Institucional

La Universidad Pablo de Olavide y el CMMA medirán el peso de la Economía Azul en Andalucía

El Clúster Marítimo-Marino de Andalucía y la UPO colaborarán con el fin de conocer qué medidas de estímulo son prioritarias para las compañías marítimo-marinas, que generan en la comunidad más de 122.000 empleos

El rector de la UPO, Francisco Oliva Blázquez, y el presidente del CMMA, Javier Noriega Hernández.
El rector de la UPO, Francisco Oliva Blázquez, y el presidente del CMMA, Javier Noriega Hernández.

El rector de la Universidad Pablo Olavide, Francisco Oliva Blázquez, y el presidente del Clúster Marítimo-Marino de Andalucía (CMMA), Javier Noriega Hernández, han ratificado hoy un protocolo general de colaboración con el fin de crear un monitor andaluz de Economía Azul, una herramienta que servirá para cuantificar el peso del sector en el seno del marco general económico de la comunidad autónoma, con el fin de que instituciones, organizaciones, asociaciones, empresas e investigadores tomen así las mejores decisiones posibles al contar con más datos para ello.

De izquierda a derecha, Jesús Cambra Fierro, el rector Francisco Oliva Blázquez, Javier Noriega Hernández y Mar Recuna Mata , gerente del Clúster Marítimo-Marino de Andalucía.

El monitor será un órgano de análisis sobre temas de interés que afectan a todos los subsectores relacionados con la Economía Azul Sostenible de Andalucía. En un principio, se va a realizar un informe objetivo y riguroso, explica Jesús Cambra Fierro, catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados de la UPO, “que mida el impacto de la Economía Azul en Andalucía. Además, queremos establecer una metodología totalmente confiable y transparente que permita analizar la evolución del sector y su impacto en la economía andaluza”, siguiendo así los estándares propuestos por la Unión Europea. Aunque ese será solo el punto de partida, porque, de forma progresiva, se van a añadir una serie de indicadores y ratios complementarios que ayuden a empresas e instituciones públicas a “tomar decisiones adecuadas”.

Javier Noriega Hernández, presidente del CMMA y de la Comisión de Economía Azul y Puertos de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), por su parte, ha recordado que el Clúster ya efectuó, también de forma pionera, junto a la CEA, un diagnóstico de la Economía Azul en la región, reflejando la realidad estadística y cualitativa de todos y cada uno de los subsectores, así como proponiendo una serie de medidas para su impulso. “Llevamos mucho tiempo diciendo que hay que medir el peso de la Economía Azul Sostenible de Andalucía. Nosotros ya lo hicimos, y ahora, con esta alianza estratégica con la UPO, aseguramos que un organismo vele específicamente por un ámbito clave para el futuro económico y social de la comunidad, un horizonte laboral para muchísimos jóvenes andaluces, lo que ayudará, además, a que empresas e instituciones públicas tomen mejores decisiones, que estén más informados a la hora de elegir un camino u otro”.

El rector de la Universidad Pablo de Olavide, Francisco Oliva Blázquez, ha destacado cómo esta colaboración entre la UPO y el Clúster Marítimo-Marino de Andalucía es un claro ejemplo de transferencia de conocimiento. “Creemos firmemente que la investigación y el saber generado en nuestras aulas y laboratorios deben trascender las fronteras académicas para transformarse en soluciones concretas que impulsen el desarrollo sostenible, la innovación, el desarrollo económico y empresarial y el progreso de nuestra sociedad”.

El monitor andaluz de Economía Azul servirá asimismo para valorar el impacto real de medidas e iniciativas específicas, es decir, conocer de primera mano cuál es el retorno de determinadas decisiones o políticas. De esta forma, se va a analizar, en primer lugar, la información general disponible del sector de las distintas administraciones públicas, cuantificando el número de empresas vinculadas a la industria, prestando especial atención a su perfil —tamaño, antigüedad, estructura de propiedad y grado de internacionalización— con el fin de identificar fortalezas y debilidades sobre las que establecer políticas de acción concretas.

También se elaborarán informes de coyuntura anuales, extrapolando a nivel andaluz y español la estructura de los reportes del Blue Economy Report de la UE: estos estudios contendrán datos desde el punto de vista de la oferta (empresas del sector), pero también de la evolución de la demanda y de la intervención de las instituciones. Es más, los investigadores no se van a centrar únicamente en indicadores clásicos como el impacto del sector en el PIB y en el empleo, sino que, de forma innovadora, se van a integrar un conjunto de indicadores relacionados con la sostenibilidad (contando con su triple enfoque: económico, social y medioambiental). Todo ello, en conjunto y con diferentes niveles de agregación, permitirá a medio plazo contar con una serie de indicadores sintéticos sobre el sector, con el fin de ver de una manera rápida y sencilla su evolución y perspectivas.

“Se plantea un monitor a medida del sector, susceptible de ir incorporando análisis e indicadores a demanda de los distintos grupos de interés, para garantizar que es una herramienta útil”, explica Cambra Fierro, quien añade, acto seguido, que todos los informes e indicadores tendrán su correspondiente manual de interpretación.

Cambra Fierro ha subrayado el potencial de esta herramienta para “extrapolar el nivel de análisis a todo el conjunto de las industrias azules en España, pero también valorando la posibilidad de realizar análisis provinciales, comarcales o locales, así como para cada uno de los subsectores”.

Los encargados de efectuar estos informes y análisis forman parte de un equipo liderado por profesorado e investigadores de la UPO, especializados en diversas metodologías y enfoques científicos adecuados para realizar estudios de impacto económico, social y medioambiental, con experiencia contrastada en proyectos nacionales e internacionales. Varios de los miembros de este grupo han colaborado con la Comisión Europea y el Banco Mundial. A este colectivo se incorporan también profesores e investigadores de las universidades de Almería, Cádiz y Málaga.

Noriega ha subrayado que los subsectores de la Economía Azul andaluza generan 122.000 empleos y su aportación al PIB autonómico es superior a los 11%, además de indicar que el hecho de medir el peso de la economía de los mares en la región permitirá saber con mayor concreción las medidas de estímulo que han de serles aplicadas a estas compañías tecnológicas, innovadoras y sostenibles que operan en subsectores tales como la pesca, la acuicultura y la industria de transformación alimentaria, la logística, los puertos y el transporte marítimo, el turismo azul, la desalación, la biotecnología y los cultivos marinos, la construcción y la industria naval, las energías renovables marinas, la arqueología y la robótica subacuáticas.