Entrevista

«La generación de conocimiento es imprescindible para el progreso de la sociedad»

Entrevista a Bruno Martínez Haya, vicerrector de Investigación y Transferencia de Tecnología de la UPO

Bruno Martínez Haya
Bruno Martínez Haya es vicerrector de Investigación y Transferencia de Tecnología

En medio de un clima de crisis y recortes por doquier, la Universidad Pablo de Olavide vuelve a ocupar el segundo lugar en el ranking 2011 de productividad en investigación de las universidades públicas españolas, publicado en la revista Psicothema y realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Granada. Bruno Martínez Haya, vicerrector de Investigación y Transferencia de Tecnología, nos habla en esta entrevista de lo que supone este importante reconocimiento, a la vez que hace un llamamiento ante la grave situación que atraviesa el tejido investigador español

La UPO es por segundo año consecutivo segunda en productividad científica a nivel nacional ¿qué supone este reconocimiento?

Este reconocimiento supone la constatación de la calidad y vocación de nuestra comunidad investigadora y del acierto de la política de la UPO desde sus comienzos en atraer grupos de prestigio y otorgar a la vez confianza y responsabilidad a los investigadores e investigadoras jóvenes. Nuestra elevada productividad es, en gran medida, fruto de la autoexigencia de este colectivo y del impulso de líneas emergentes en ámbitos científicos estratégicos. Debo asimismo resaltar la dedicación con la que se gestiona la investigación y la transferencia tecnológica en nuestra universidad.

¿Qué aspectos destacaría de la investigación que se desarrolla en esta universidad?

La UPO se caracteriza por la juventud de su plantilla investigadora y por el equilibrio entre los grupos emergentes y los más consolidados. Otra principal fortaleza es nuestro modelo de campus unificado, en el que las distintas disciplinas científicas están en continua interacción. Que un químico-físico como yo colabore con biólogos en diversos proyectos y que comparta asignatura con dos antropólogos en un máster en medioambiente no es casualidad, sino un botón de muestra del carácter pluridisciplinar de nuestros programas de doctorado y proyectos de investigación. A todo esto añadiría nuestra capacidad para atraer investigadores de talento a nivel tanto predoctoral como postdoctoral.

En la situación actual de crisis económica, ¿en qué medida afectan a la UPO los recortes en I+D+i?

Me preocupa especialmente que la carrera académica e investigadora esté en la actualidad truncada por la discontinuidad en las convocatorias de plazas de PDI. Esta situación deja sin referente a los colectivos de mayor proyección investigadora: estudiantes de doctorado, ayudantes doctores, investigadores postdoctorales, grupos emergentes liderados por investigadores Ramón y Cajal, etc. La pérdida de este capital humano debe evitarse a toda costa. Por otra parte, los grupos emergentes deberán enfrentarse a un repentino incremento de la competitividad en las convocatorias de proyectos debido a la disminución de fondos. No menos importante es el hecho de que, aun habiéndose captado fondos por parte de los grupos, la ejecución de los proyectos se está viendo enormemente dificultada por los problemas de liquidez a los que está siendo sometido el sistema público universitario.

¿Cómo afronta la Universidad Pablo de Olavide esta situación?

Afrontamos la situación de crisis con la confianza de contar con una comunidad investigadora productiva y bien posicionada a nivel nacional y, cada vez más, también a nivel internacional. Desde el gobierno de la universidad trabajamos en la protección de nuestro personal PDI y PAS ante las políticas restrictivas que nos toca acometer, y nos esforzamos por poner en valor nuestro alto nivel investigador ante las administraciones regional y nacional, reclamando un modelo de asignación de recursos basado en la calidad y no solo en el tamaño de las universidades. A nivel interno, nos proponemos mejorar la gestión integral de la investigación y aliviar en lo posible los problemas de liquidez económica. Finalmente, la Olavide se ha dotado de un Plan Propio de Investigación bien estructurado, el cual vamos a proteger ante la crisis reforzando las acciones enfocadas a posicionarnos lo mejor posible en el nuevo Plan Estatal de Investigación y en el inminente Horizonte 2020 que definirá el espacio europeo de investigación para los próximos años.

¿Con qué argumentos defendería la necesidad de invertir en investigación?

El retorno que genera la inversión en I+D es enorme, aunque a menudo no se valora en su justa medida. La ciencia es rentable social y económicamente. Y lo es tanto a corto como a medio y a largo plazo. La generación de conocimiento es imprescindible para el progreso de la sociedad, y no me refiero solo a progreso tecnológico. El efecto de la actividad científica más palpable en el corto plazo es la formación de jóvenes investigadores y emprendedores, cualificados para incorporarse al tejido productivo y liderar el desarrollo social.

Según su opinión, ¿qué efectos tendrán los recortes en I+D+i en la educación?

La crisis está obligando a la sociedad a volver la vista hacia la formación y la cualificación. El modelo de crecimiento previo a la crisis fomentaba más el enriquecimiento económico rápido que la capacitación de los jóvenes. Lamentablemente, a la vez que se revaloriza socialmente la educación en todas las etapas de la vida, los recortes están llevando al sistema educativo al límite de la sostenibilidad, desde la educación infantil y primaria hasta la universitaria. Y los recortes en este ámbito son consecuencia tanto de la crisis como de las políticas desacertadas de los gobiernos.

27 de junio – 19:30 h