El psicólogo experto en drogodependencia, Carlos Domínguez Rico, ha declarado que, en el ámbito comunitario relacionado con drogas, se intentan generar «programas duales» que atiendan, por un lado, a la parte de la dependencia que la persona presenta pero, sobre todo, por otro lado, que traten a su salud mental, ya que se intenta trabajar desde la perspectiva de que «la droga es un síntoma» que proviene de un «trastorno mental de base».
Así lo ha manifestado en una entrevista concedida a Europa Press con motivo de su participación en el curso de verano ‘Psicología forense’, dirigido por las psicólogas generales sanitarias Vanesa García Millán y Marta Arbona García, que comenzó el pasado lunes en la sede de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona (Sevilla).
Ha explicado que el modelo de drogodependencia que se está dando actualmente en el ámbito sanitario se denomina «modelo de la automedicación», que consiste en determinar si existe una «correlación» entre que una persona consuma droga y que presente alguna enfermedad mental, es decir, «qué lleva a esa persona a consumir», matizando que «no todo el que consume drogas se vuelve adicto».
También ha detallado algunos de los trastornos más frecuentes que suelen padecer las personas drogodependientes, como «la bipolaridad, el trastorno límite de la personalidad, la ansiedad generalizada o algunas depresiones mayores», por lo que cada perfil recurre a un tipo de droga para «intentar suplir algo de lo que carece y que sí le aporta la droga».
Domínguez Rico ha aclarado, además, que «el perfil del consumidor que estaba muy vinculado a la delincuencia» ha cambiado, y que esa idea «se daba más en los años ochenta». Hoy día, aunque a veces «pueda casar con algunos perfiles, no existe una relación causal entre la drogodependencia y delinquir», ha asegurado, argumentando que «no todas las personas drogodependientes son delincuentes» y que los factores que tienen que ver con la delincuencia están más relacionados con «aspectos sociales». Ha añadido que «el consumidor habitual en España» es de «hachís o cocaína» y suelen ser personas «con cierto grado de funcionalidad» que son capaces de trabajar y «generar sus propios ingresos».
Los programas que han demostrado «mayor efectividad» para tratar a personas drogodependientes son «los programas comunitarios», en los que se llevan a cabo «terapias de grupo o grupos de autoayuda» y requieren que la persona acuda a un «centro de salud ambulatoria» con frecuencia y «seguir el tratamiento como se le indica». Por otro lado, también se encuentran las «intervenciones individuales», donde los psicólogos hacen «consultas privadas» orientadas a «un cierto patrón de consumidor», por lo que «no resultan tan eficaces».
Para terminar, el psicólogo ha resaltado la importancia de mantener «apegos sanos» para evitar caer en consumir droga, ya que la droga «entra en la vida de una persona cuando otros apegos empiezan a desaparecer», cayendo en una «espiral de consumo donde lo único que le ata es la droga que consume» y termina «rompiendo los vínculos con sus amigos, su familia o su trabajo, quedándose solo». «Hay que estar muy concienciado con los vínculos que se establecen en la vida y apostar por ellos», ha concluido.
