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José María Delgado «no asocia» la capacidad intelectual con estudiar ciencias o letras, pero admite «diferencias»

José María Delgado
José María Delgado en la sede de la UPO en Carmona

El profesor emérito del Departamento de Fisiología, Anatomía y Biología Celular de la UPO, José María Delgado, ha recalcado que «la capacidad intelectual no está asociada» a si se estudia ciencias o letras. No obstante, ha añadido que «puede haber ciertas diferencias», como las «constitucionales entre hombres y mujeres», pero que la «dedicación mental a una tarea o no viene desde el punto de vista de la educación».

El neurocientífico José María Delgado ha abordado el debate de ciencias o letras durante el curso ‘El cerebro y sus alrededores’, organizado por la UPO en Carmona (Sevilla), «Eso ha sido una batalla un poco absurda. Primero porque los científicos no son iletrados. De hecho, la mejor metáfora que pudo hacer ningún un poeta no la hizo un poeta, sino un científico. Un mecánico cuántico que dijo que el átomo podía ser igual que un sistema solar en pequeño».

«Eso es comparar una cosa inmensamente grande con algo inmensamente pequeño. Eso es una metáfora a la que luego le aplicó números y coeficientes», ha destacado Delgado, que en esta línea ha seguido diciendo que «el pensamiento poético sirve también para desarrollar ciencia».

«De imaginar situaciones inesperadas es de donde surgen las ideas. Tanto letras como ciencias sirven para desarrollar la humanidad, no es una competición», ha dicho.

A colación con la complicación que puede suponer la ciencia para alguien no avezado en ella, Delgado ha sostenido que «la ciencia se divulga poco». «Si lo comparas el número de horas que dedica la prensa al deporte, es casi ridículo», ha afirmado.

Además, ha indicado que «no se divulga al mismo nivel de precisión con que se explica un penalti en la pantalla». «No se ha inculcado en la gente el interés por debatir», ha dicho el director del curso ‘El cerebro y sus alrededores’, que ha añadido que «hay un gran déficit» y que la «sociedad vive de la ciencia», ha apuntado.

Con el fin de profundizar en la afirmación, Delgado no ha dudado en poner de ejemplo «la mecánica cuántica, que se empezó a estudiar a principios de siglo XX sin ningún medio».

«Todo lo que tenemos ahora, como móvil, electricidad o radio, es fruto de un tipo del estudio abstracto que empezaron a hacer unos cuantos investigadores que lo hacían gratuitamente y solo por saber», ha relatado.

Acerca de la potencialidad que tiene el cerebro humano y el aprovechamiento que se le pueda dar al mismo para desarrollarse por encima de la genética, J.M. Delgado ha aseverado que «con el cerebro que tenemos, lo que da lástima es que teniendo siete mil millones de habitantes en el planeta al final terminen pensando y decidiendo cuatro o cinco, por medio de la educación aborregada o de la información masiva de televisiones y medios que solo se centran en tonterías».

«Si le explicas a la gente la ciencia quedará maravillada de lo que se puede saber, no ya del universo, sino de uno mismo. Ya me dirás si no se podría cambiar a otro tipo de educación con la cantidad de cosas que se saben hoy en día, y no que se pierda el tiempo discutiendo horas y horas sobre si fue o no penalti», ha explicado el catedrático de la UPO.

Asimismo, ha comentado «creer que va todo unido» sobre la responsabilidad compartida que tienen sociedad y comunidad científica en la divulgación.

INVESTIGACIÓN: CONTROVERSIA Y NECESIDAD

En otro orden de cosas, cabe destacar que el científico sevillano se ha referido a la investigación con animales en los siguientes términos: «Quizás a la sociedad no se le han hecho llegar los beneficios que tienen ese tipo de trabajo. Quizás se puede hacer con menos animales y mejores condiciones, pero la sociedad debe pensar que enfermedades como la poliomelitis desaparecieron porque se hicieron vacunas haciendo experimentos en animales».

«También podríamos decir ‘no comemos animales y no comemos plantas’, por la que la sociedad tendría que encontrar su equilibrio sobre cuál es su sitio y así no abusar por un sitio y no abusar por otro», ha subrayado el profesor de la Universidad Pablo de Olavide.

Delgado, para concluir, ha hecho referencia a que en su laboratorio «hemos visto cómo se organizan los sistemas motores, como es el movimiento del ojo y la lengua». De otra parte, no ha querido dejar pasar que «luego estudiamos en otra etapa mecanismos de aprendizaje, como es el asociativo, de poner en relación cosas, de asociar estímulos en el tiempo o ver cómo cambia el comportamiento con las consecuencias».

«Por ejemplo, si uno aprieta una palanca y recibe un choque eléctrico no la volverá a tocar, mientras que si toca la palanca y le cae un regalo lo volverá a hacer», ha apostillado el docente, que a su vez ha indicado que la principal complicación que se encuentra el mundo de la investigación científica es de carácter económica.

 

Curso 2024/25