Entrevista

“Como indígenas no solo trabajamos la conservación, sino también el entendimiento entre el ser humano y la conservación de la naturaleza”

Entrevistamos al presidente de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes de Perú (FENAMAD) y Premio Ambiental Goldman 2007 Julio Cusurichi, tras su participación en la jornada ‘La Amazonía y los pueblos originarios amazónicos ante el cambio global’, celebrada en la Universidad Pablo de Olavide

Julio Cusurichi en el campus de la UPO

Julio Cusurichi es un líder indígena implicado en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas amazónicos en la región peruana de Madre de Dios, donde se encuentran siete grupos étnicos y 38 comunidades afiliadas a la Federación Nativa del río Madre Dios y Afluentes (FENAMAD), que consta, a su vez, de dos organizaciones intermedias que articulan a los pueblos del Alto y Bajo Madre de Dios. Preside esta institución creada en 1982 por hombres y mujeres de las comunidades indígenas para preservar el legado cultural de estos pueblos, defender los derechos de sus habitantes e impulsar acciones encaminadas a alcanzar el bienestar de estas sociedades. En el año 2007, Julio Cusurichi fue galardonado con uno de los premios más prestigiosos en el ámbito medioambiental, el Premio Goldman, un reconocimiento que le ayudó a situar la problemática de los pueblos indígenas en el panorama internacional.

¿Cuál es el principal problema que tienen los pueblos indígenas de la región de Madre de Dios en Perú?

Uno de los principales problemas son las amenazas a nuestro territorio y la necesidad de garantizar nuestros derechos territoriales, frente a los intereses económicos de agentes foráneos que intervienen en las áreas indígenas, superponiendo, por ejemplo, concesiones mineras que gestionan terceras personas y que depredan nuestros bosques. Por eso es importante trabajar con las propias comunidades a través de ‘planes de vida’ para que los pueblos indígenas puedan planificar su futuro a corto y medio plazo, y proponer alternativas económicas a la depredación, para garantizar el mantenimiento del medio, pero también unas buenas condiciones de vida para los pueblos indígenas.

¿Cuál es la reacción de las comunidades y del Gobierno?

Las comunidades defienden sus territorios, pero en muchos casos son denunciadas por defenderlo. Tenga en cuenta que los usurpadores y mineros tienen mucho más aval de las autoridades judiciales por el simple hecho de tener más dinero. Las comunidades, al no ver apoyo de las autoridades,  se ven obligados a actuar y aplicar la justicia en su ámbito jurisdiccional retirando a los invasores, produciéndose enfrentamientos y denuncias por parte de los propios mineros. Es un tema muy preocupante.

Y no es el único problema al que se enfrentan las comunidades…

Desde luego. Otro tema también preocupante es el de los pueblos indígenas en aislamiento. El objetivo de FENAMAD es asegurar un espacio territorial para que las vidas y derechos de sus habitantes estén garantizados. Sin embargo, la misma pretensión del gobierno de hacer carreteras para extraer madera y otros recursos está atentando contra la vida de estos pueblos. FENAMAD, después de agotar varios procesos a nivel de Madre de Dios y del Perú, ha presentado una medida cautelar en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Cada año tenemos reuniones de trabajo con la Comisión porque el Gobierno peruano indica que este proceso debe archivarse pero nosotros demostramos lo contrario porque no se ha asegurado todavía la vida de estos pueblos. Se tienen que trabajar políticas claras para garantizar la seguridad de estos hermanos indígenas en aislamiento. Son humanos igual que nosotros y, seguramente, con muchos más derechos, ya que éste ha sido su territorio ancestral.

Perú ha firmado el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, pero, sin embargo, al propiciar carreteras que pasarían por parques nacionales y por territorios de pueblos indígenas en aislamiento no estarían cumpliendo con el derecho previo a la consulta y estaría incumpliendo los estándares ambientales que ha firmado el estado peruano. Nosotros hemos presentado una queja ante la Secretaría Ambiental de Estados Unidos y nos está dando la razón porque el gobierno peruano no estaría cumpliendo con su obligación que es consultar con las propias comunidades.

Usted fue galardonado con el Premio Ambiental Goldman en el año 2007. ¿Qué ha significado en su lucha?

Este premio ha sido muy importante para poner nuestra voz en la agenda internacional y dar a conocer los graves problemas que sufren los pueblos indígenas en el mundo y especialmente en el Perú. Ha contribuido de una forma fundamental a que nuestra organización sea visibilizada e invitada en foros internacionales. Y esto es cada vez más necesario porque los problemas que enfrentamos son problemas globales.

Además de iniciativas para la protección de los derechos de los pueblos, ¿qué otros proyectos están llevando a cabo desde las comunidades indígenas?

