Investigación

Las personas mayores de Nervión-San Pablo, protagonistas de una investigación de la UPO y Zaintzen contra la soledad no deseada

Fruto de la firma de un contrato de asesoramiento científico-técnico entre las dos instituciones

De izquierda a derecha, Ángel Fernández Fernández, Rosa María Varela Garay, el rector Francisco Oliva Blázquez, Antonia Corona Aguilar y Alonso Montero Gallego.
De izquierda a derecha, Ángel Fernández Fernández, Rosa María Varela Garay, el rector Francisco Oliva Blázquez, Antonia Corona Aguilar y Alonso Montero Gallego.

Con el objetivo de incrementar el bienestar y la calidad de vida de las personas mayores en situación de soledad no deseada, investigadoras de la Universidad Pablo de Olavide han iniciado un proyecto de investigación, fruto de la firma de un contrato de asesoramiento científico-técnico entre esta universidad y Zaintzen S.A., empresa filial de Clece especializada en Servicios Sociales y gestora de Servicio de Ayuda a Domicilio del Ayuntamiento de Sevilla.

Francisco Oliva Blázquez, rector de la UPO, y Alonso Montero Gallego junto con Ángel Fernández Fernández, gerente y delegado de Zaintzen S.A. en Sevilla respectivamente, han presentado este estudio que combina la investigación y la intervención contando con la participación de la comunidad, poniendo en el centro a las personas en situación de soledad no deseada y a los y las profesionales que diariamente trabajan con ellas. Se trata de una experiencia piloto que se va a llevar a cabo en el distrito sevillano de Nervión-San Pablo, con la intención de extenderlo a otros territorios, y centrado en las personas mayores reconocidas con Grado de Dependencia I y II.

Rosa María Varela Garay y Antonia Corona Aguilar.
Rosa María Varela Garay y Antonia Corona Aguilar.

El equipo de investigación está compuesto por Rosa María Varela Garay, profesora responsable, y por Antonia Corona Aguilar, ambas docentes e investigadoras del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales de la UPO y miembros del grupo de investigación INDIS (SEJ-674) de Trabajo Social, Inclusión, Diversidad y Sostenibilidad.  La interlocutora de la entidad es Inmaculada Rodríguez González, trabajadora social y responsable de Coordinación del Servicio de Ayuda a Domicilio de Zaintzen.

En el acto también han estado presentes la investigadora principal del grupo INDIS, Rosa María Díaz Jiménez, junto a la investigadora de este mismo grupo, María Dolores Yerga Míguez, y la coordinadora de Servicios Sociales de Clece y filiales de Andalucía Verónica Plata.

Durante la presentación, el rector ha puesto en valor el objeto de este proyecto que conecta con los principios de la Universidad Pablo de Olavide, como son “la igualdad, la justicia y la protección a las personas más débiles y vulnerables”. Francisco Oliva también ha destacado la importancia de la transferencia de conocimiento y ha agradecido la confianza que Zaintzen ha depositado en la universidad y, en concreto, en las dos investigadoras que, con un “grado elevado de profesionalidad y conocimiento” van llevar a cabo el proyecto, “un trabajo cuyos resultados van a arrojar un poco de luz a un problema social preocupante cuyo abordaje es necesario”.

Por su parte, Ángel Fernández afirma que “este proyecto de investigación forma parte de un programa integral de atención y acompañamiento a la soledad en personas usuarias de los servicios de Ayuda a Domicilio que estamos implementando en Zaintzen”. El objetivo, señala el delegado de Zaintzen en Andalucía Sur Occidental, es que “las personas mayores continúen con su proyecto de vida formando parte activa de la sociedad y para ello, es fundamental luchar contra la soledad no deseada. Confiamos en que las conclusiones de este estudio sirvan para prevenirla”. Por último, Ángel Fernández destacó la labor de las auxiliares de ayuda a domicilio “quienes entran a diario en sus hogares y se convierten en agentes de detección de cualquier situación de vulnerabilidad que puedan sufrir”.

