El incremento de las temperaturas y una mayor duración e intensidad de las sequías y las olas de calor extremas, podrían hacer desaparecer algunos bosques relictos de abetos, únicos de la región mediterránea y considerados amenazados o en peligro de extinción según la lista roja UICN. Esta es la conclusión del equipo internacional de investigación liderado por la Universidad Pablo de Olavide y el Instituto Pirenaico de Ecología de Zaragoza (CSIC), que ha desarrollado una nueva metodología de modelado y predicción de la vulnerabilidad de los bosques.