Entrevista

Juan Vázquez: “El trabajo que realizamos con el alumnado con diversidad funcional en la UPO merece la pena”

El técnico del Servicio a las Personas con Diversidad Funcional de la Universidad Pablo de Olavide, Juan Vázquez Garrido, pone en valor el compromiso de su institución en la atención a las personas con diversidad funcional

Con motivo del Día Internacional de las Personas con Diversidad Funcional, entrevistamos a Juan Vázquez Garrido, técnico del Servicio a las Personas con Diversidad Funcional (SADF) de la Universidad Pablo de Olavide. Licenciado en Psicología, Psicopedagogía y Bellas Artes, Juan  Vázquez destaca la implicación y el compromiso con las personas con diversidad funcional de todos los sectores de la Universidad, institución en la que trabaja desde el año 2006.

¿Qué ofrece al alumnado el Servicio a las Personas con Diversidad Funcional de la UPO?

El SADF se encarga de diseñar conjuntamente con la persona con diversidad funcional los apoyos y adaptaciones que tiene que realizar la Universidad en el ámbito de la UPO. En la comunidad universitaria, los estudiantes son el colectivo que directamente atendemos. En relación con PAS y PDI, lo realiza Prevención de Riesgos Laborales en coordinación con el SADF.

 ¿Y al profesorado?

A nivel grupal, mediante formación del PDI, cada curso académico se desarrolla una formación específica para el profesorado en el ámbito de la atención a la diversidad. Este curso tiene un formato atractivo y útil, puesto que se abordan las principales tipologías de diversidad funcional en la UPO. En primer lugar, se traen expertos en cada área y después un estudiante de la UPO con las características de la tipología explicada cuenta su experiencia en primera persona y explica al profesorado su visión personal del proceso enseñanza-aprendizaje. Para el PAS también realizamos un curso con la misma estructura, pero enfocado a la atención a personas con diversidad funcional desde la Administración.

 ¿Cuál es la filosofía del SADF?

En el servicio tratamos de aplicar la perspectiva de la atención a la diversidad desde una Administración pública como es la Universidad. Esto requiere la aplicación de la normativa vigente conjuntamente con unos principios de actuación que en ocasiones son difíciles de congraciar. Desde el SADF tenemos a la persona como protagonista, en su formación y en la toma de decisiones sobre su plan personal en la UPO. Pero también tenemos que garantizar los apoyos desde la equidad y calidad de gestión públicas. Los principios que aplicamos son los de normalización de la diferencia en lo grupal y en el entorno de la UPO, individualización de los apoyos para cada persona con diversidad funcional.

 ¿Cuál cree que es el principal valor y utilidad de este servicio?

Pienso que uno de los principales valores es el de integrar perspectivas personales de la persona usuaria con diversidad funcional con la perspectiva del docente o con la perspectiva de la administración, según cada caso, y dentro del marco institucional de la Universidad Pablo de Olavide.

 Desde que en 2008 se iniciara la atención a las personas con discapacidad en la UPO ¿qué cambios se han experimentado?

Podemos hablar de grandes cambios. Un cambio de sistema, de discapacidad a diversidad funcional. Un cambio de actitud, dando el protagonismo y la toma de decisiones a la propia persona con diversidad funcional. Un cambio de ecosistema, la mejora general de la gestión de la UPO hace que los beneficiarios sean las personas con discapacidad. Un ejemplo sería el uso de los medios digitales en la administración y la docencia. El uso de las TICs facilita a accesibilidad, aunque no la asegura. Por otro lado, también podemos hablar de un cambio en plano del campus de la UPO con las mejoras de la accesibilidad e itinerarios para las personas con discapacidad. La continuación del primer plan de atención a la discapacidad con el II Plan de Accesibilidad e Inclusión de la diversidad funcional en el ámbito de la Universidad Pablo de Olavide. Una extensa red de colaboración creada con asociaciones, entidades y administraciones públicas relacionadas con la diversidad funcional. El apoyo a estudiantes gran dependientes mediante la gestión del servicio de apoyo personal. El servicio de intérprete de lengua de signos para los estudiantes con diversidad funcional auditiva de lengua de signos española…

¿Qué retos considera que quedan pendientes?

