Cómo afrontar las consecuencias del uso del amianto, aún presente en multitud de materiales con los que convivimos, para la salud de las personas y para el medio ambiente, es el tema elegido para el II Congreso Internacional sobre Macrocriminalidad, organizado por el Grupo Internacional e Interdisciplinario de Investigaciones sobre la Criminalidad (GI³CRIM) de la Olavide y el Centro de Estudios Jurídicos Europeos sobre la Macrociminalidad (Macrocrimes) de la Università di Ferrara.
El Congreso, que se desarrolla hasta este miércoles en la sala de grados del edificio 7, ha sido inaugurado esta mañana por la vicerrectora de Investigación de la Universidad Pablo de Olavide, Antonia Jiménez, y por el decano de la Facultad de Derecho, César Hornero; junto a Pastora García, del grupo GI³CRIM, y Donato Castronuovo, del Centro Macrocrimes, como organizadores del simposio.
La vicerrectora de Investigación, Transferencia y Doctorado ha recordado el impacto de desastres que, como el causado por el amianto, se desarrollan de forma muy sutil y a lo largo del tiempo, lo que termina afectando a varias generaciones. Antonia Jiménez ha hecho hincapié en las múltiples facetas desde las que debe tratarse el problema, con el objetivo final de encontrar las mejores soluciones y que sean lo más justas posibles. Así, el Congreso, que cuenta con financiación del Plan Propio de Investigación de la UPO, incluye ponencias sobre las consecuencias generadas por el amianto desde el punto de vista del Derecho Penal, la Salud Pública, la Ingeniería, las políticas medioambientales y la justicia social.
Pastora García ha puesto de manifiesto con algunas cifras la magnitud del problema. “En Europa mueren más de ochenta mil personas al año por exposición al asbesto y todavía en 2019 dos terceras partes de la población mundial estaban en contacto con materiales que lo contienen, y que también son perjudiciales para el medio ambiente”.
César Hornero, decano de Derecho, ha felicitado a los organizadores por el Congreso y ha agradecido que este se celebre en el seno de la Facultad. “Un Congreso que afronta una cuestión real” ha declarado, y ha reivindicado de este modo que en la academia no solo se debate en torno al conocimiento per se, sino también sobre “problemas y peligros que acechan al hombre contemporáneo”.
No hay límites seguros para el amianto
El Congreso ha comenzado con la intervención de Yvonne Waterman, presidenta del European Asbestos Forum y experta en los esfuerzos que la sociedad debe realizar para librarse de la herencia del amianto. Waterman ha descrito las propiedades de este mineral, aislante frente al calor, la humedad y el ruido, resistente, flexible –lo que permite integrarlo fácilmente con sustancias muy diversas–, además de barato y abundante en la naturaleza por todo el mundo. Esto lo convirtió en un material idóneo para la construcción y las canalizaciones, pero no solo, pues está presente en miles de tipos de productos.
Pese a la prohibición de su uso, la experta ha recomendado “nunca ignorar el asbesto”, ya que el problema continúa debido al legado de muchos años, un problema que tenemos que afrontar y aprender cómo hacerlo de la mejor manera posible. Para ello, “crear conciencia es fundamental” y ha alertado de que no existen límites seguros en la exposición al amianto.