Alonso Montero, gerente de Servicios Sociales de Zaintzen en Sevilla, recordó que el fenómeno de la soledad no deseada “ha existido siempre de manera invisible y silenciosa, pero la pandemia del coronavirus visibilizó su magnitud”. Durante la investigación se valorarán factores objetivos -si viven solas o solos, si no tienen hijos, si están en situación de viudedad, etc.-, y “subjetivos vinculados a sus sentimientos, emociones y percepciones particulares que requieren de un conocimiento profundo de la persona y su historia de vida y donde las auxiliares serán clave”.

La lucha contra la soledad en la agenda de las políticas públicas de salud

Respecto a la importancia de llevar a cabo este estudio, Rosa María Varela destaca la necesidad de implementar políticas públicas ante el envejecimiento de la población y el aumento prospectivo de los costes de salud. “Un objetivo central de las políticas públicas de salud es el de disminuir el papel de los cuidados en hospitales respecto a los cuidados a domicilio, en particular, para las personas mayores. El hecho de que, en el futuro, una parte más importante de estas personas mayores que recibirán cuidados a domicilio también estarán solas y expuestas a la soledad destaca aún más la necesidad de situar la lucha contra la soledad en un lugar destacado en la agenda de las políticas públicas de salud”, señala Rosa María Varela.

El estudio, que tendrá una duración de 18 meses, parte de una muestra de 1217 personas reconocidas con Grado de Dependencia I y II, de las cuales se realizará un diagnóstico para poder detectar a las personas con soledad no deseada para posteriormente intervenir con recursos comunitarios centrados en la persona.

“La soledad se ha convertido en un problema social emergente y su percepción subjetiva ha experimentado un considerable aumento. Esto nos lleva, como profesionales de la intervención social y agentes del cambio social, a la obligación de conocer los determinantes y las variables que influyen en su aparición, así como promover y ofrecer una atención social detallada sobre sus consecuencias”, argumenta la profesora Antonia Corona.

El contrato de asesoramiento científico-técnico entre la Universidad Pablo de Olavide y Zaintzen S.A, para el diseño y seguimiento de la evaluación del ‘Proyecto piloto de investigación e intervención con personas dependientes que padecen soledad no deseada’, ha sido gestionado a través de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación de la UPO.

Soledad no deseada: uno de los principales problemas de salud pública del siglo XXI

El problema social de la soledad es una realidad en España, tal como sucede en los países del entorno. Los programas dirigidos a promover el bienestar de las personas mayores en comunidades autónomas y corporaciones locales están incorporando la realidad de la soledad no deseada y desarrollando acciones de intervención que están creando la masa crítica necesaria para la creación de una estrategia nacional.

En 2018, España se incorporó a la corriente europea que impulsa las estrategias nacionales y planes de acción dirigidos a dar visibilidad social, fuerza institucional y orientación operativa a las políticas de prevención y lucha contra la soledad no deseada, aunque, aún, España no cuenta con un Plan Nacional en prevención de la soledad, si van surgiendo iniciativas públicas. La comunidad andaluza cuenta con el Protocolo para la Detección de la Soledad no Deseada de las Personas Mayores en Andalucía (2021), y el I Plan Estratégico Integral para Personas Mayores en Andalucía 2020-2023.

“La soledad atraviesa todas las capas de la sociedad, si bien es posible identificar ciertos grupos con mayor vulnerabilidad debido a sus características sociodemográficas. Entre estos grupos, destacan especialmente las personas mayores, quienes enfrentan un aumento en la esperanza de vida y cambios significativos en sus condiciones de vida, particularmente aquellos en situación de dependencia. Es evidente que la dependencia para llevar a cabo actividades básicas diarias incrementa considerablemente el sentimiento de soledad”, explica la profesora de la UPO Rosa María Varela, quien resalta que, a menudo, “los servicios sociales se centran en aspectos como la alimentación, el aseo y la administración de medicamentos, dejando de lado la atención a la soledad, lo que puede llevar a la marginación”.

Investigaciones recientes resaltan la importancia de orientar el sistema de ayuda a domicilio hacia el fortalecimiento de la autonomía de las personas. “Los usuarios y las usuarias de estos servicios demandan, además del apoyo instrumental, una atención personalizada y acompañamiento para mitigar la soledad”, concluye la investigadora de la UPO.

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