La historiadora, escritora y periodista Ángeles Caso ha abogado por una educación con perspectiva de género para «alcanzar una sociedad de adultos iguales» y ha incidido en que en este ámbito «todavía falta mucho por hacer» ya que se «tendría que formar a todo el profesorado «específicamente en materia de género» o «cambiar los libros de texto».
Así lo ha manifestado en una entrevista concedida a Europa Press con motivo de su participación en el curso ‘Mujeres y la Historia, la historia de las mujeres’, dirigido por la doctora en Derecho Amparo Rubiales Torrejón y la periodista y escritora Mercedes de Pablos, que ha comenzado en la sede de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) en Carmona (Sevilla).
Dicho curso también está codirigido por la eurodiputada y catedrática de Historia Económica Lina Gálvez Muñoz; la catedrática de Química Inorgánica Adela Muñoz Páez y la profesora titular de Derecho Constitucional Blanca Rodríguez Ruiz, además de estar coordinado por la arquitecta y cofundadora de TerritoriAs Alicia Pérez García.
Ángeles Caso ha definido al movimiento feminista actual como «complejo pero interesante», en el que «existen divisiones ya que no tiene por qué haber un único feminismo; podemos encontrar diferentes formas de pensamiento y concepciones de algunas cosas». Ha señalado que, para ella, este hecho «no es tan trágico como algunas personas piensan», aunque sí está sirviendo para «hacer más débil al movimiento frente a los ataques que están surgiendo y que cada vez son más potentes».
Aunque la historiadora ha asegurado que «se han conseguido muchos avances» con respeto a la igualdad de género y que «las jóvenes de hoy en día están más concienciadas», también ha apuntado a dos grandes ámbitos donde la desigualdad entre hombres y mujeres «es una realidad evidente». Por un lado, el poder económico, ya que «siguen ejerciéndolo mayoritariamente hombres en casi todas las empresas» y que es «un techo de cristal importante contra el que hay que seguir luchando»; y por otro lado, en la vida cotidiana, que «sigue obedeciendo a un rol feminizado en cuanto a cuidados, familia y hogar». Estos dos áreas «demuestran lo mucho que queda por hacer», ha insistido.
«El trasfondo del patriarcado ha convivido durante tanto tiempo en la sociedad que es muy difícil eliminarlo», ha explicado, recalcando que esto es un «problema estructural» del que sólo se ve «la punta del iceberg». No obstante, ha añadido que «cada vez más hombres apoyan a las mujeres», lo que resulta «positivo» ya que es «importante que los hombres también nos acompañen en el proceso para acabar de rematarlo».
Respecto a las políticas sociales y la situación de las leyes de igualdad en España, Caso ha declarado que «nunca son suficientes», aunque se ha avanzado mucho en este tema «desde gobiernos progresistas» y que «curiosamente la derecha tiende a enfrentarse a esas políticas o no aplicarlas» pero que, cuando pasa el tiempo, «se dan cuenta de que es mejor no tocarlas». Ha afirmado que, además, España ha sido uno de los países occidentales «de los más punteros en leyes de igualdad, de paridad y de violencia de género» pero que «sigue siendo insuficiente».
Para terminar, ha agregado que lo importante para las mujeres es «entender que han sido coprotagonistas al mismo nivel que los hombres de la construcción de la sociedad» y que, desde el origen del patriarcado, «la obligación de especializarnos en determinadas tareas ha sido una aportación a la humanidad fundamental». «Tenemos que mirar al pasado con otros ojos y sentirnos orgullosas de ser descendientes de esas mujeres que aportaron tanto», ha concluido.
