Científicos de la Universidad Pablo de Olavide han demostrado que los saltamontes son capaces de cambiar el color de su cuerpo al color del suelo sobre el que viven para ser menos visibles a posibles depredadores. Además, han encontrado que existe un gran ajuste de esta capacidad de camuflaje dependiendo de las condiciones del medio, ya que ante un mayor riesgo de ser atacados por depredadores este camuflaje mejora todavía más.