La Ley de Igualdad que impulsó José Luis Rodríguez Zapatero ha cumplido 10 años desde su promulgación. En estos 10 años, su ejecución ha sido progresiva y lenta. Así lo ha indicado Lucía Méndez, periodista del diario El Mundo, quien considera “muy ingenuo pensar que se iba a convertir de la noche a la mañana en una igualdad real y absoluta. Creo que debemos ser un poco menos ambiciosos y pensar que si este es un cambio social inédito en la historia, necesita más tiempo evidentemente aunque no debemos de dejar de reivindicarlo”.

Para la periodista, es necesario “continuar trabajando mucho, seguir predicando y, por supuesto, mujeres y hombres tenemos una responsabilidad en la educación de nuestros hijos. Es fundamental educarlos en la igualdad, puesto que es la única manera de que nuestros problemas de igualdad se acaben resolviendo”.

Estas declaraciones las ha realizado Lucía Méndez en el marco del curso ‘La ley de Igualdad: diez años después’, dentro de la XV Edición de los Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide en la Sede Olavide en Carmona – Rectora Rosario Valpuesta. La periodista ha participado en una mesa redonda sobre “Medios de comunicación e igualdad”, junto a Lalia González-Santiago, adjunta al director editorial de Medios Regionales de Vocento en Andalucía y moderada por la también periodista María Esperanza Sánchez.

Méndez ha observado que “hay una desigualdad real en el acceso al mercado laboral, una desigualdad marcada ya no sólo por los sueldos, que parece claro que son en general más bajos en el caso de las mujeres, sino porque sobre las mujeres recae todavía la labor de crianza tanto de los hijos como de los abuelos”.

Asimismo, la analista del programa ‘Herrera en la Onda’ ha sostenido que mientras que los hombres no se hagan “corresponsables” de las labores del hogar, la educación de los hijos y el cuidado de los mayores “esa desigualdad será de origen y muy primitiva; y hasta que no se corrija no se podrá acceder en mejores condiciones al mercado laboral”.

En esta línea, los medios de comunicación tienen un papel fundamental en atajar esta problemática pero, según Méndez, “me parecería exagerado que seamos los responsables de que la Ley de Igualdad sea una realidad y no solo una ley. Los medios tenemos nuestra responsabilidad y pienso que efectivamente hay un déficit”. En cuanto al funcionamiento de los medios de comunicación, “hay muy pocas mujeres que estén en puestos directivos comparado con las mujeres que trabajan en los medios a pie de calle, por tanto, que la toma de decisiones sea mayoritariamente masculina también se traduce en los contenidos que los medios publican y la forma de enfocar las noticias”.

Para concluir, la periodista ha señalado que “las leyes pueden regular algunos temas sociales, pero no el comportamiento de una sociedad. Seguramente, la carencia de esta ley es que era muy ambiciosa, pero sus contenidos tienen más que ver con cambiar la mentalidad de la sociedad que con regular. Las empresas tienen que tener en sus consejos de administración mujeres pero si no hay una penalización, no les va a pasar nada. Realmente es muy difícil, puesto que aunque una ley cambie, que lo haga la mentalidad es más complicado. Tiene que ver con la educación y con las costumbres de un país”.