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¿Cuál es la mejor estrategia para atraer a las niñas a las asignaturas de ciencias?

Niña observa varias probetas
Shutterstock / Mama Belle and the kids

Amapola Povedano-Díaz, Universidad Pablo de Olavide; Gastón Sanglier Contreras, Universidad CEU San Pablo; Marta Macho-Stadler, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea y Rosario Mérida Serrano, Universidad de Córdoba


Niños y niñas comienzan su educación obligatoria a los seis años con similares aptitudes y actitudes frente a las materias que aprenden. Pero a medida que avanzan los años, las niñas van sintiéndose atraídas por las asignaturas de lengua, artes o ciencias sociales; y comienzan a percibir asignaturas como las matemáticas o las ciencias naturales como algo que no se les da bien o que les atrae menos. Una tendencia que cristaliza en Secundaria y termina por causar que en los grados de Ingenierías, Química, Matemáticas o Física sean una minoría. ¿Qué podemos hacer desde la escuela para mantener y aumentar su interés por esas asignaturas?

Amapola Povedano Díaz

Amapola PovedanoProfesora de Educación y Psicología Social, Universidad Pablo de Olavide

¿Por qué el interés de las chicas por las ciencias decae a edades tempranas? ¿No estaremos obviando las diferencias de género en el desarrollo evolutivo de chicos y chicas en el diseño del currículum en el sistema educativo?

En la investigación se indica que las chicas maduran antes que los chicos en habilidades lectoras y lingüísticas y este hecho podría explicar el interés diferencial de chicos y chicas por las disciplinas llamadas CTIM, acrónimo de los términos Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática (STEM en ingles). Es muy probable que se aliente a las chicas a elegir disciplinas relacionados con sus precoces habilidades lingüísticas (leen antes y mejor) que, además, son más coherentes con el estereotipo social que asocia a los chicos con las STEM.

La importancia de incluir la perspectiva de género en la investigación sobre el desarrollo evolutivo de chicos y chicas es vital para generar conocimiento que nos permita tomar decisiones adecuadas para acortar la brecha género. Por ejemplo, en cuanto a estereotipos de género, la revista Science señalaba en una publicación de 2017 que las chicas se autoperciben como más trabajadoras pero menos inteligentes que los chicos. Estos resultados son un reflejo del estereotipo de género interiorizado en el que la inteligencia se asocia a las habilidades numéricas y matemáticas, y no tanto a las habilidades lectoras y lingüísticas en las que ellas son mejores.


Rosario Mérida

Rosario MeridaCatedrática de Didáctica y Organización Escolar, Universidad de Córdoba

La inclusión de la perspectiva feminista en el desarrollo de la competencia científica en las aulas infantiles es imprescindible por la escasez de vocaciones científicas femeninas en el ámbito CETIM, por los estereotipos de género que empiezan a configurarse en estas primeras edades y por la necesidad de aprovechar el talento de toda la población.

Programas coeducativos como INFACIENCIA, donde se muestran las biografías y se exploran las aportaciones de mujeres científicas muy poco conocidas y reconocidas, abren expectativas a niñas de 3 a 6 años, al actuar como un espejo donde se pueden mirar. La escuela coeducativa es una de las herramientas que ayuda a empoderar a las niñas y les permite superar comportamientos sexistas que condicionan y lastran su futuro desarrollo profesional.

Gastón Sanglier Contreras

Gastón SanglierProfesor Titular de Ingeniería de la Construcción, Universidad San Pablo-CEU

Primero habría que concienciar a las chicas de que ellas también son importantes, inteligentes y brillantes, y de que, además, también lo pueden conseguir. Tener un líder (mujer) entre ellas sería muy beneficioso. Aquí juega un papel muy importante su entorno social y familiar (el apoyo recibido de sus padres). Quizás incluyendo cursos de liderazgo desde la base se podría llegar a que las chicas se mentalizaran para avanzar en esos entornos que consideran creados más para los hombres.

La incorporación de figuras femeninas importantes en el entorno científico podría hacer que las chicas vieran en ellas referentes (líderes) y querer llegar a ser como ellas. Esto se puede conseguir mediante pequeños trabajos de búsqueda de información y construcción de infografías a nivel muy prematuro en la escuela.

¿Quién no ha tenido su ídolo en el colegio? Einstein, Hawking, etc.
Las niñas casi no tienen roles femeninos en los que reflejarse. Con la excepción de Marie Curie, pocas veces se habla de sus descubrimientos y apenas se las conoce. Que las mujeres aparezcan como expertas en las noticias de ciencia ayudaría a eliminar estereotipos, pero su presencia es escasa.

La motivación para crear sus propios experimentos, dejar que la mente participe de manera más libre, liderar sus propias ideas y no estar tan condicionadas por un manual de prácticas, ayudaría a aumentar el poder de creatividad innato en la mayoría de las mujeres. Esto sucede, por ejemplo, en la carrera de Arquitectura, donde el número de alumnas egresadas con buenas notas supera al de alumnos egresados.

Las chicas necesitan más confianza para alcanzar a los chicos en las asignaturas técnicas, y eso se consigue incorporando programas, cursos o metodologías de aprendizaje que las ayude a motivarse y a conseguir sus objetivos.


Marta Macho-Stadler

Marta Macho-StadlerMatemática y editora del espacio digital Mujeres con Ciencia de la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco – Euskal Herriko Unibertsitatea

Creo que no hay que centrarse solo en las niñas. Es preciso que el gusto por la ciencia (y por cualquier otra asignatura) se fomente desde grupos mixtos en los que se potencien las capacidades de laspersonas.

En mi opinión, el problema no reside en las asignaturas de ciencias en sí mismas, sino en la autopercepción que poseen chicas y chicos sobre sus aptitudes.

Entiendo que promover dinámicas de trabajo cooperativas, en las que se potencie la diversidad, se valore el esfuerzo y se quite importancia al error, ayudaría a las niñas a no autolimitarse, en particular, en las materias de ciencia.

Amapola Povedano-Díaz, Profesora Titular de Universidad en Psicología Social. Desarrollo positivo adolescente desde una perspectiva de género. Empleabilidad, Emprendimiento, Prácticas., Universidad Pablo de Olavide; Gastón Sanglier Contreras, Profesor Titular del Área de Ingeniería de la Construcción (Responsable), Universidad CEU San Pablo; Marta Macho-Stadler, Profesora de matemáticas, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea y Rosario Mérida Serrano, Catedrática de Didáctica y Organización Escolar, Universidad de Córdoba

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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