Dotar de más recursos de personal y productos de apoyo al SADF. Continuar con la formación al PDI y al PAS en atención a la diversidad funcional. Dotar de becas específicas a personas con discapacidad. Dotar de transporte adaptado a personas gran dependientes de la comunidad universitaria. Establecer un sistema que permita a la UPO cumplir con el porcentaje de reserva de plazas para personas con discapacidad en el PDI. Y mejorar la movilidad internacional de nuestros estudiantes en coordinación con Erasmus y otras convocatorias de movilidad internacional.

 ¿En qué es pionera la Universidad cuando hablamos de atención a las personas con diversidad funcional?

En mi opinión, la UPO tiene un potencial enorme para ser una Universidad totalmente accesible por su estructura, tamaño y campus único, pero carece de recursos propios suficientes para lograrlo actualmente. En relación con la atención a las personas gran dependiente y las personas usuarias de lengua de signos se ofreció este servicio desde sus inicios. El apoyo a estas personas por parte de la Universidad es imprescindible para poder estudiar en la UPO. En este sentido, estoy muy agradecido a todas aquellas personas que han trabajado y apoyado durante estos años, especialmente a quienes lo hacen en la actualidad.

¿En qué detalles, vinculados a su área de trabajo, puede observarse el compromiso social de la Universidad Pablo de Olavide?

El II Plan de Accesibilidad e Inclusión de la Diversidad funcional en el ámbito de la Universidad Pablo de Olavide es una muestra del compromiso del equipo de Gobierno de la UPO por las personas con diversidad funcional. La comunicación y excelente actitud de los compañeros y compañeras del PAS en la gestión de los casos de personas con diversidad funcional dentro de la UPO facilitan la atención a la diversidad en nuestra Universidad. Puesto que en el caso de encontrarnos con una cultura y un tamaño de universidad diferente me encontraría con multitud de barreras que como mínimo alargarían los procesos administrativos con posible resultado del ‘maltrato institucional’ a las personas con diversidad funcional. La actitud y ganas de aprender por parte del PDI hace que las adaptaciones solicitadas por los estudiantes se ajusten a su proceso de enseñanza-aprendizaje. También la tolerancia y el respeto del profesorado por los estudiantes con diversidad funcional con situaciones más complejas hace que los posibles conflictos se vean como retos y no como problemas. Desde el Vicerrectorado de Cultura y Compromiso Social, desde la Unidad de Cultura y Participación Social han apoyado, facilitado y apostado por el modelo de atención que tenemos en la actualidad, sin las facilidades y la libertad para el desarrollo del trabajo del SADF por parte de mis responsables, así como compañeros y compañeras sería imposible la calidad de la gestión que se realiza.

¿Qué proyectos de referencia de otras universidades o instituciones considera ‘inspiradores’ en materia de atención a la diversidad funcional?

Mediante el programa ERASMUS para PAS y PDI he realizado dos estancias en universidades europeas, una en la Sorbona y otra en la Universidad de Wraclaw. En ambos casos la comparación de la situación y recursos de nuestra Universidad es significativa, puesto que la legislación en nuestra Comunidad Autónoma facilita y regula la situación de las personas con discapacidad y con necesidades educativas especiales en el marco de la Universidad. No obstante, los recursos de los que disponen en ambas Universidades son mucho mayores en comparación de ratios de personal y recursos disponibles.

En España la institución que marca la diferencia con respecto a otros países del mundo es claramente la ONCE.

Por otro lado, las pequeñas asociaciones de familiares y los profesionales que trabajan en el día a día con las personas con discapacidad, especialmente las personas con discapacidad intelectual y las personas con algún diagnóstico de discapacidad psíquica, tienen que desarrollar un esfuerzo para mejorar la calidad de vida que tiene toda mi admiración y respeto. Me he encontrado con grandes profesionales con una dedicación admirable e inspiradora para mi propio trabajo.

También destacaría los Servicios Sociales Comunitarios y especialmente al Sistema de Salud Mental pública que, pese a encontrarse desbordados, continúan con el trabajo. El Sistema Educativo Público en Andalucía recibe muchas críticas pero nuestros estudiantes con diversidad funcional se matriculan en primer curso de Grado o Postgrado porque anteriormente han pasado por un sistema que como mínimo los atendió adecuadamente para poder elegir la UPO como destino vocacional. Todo con el imprescindible apoyo de sus familias.

 ¿Cuál ha sido la mayor satisfacción en estos años de trabajo?

Sin duda, hay dos aspectos muy satisfactorios para mí: el inexistente abandono de los estudios de nuestros y nuestras estudiantes con diversidad funcional y la graduación. El trabajo realizado merece la pena en cada uno y cada una de ellas.