacer insostenible la posición del contrario”. En este sentido, añade que en España “se ha abierto la opción de un gobierno progresista, ya que existe una mayoría amplia –aunque no absoluta- en el Congreso que debieran conformar PSOE y Unidas Podemos con la fórmula de gobierno que encuentren y a partir de ahí iniciar una agenda reformista”.