Una de las cuestiones más importantes en estos momentos es impulsar una red indígena amazónica. A través de nuestra unidad técnica que es el ECA Amarakaire. En el mundo se habla mucho de la Red Mas y de la Red Plus, pero vemos que el único interés es el mercado a través de la venta de cuotas de carbono, sin tener en cuenta a los pueblos que vivimos en la Amazonía. Por eso es necesario potenciar la propuesta de AIDESEP y el ECA Amarakaire con la visión de la Red Indígena Amazónica, como alternativa local a las propuestas que nos llegan de fuera. En ese sentido estamos fomentando la participación de la FENAMAD en instituciones internacionales, como la UCN (Unión de la Conservación de la Naturaleza) de la que también formamos parte. Una organización en la que desde el 2016, a partir del congreso de Hawai, no solo participan los estados y organizaciones no gubernamentales, ahora también estamos representados los pueblos indígenas. Es necesario trabajar la conservación, ahora bien, también lo es preservar nuestros derechos territoriales y garantizar el futuro para los pueblos que viven en la Amazonia, porque además ambos aspectos están muy relacionados.

¿Qué nivel de integración tiene la visión de los pueblos indígenas en la gobernanza del territorio?

FENAMAD trabaja con una filosofía muy integradora con las diferentes comunidades indígenas y por eso ahora consideramos prioritario potenciar la articulación de estas comunidades en pueblos y naciones indígenas. Nuestra Constitución habla de comunidades nativas, pero eso fragmenta a los pueblos y dificulta una defensa integral del territorio frente a las presiones externas. Por ello es fundamental integrar a estas comunidades como nacionales indígenas. No puede seguir sucediendo que sean agentes externos los que impongan sus políticas sin contar con nuestros pueblos. La conservación no puede estar enfrentada a nuestros derechos como así ha sucedido en la declaración de algunos espacios de áreas natural protegidos, superpuestos a los territorios indígenas. De hecho, son cada vez más voces las que reclaman que la gobernanza de estos territorios debe contar con la participación de los pueblos indígenas, como propone la relatora de Naciones Unidas Victoria Tauli-Corpuz. Ella recomienda que se debe hacer una gobernanza con los actores que forman parte del territorio y estamos trabajando en ello. Aunque hay una pequeña resistencia de los gobiernos, en este caso de Perú, se está demostrando que el mejor camino es el de la cooperación con los pueblos indígenas.

En lo que respecta a la situación sanitaria ¿considera que se ha avanzado en garantizar la cobertura  en las comunidades indígenas?

Hay todavía muchas dificultades. Existes comunidades que no tienen puesto de salud Si hay medicamentos, no hay técnicos; si hay técnicos no hay medicamentos… Es un tema muy serio, por no hablar de la contaminación por mercurio. Existen estudios científicos que muestran que en comunidades alejadas de la actividad minera los habitantes están mucho más afectados por mercurio que en las zonas propiamente mineras. ¿Cómo es posible? Pues tiene una explicación. Los mineros no comen alimentos de esta zona, no beben el agua de allí. Sin embargo, los pueblos indígenas sí lo hacen. Los peces siempre surcan hacia arriba y la dieta alimentaria de las comunidades se sustenta en el pescado. Es un tema que nos preocupa mucho. Es por eso que solicitamos a nuestro gobierno proyectos que permitan asegurar la alimentación saludable de nuestros pueblos.

¿Cuál es el papel del gobierno regional en este escenario?

Han pasado muchos gobiernos regionales y casi nunca hemos tenido gobiernos  que ayuden a las comunidades. Ahora tenemos un gobierno regional que, al menos, parece que nos apertura un espacio para dialogar, conversar…Estamos trabajando con ellos. Incluso los aliados que son algunas asociaciones ambientalistas o fundaciones ya están acercándose a cooperar con el gobierno regional. Ahora bien, solicitamos que estos apoyos lleguen directamente a las comunidades nativas y no se queden simplemente en gastos operativos que no acaban redundado en beneficio de las comunidades.

¿Es la primera vez que hay una postura aperturista por parte del gobierno regional?

Hay un planteamiento aperturista, pero estamos vigilantes, es necesario atender ya a nuestras comunidades por lo que vamos a dar un tiempo, pero si no cumplen con nuestros pueblos convocaremos a las bases para reivindicar nuestros derechos tanto territoriales como los que están relacionados con la seguridad alimentaria.

Por último, desde que comenzó la colaboración con la Universidad Pablo de Olavide a través del profesor José María Valcuende, del Departamento de Antropología Social, Psicología Básica y Salud Pública en el año 2006, FENAMAD ha apoyado todos los proyectos que se han presentado desde la Universidad. ¿Qué importancia tiene participar en estas jornadas que se están celebrando sobre los pueblos del Amazonas ante el cambio global?

Para nosotros es fundamental dar a conocer nuestras reivindicaciones y que los aliados apoyen las iniciativas de la FENAMAD. Es importante que los aliados no solo nos visiten, deben escucharnos también sin intermediarios para que podamos hablar con nuestra propia voz. Estas jornadas pueden contribuir a dar a conocer la realidad de los pueblos amazónicos y los problemas que se viven en nuestros territorios. No nos olvidemos que en la Amazonía no solo nosotros nos jugamos la supervivencia de los pueblos indígenas, también nos jugamos la supervivencia de la vida en el planeta. Todo eso para por reconocer que han sido precisamente los pueblos indígenas los que han garantizado el mantenimiento de estos territorios. Nosotros debemos jugar un papel protagonista en todas las decisiones que afecten a esta zona y a los pueblos que viven en ella.

Más información:

La Amazonía y los pueblos originarios amazónicos ante el cambio global

Federación Nativa de Madre de Dios

OLAVIDE EN CARMONA

Cursos de Verano (logo)