“Nos gusta pensar que somos el servicio gestor de oportunidades en el ámbito de la internacionalización”

¿Qué funciones tiene el Área de Relaciones Internacionales y Cooperación? ¿Quiénes pueden acudir a ella y para qué?

Es la responsable de la gestión de todo lo que afecta al apartado internacional de la actividad de la universidad, con la excepción de Investigación, que es competencia fundamentalmente de la OTRI y del Vicerrectorado de Investigación y Transferencia Tecnológica. A nosotros nos gusta pensar que somos el servicio gestor de oportunidades en el ámbito de la internacionalización de la UPO, que se presenta como uno de los factores más importantes del desarrollo de la Universidad del siglo XXI. En realidad nuestra actividad consiste en poner esas oportunidades al servicio de toda la comunidad universitaria: atendemos las necesidades del PAS, PDI y alumnos. Gestionamos, entre otros, programas de movilidad, asesoramos en materia de proyectos de internacionalización o proyectos que afectan fundamentalmente a la docencia. Además, tenemos un componente de representación institucional. Digamos que también trasladamos información y trasladamos la imagen de lo que se hace en la universidad cuando participamos en los distintos foros en los que estamos integrados, a nivel nacional o internacional.

Por otro lado, somos el reflejo del esfuerzo de lo que hace mucha gente en la universidad, porque la oferta de plazas, por ejemplo, no es únicamente un esfuerzo nuestro, sino de otra mucha gente: decanos, vicedecanos, profesores, etc.

 

¿Quiénes la integran?

En este momento el Área está integrada por ocho personas. Miguel Ángel Herrera y Rosa Lena Lozano, que se encargan de todo lo concerniente a cooperación; Miguel García Pantoja, Gloria Morejón Fernández y María José Rodríguez Sevillano, que se ocupan básicamente de Programas Europeos; y Laura Robles y Laura Cámara, que se encargan del servicio de integración de estudiantes extranjeros a través de la enseñanza del español. Se supone que mi misión como director del Área es la coordinación de todo ese trabajo.

Es un grupo al que respeto y admiro muchísimo, tanto en el plano personal como en el profesional. A pesar de esto hay cosas que no compartimos,  pero no dejan de ser diferencias de criterios. Creo que la relación es fantástica: procuramos debatirlo todo y consensuarlo todo, y cuando no somos capaces de ponernos de acuerdo, procuramos priorizar unas miras comunes. Queremos que el trabajo resultante sea producto de todos, y esto favorece mucho el día a día. Trabajamos con entusiasmo porque nos creemos lo que estamos haciendo. Creemos que verdaderamente es útil, que tiene sentido y creemos que ofrecemos un servicio interesante y de valor para la comunidad universitaria.  

 

¿De qué manera se difunde la información?

Tenemos una lista de distribución de novedades, una alerta de novedades, a la que se puede suscribir cualquier usuario, editamos boletines, tenemos nuestro espacio web dentro de la página de la universidad. Utilizamos todavía la cartelería, organizamos jornadas, charlas, organizamos jornadas de bienvenida para los estudiantes extranjeros, etc. Me resulta particularmente curioso el foro sobre movilidad estudiantil internacional, cuyo enlace está en el espacio web del Área y que habilitamos como espacio de intercambio de experiencias de los estudiantes en esta materia: los estudiantes que están fuera asesoran a los que todavía no se han ido. Finalmente es un espacio donde se expresan con total libertad, y donde quedan para el anecdotario multitud de momentos divertidos, pero se ha convertido en una herramienta también de gran utilidad. Por otro lado, nos gusta presumir de trato personalizado, aunque no siempre es posible.

 

¿Qué programas de movilidad destacaría?

Dentro de los programas de movilidad, aunque no sólo nos dedicamos a esto, podemos destacar el Programa Atlanticus, el PIMA (Programa de Intercambio y Movilidad Académica), los programas bilaterales, o Mexicalia, un programa propio de movilidad de grado, al amparo del convenio entre CRUE y ANUIES y que es financiado parcialmente por la Fundación Bancaja dentro del Programa Internacional de Becas Bancaja.

Sin embargo, el programa de referencia es el Erasmus, ya que lleva 22 años funcionando y además de que cuenta con un gran reconocimiento es el programa que tiene más demanda. Por ejemplo, este año la UPO ha convocado 507 plazas en las 150 instituciones de Educación Superior de 21 países europeos con la que la Olavide tiene suscritos acuerdos. En mi opinión, este programa, desde el punto de vista de formación del estudiante, es relevante, pero desde el punto de vista de formación humana es total. No se trata de “turismo académico” por más que haya quien aún se empeñe en descalificarlo así. Los estudiantes se forman como estudiantes y se forman como personas, y eso es un valor que no tiene precio. Lo curioso del asunto es que ellos creen que es útil pero verdaderamente no se dan cuenta de lo que supone la estancia en el extranjero hasta que lo viven. Esto es lo que me resulta más estimulante: el interés que causa antes de irse no es ni medianamente comparable a la sensación que le queda al haber podido disfrutar de la experiencia internacional.

 

¿Qué impresiones cree que tienen los alumnos españoles que se van al extranjero y los extranjeros que vienen a la UPO?

Sobre los extranjeros que vienen aquí, hay una cuestión a considerar, y es que nosotros somos Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. El apellido “Sevilla” es un valor en sí mismo y para muchos estudiantes supone un reclamo. Después, cuando nos “investigan” antes de venir, constatan que además somos un destino de nivel académico, y cuando vienen finalmente constatan que han hecho la mejor elección.

Los estudiantes que salen al extranjero están muy motivados antes de ir e hipermotivados cuando regresan. Por ejemplo, hay una enorme cantidad de estudiantes Erasmus que cuando viven su experiencia europea sienten una necesidad imperiosa de seguir agrandando su proyección internacional. El programa Mexicalia o el programa Atlanticus se surten en muchas ocasiones de estudiantes que han pasado por el programa Erasmus.