Formación Permanente

UNIVERSIDAD PABLO DE OLAVIDE

El director de Autismo Sevilla pide más recursos para cubrir el coste del servicio

El director del Centro Integral de Recursos de Autismo Sevilla, Luis Arenas Bernal, ha advertido de que las administraciones «no invierten lo suficiente para cubrir el coste que ofrecen entidades como Autismo Sevilla», ni siquiera para los recursos que están concertados y «son públicos», aunque ha afirmado que «se hace más esfuerzo que hace unos años».

Así lo ha manifestado en una entrevista concedida a Europa Press con motivo de su participación y dirección del curso de verano ‘Actualización en los trastornos del espectro del autismo (TEA)’ que comenzó el pasado miércoles en la sede de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona (Sevilla).

Ha resaltado la labor que realiza Autismo Sevilla ya que «somos una asociación de familias en la que atendemos casi a 800 personas cada año», ha señalado, y que ofrecen desde «servicios de todo tipo que cubren todas las etapas del ciclo vital, desde la atención temprana y evaluación» hasta «colegios, unidades de día, empleo, gabinetes terapéuticos y servicios de ocio».

Ha destacando, además, como la parte «fundamental» el «centro de recursos», en el que exponen «todo lo que aprenden acerca del TEA y de personas con autismo» para que otros profesionales «puedan aprender» sobre ello. Ha definido el trastorno del espectro autista (TEA) como un «trastorno del neurodesarrollo» y ha aclarado que «no es, como se dice algunas veces, una enfermedad o algo que se padezca». Sin embargo, ha matizado que muchas de las personas que se encuentran «dentro del espectro» prefieren referirse al autismo como una «condición» del espectro autista más que como un «trastorno».

Ha explicado que existe una «definición a nivel sintomatológico de las características del autismo». Éstas se engloban en dos grupos «según el manual diagnóstico DSM-5». Por un lado, se encuentran los «síntomas sociocomunicativos» y, por el otro, los «síntomas relacionados con la flexibilidad, movimientos repetitivos o el apego excesivo a determinados objetos o intereses».

A la hora de detectarlos, se realizan diferentes pruebas «largas y complejas» para determinar «si es autismo o se trata de otro trastorno del desarrollo». También hay que diferenciar entre «si es un niño o un adulto» y, a veces, en los adultos la detección del autismo «queda ensombrecida» por otros trastornos de salud mental, como «la bipolaridad o la ansiedad», ha detallado.

Arenas Bernal ha compartido que se está «avanzando mucho en cuanto a la detección de estos síntomas» gracias a la «formación en las escuelas de infantil y de los pediatras» y ha comentado que, actualmente, Autismo Sevilla está realizando un estudio junto con la Universidad de Sevilla a través de la Confederación de Autismo España llamado proyecto ‘Bebés miradas’, en el que «valoran a niños a partir de los cuatro meses en función de a dónde dirigen la mirada para poder detectar posibles dificultades en torno a los ocho o diez meses».

«No es un diagnóstico, sino que descubrimos cosas que no funcionan y los derivamos a intervención», ha puntualizado. En cuanto a las causas, ha asegurado que «se sabe que hay un componente genético» y que «se nace ya con autismo, no se adquiere». Ha hecho hincapié en que «ahora mismo todo el esfuerzo de la investigación está puesto en saber cuáles son los genes o las alteraciones cromosómicas que pueden generar autismo». Sin embargo, ha reconocido que, a día de hoy, «se desconoce la causa concreta sobre este aspecto», aunque «el factor genético es evidente».

Sobre la calidad de vida de personas con autismo, el director ha apuntado que afectará de una forma u otra «dependiendo del grado de autismo que presente la persona y de la intensidad de sus síntomas». Influye especialmente en el «ámbito social», y la calidad de vida de una persona con autismo va a depender más de su ambiente y si su alrededor «comprende lo que es esta condición» que de las «dificultades que le ocasionen sus síntomas».

En este sentido, juega un papel «muy importante» la «sensibilización de la población», y ha expresado que el «rol de las entidades es muy importante», tanto las entidades de familias como de personas con autismo, y que tienen «mucha presencia» en redes sociales. Ha añadido que es «primordial dar una visión global del autismo», no centrarse solo «en las dificultades que pueda tener una persona» y formar «a cualquier profesional que pueda tener contacto con personas con autismo».

Para terminar, ha desmentido algunos de los «mitos» que siguen girando alrededor del TEA, como que «las vacunas causan el autismo o que el autismo se adquiere», y otros relacionados con las características de estas personas, como que «no hablan, no son cariñosas o que son agresivas». «La agresividad no está relacionada con el autismo» aunque puede darse debido a las «dificultades comunicativas» que presenten si no se establece un «sistema comunicativo» en el que puedan ser partícipes, ha concluido.

Fuente: Europa Presss.