A finales de noviembre del pasado año, Laura López de la Cruz, profesora de Derecho Civil de la UPO, fue nombrada vicepresidenta ejecutiva de las Fundaciones de la Universidad Pablo de Olavide. Asumir este nuevo cargo es para ella un importante reto profesional, consciente de la responsabilidad que significa, pero al que llega con la ilusión de impulsar nuevos proyectos y actividades que permitan consolidar a las Fundaciones, y convertirlas en el instrumento estratégico de comunicación entre la Universidad y las empresas e instituciones andaluzas. A lo largo de esta entrevista, la nueva vicepresidenta ejecutiva, vinculada a esta Universidad desde 1999 y doctorada por la UPO dos años después, nos explica las líneas de actuación de las Fundaciones, las iniciativas que promueven y cómo se adaptan a los cambios exigidos por la sociedad.
¿Cuáles son los nuevos retos a los que se enfrenta al asumir su cargo como vicepresidenta ejecutiva de Fundaciones?
Nuestro principal reto es posicionar las Fundaciones en el tejido productivo local y regional, convirtiéndonos en el instrumento estratégico para que las empresas se acerquen a la Universidad. Queremos conseguir que las empresas e instituciones andaluzas se asomen a nuestras aulas movidas por el interés de encontrar en ellas profesionales de primera fila, con un alto nivel de cualificación, capaces de interpretar y dar respuesta a los desafíos emergentes de nuestra sociedad. De esta manera, seremos útiles tanto a nuestros estudiantes y egresados como a las empresas, respondiendo a las demandas de cada uno de ellos.
¿Qué proyectos tiene previsto poner en marcha?
Queremos fomentar la cultura emprendedora entre nuestros estudiantes, para que valoren el autoempleo como una opción sólida de acceso al mercado laboral, asesorando profesionalmente a aquellos universitarios que tengan una idea de negocio con el objetivo de guiarlos y ayudarlos en la puesta en marcha de su empresa. Además, queremos poner en marcha nuevas actividades formativas específicas y de formación in company, con el objetivo prioritario de formar a expertos profesionales en distintas áreas.
Pero también, continuaremos trabajando en las actividades ya consolidadas de nuestras entidades como son las prácticas externas en empresas, la gestión de la oferta formativa de títulos propios de la UPO, la orientación laboral de los estudiantes, la celebración de jornadas y encuentros que acerquen la realidad empresarial a la Universidad y el fomento de actividades culturales, docentes y de investigación. Asimismo, también nos parecen importantes los programas de movilidad internacional, ya que responden a una de las principales demandas de los jóvenes universitarios. Por ello, estamos trabajando para obtener los recursos necesarios y promover convenios con empresas europeas.
Desde su punto de vista, ¿qué función tienen que cumplir las fundaciones universitarias en la sociedad actual?
La principal función de estas fundaciones debe ser impulsar la transparencia, el buen gobierno y la responsabilidad social corporativa. Debemos dirigir todos nuestros esfuerzos hacia una gestión trasparente, impulsando los controles necesarios para garantizar una correcta gestión de los fondos públicos.
Debemos resaltar también su papel fundamental como puente para transferir conocimientos y personal cualificado a las empresas y la sociedad. Con ello, lograremos una sociedad más eficiente, con empresas más competitivas y que generarán empleos de calidad. En este sentido, es necesario apostar por el fortalecimiento de los vínculos entre el mercado y la Universidad, siempre desde nuestros principios de vocación social y compromiso con nuestros estudiantes y egresados.
Con respecto a las Fundaciones de la UPO, en 2001 se constituye la primera de ellas, la Fundación Universidad-Sociedad, ¿qué iniciativas adopta esta Fundación para favorecer la incorporación de sus estudiantes en el mercado laboral?
En este sentido, la Fundación ha impulsado numerosas actividades y proyectos en torno a tres pilares fundamentales: complementar la formación de todos sus estudiantes y titulados, gestionar prácticas en empresas que les acerquen al mundo empresarial y favorecer su futura inserción laboral a través de distintos proyectos y programas de orientación profesional y fomento de la cultura emprendedora. De hecho, el pasado curso académico gestionamos 94 cursos en los que participaron 2.162 alumnos, se concertaron 2.527 prácticas en empresas, se firmaron 410 nuevos convenios con empresas e instituciones nacionales e internacionales y se organizaron jornadas y encuentros para fomentar el empleo y la creación de empresas, como por ejemplo, la I edición de Encuentros para el Empleo en los que participaron doce entidades de reconocido prestigio y de diferentes sectores, un foro que tuvo muy buena respuesta entre nuestros estudiantes y del que actualmente estamos preparando la segunda edición para el próximo mes de abril.
¿Qué otras actividades realiza la Fundación Universidad-Sociedad dirigidas tanto a los universitarios como a las empresas?
Además de las actividades mencionadas, desde la Fundación se trabaja para ofrecer el mejor servicio a los estudiantes extranjeros a través del Centro Universitario Internacional. Por otro lado, también facilitamos la práctica deportiva entre la comunidad universitaria y promovemos programas de colaboración e inserción social a través de la Residencia Flora Tristán.
Asimismo, ponemos a disposición de las empresas y entidades que lo soliciten los espacios de la Universidad Pablo de Olavide para la realización de actividades extraacadémicas y eventos de distinta naturaleza como congresos, seminarios, pruebas selectivas, etc., ofreciéndoles todos los medios técnicos necesarios para garantizar el éxito de su evento.
Por último, las Fundaciones cuentan con el apoyo de las instituciones públicas que integran su Patronato para impulsar algunas de sus iniciativas, ¿de qué actividades se trata?, y ¿cree que afectará de alguna manera la actual situación económica en las actividades que estas entidades tienen previsto promover durante este año?
Desde las Fundaciones se promueven y financian actividades académicas, investigadoras y culturales de la Universidad Pablo de Olavide. Algunas de estas actividades son los Premios al Rendimiento Académico de la UPO o el apoyo a la movilidad académica y profesional.
Además, la Fundación de Municipios Pablo de Olavide impulsa actividades en apoyo del desarrollo educativo e investigador. Actualmente está abierto el plazo para participar en una nueva edición del “Premio de Ensayo Pablo de Olavide: El Espíritu de la Ilustración” y a finales de año, celebraremos la décima edición de los Premios Extraordinarios de Bachillerato.
Para todo ello, es esencial el apoyo de las administraciones públicas que tienen representación en nuestras Fundaciones, y debemos reconocer que a pesar de las dificultades, están muy comprometidas con nuestro valores y las actividades que impulsamos. De hecho, la próxima semana firmaremos un convenio con la Fundación Cajasol mediante el cual renovamos un año más su colaboración con nuestros proyectos.