Los vinos de Jerez responden no solamente a un marco natural muy concreto; a un suelo y unas condiciones climáticas específicas -como todos los vinos- sino también a unas prácticas tradicionales que responden a circunstancias históricas y que se han mantenido en el tiempo. “Aportan por tanto una especificidad que les ha dado notoriedad internacional y que supone su gran oportunidad en un mundo de los vinos y las bebidas alcohólicas de calidad en el que se busca la diversidad y se premia la diferenciación” según César Saldaña.