Méndez ha participado como ponente en el seminario ‘Datos de investigación: planificación, gestión, diseminación, preservación y explotación en el marco de la ciencia abierta’, impartido en modalidad online en la XIX edición de los Cursos de Verano de la UPO en Carmona (Sevilla).
La vicerrectora ha definido la ciencia abierta como «la forma en la que denominamos la actitud y la práctica de compartir conocimiento en abierto, que va más allá del acceso abierto a las publicaciones, como se tiende a simplificar», señalando que «implica un cambio radical en la forma de hacer investigación» ya que «se combina un gran desarrollo tecnológico y un cambio cultural hacia la apertura y la colaboración».
Respecto a los beneficios que ofrece la ciencia abierta, Méndez ha señalado «una mayor colaboración e interdisciplinariedad, mayor rapidez en la transmisión de resultados de investigación, mayor participación de la sociedad en los procesos científicos y mayor calidad y transparencia de todo el ciclo científico, fomentando la reproductibilidad y la confiabilidad en la ciencia».
En relación a las herramientas utilizadas, ha subrayado que «son muchas las infraestructuras que ayudan en este proceso», entre las que ha mencionado «Open Notebooks y diversos entornos para compartir la investigación, hasta repositorios de publicaciones y datos, pasando por la European Open Science Cloud (EOSC)» que es, «junto a la plataforma de publicación en abierto Open Research Europa (ORE), las apuestas más grandes como facilitadores de esta apertura».
Cuestionada por qué lugar ocupa la ciencia abierta en España respecto a Europa, la ponente ha observado que «estamos a punto de sacar la Primera Estrategia de Ciencia Abierta (ENCA), mientras que Francia ha publicado su segundo plan nacional para la Open Science, siendo el primero de 2018». «Estamos, más o menos tres años por detrás de países como Francia, Holanda, Finlandia e Irlanda, pero creo que despegaremos pronto», ha apostillado.
Desde el punto de vista de la vicerrectora, las líneas que se deberían trabajar para hacer más accesibles los conocimientos científicos son «los incentivos, el sistema de reconocimiento» y «otro aspecto fundamental es la formación, que los investigadores sepan cómo y qué tienen que hacer» para lograr «eliminar los malos entendidos y falsos amigos, como que para publicar en abierto la única forma es pagando».
Méndez ha destacado el papel «crucial» de las Universidades respecto a la ciencia abierta ya que «son unas de las organizaciones más importantes donde se realiza la investigación, por lo que es fundamental que haya un compromiso real con la ciencia en abierto».
Para concluir, la vicerrectora ha manifestado que «falta comprensión» global de lo que significa la ciencia abierta y «aún hay muchos malos entendidos». Ha resaltado que hay «una inercia irracional que implica un abrazo mortal al que nos sometemos los investigadores con las editoriales científicas y los financiadores», refiriéndose a que «en la sociedad digital seguimos haciendo, publicando, financiando y evaluando la ciencia igual que el siglo pasado, pero estamos a punto de romper ese estancamiento».