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La CNMC publica un estudio sobre las nuevas tecnologías en el sector financiero (Fintech)

Pedro Mario González Jiménez - 20/11/2018

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (en adelante, CNMC) hizo público la semana pasada un estudio sobre el impacto en la competencia de las nuevas tecnologías en el sector financiero (fintech). En él se pueden encontrar una serie de recomendaciones en la materia, precedidas por un análisis global, y otro concreto, de este fenómeno disruptivo.

En atención al análisis global y el análisis concreto que se realiza sobre las entidades fintech, cabe resaltar que éste culmina con el alcance de dos conclusiones: Por un lado, se afirma que el fenómeno fintech mejora la competencia y la eficiencia. Por otro, se asevera que estas novedosas entidades corrigen fallos de mercado y que se hace conveniente la revisión de parte de la regulación.

En relación con el carácter pro competitivo de las entidades fintech, se señala la mejora de la competencia en los diferentes segmentos del sector financiero y en el sistema en su conjunto merced a los nuevos operadores que aparecen. Al parecer, éstos pueden disputar la posición de los ya establecidos, reduciendo costes, precios y márgenes de beneficio y ampliando la capacidad de elección y la innovación dinámica. Asimismo, se produce el empoderamiento del consumidor, toda vez que tiene un mejor acceso a la información y que puede ahora acceder a precios más competitivos, lo cual ejerce presión sobre los operadores tradicionales. No obstante, también se apunta que este carácter procompetitivo tiene un alcance limitado aún, debido a su desarrollo incipiente y ciertas barreras de entrada. Especial atención se deberá prestar a contextos de poder de mercado y concentración, ya que las innovaciones fintech están sujetas en gran medida a economías de escala y de red.

En lo que respecta a la corrección de fallos de mercado y la revisión de la regulación, la autoridad de la competencia española considera que las asimetrías de información pueden mitigarse mediante una mayor transparencia, mientras que la estabilidad financiera, se puede alcanzar mediante la prevención de conflictos de intereses. En este sentido, según la CNMC, una información más completa y una participación del consumidor más activa en los mercados financieros conducen a una mayor educación financiera que ha de derivar, en suma, en una reducción de la regulación ex ante, disminuyendo así la intervención pública. Desde el punto de vista de la Comisión, se hace necesaria una regulación que favorezca la entrada en el mercado y el ejercicio empresarial de estos nuevos operadores, los cuales dotarán de una importancia creciente a la autorregulación prototípica de los modelos de plataforma.

Finalmente, el estudio formula seis recomendaciones relativas al fenómeno fintech en lo que respecta a la promoción de la competencia y la regulación económica eficiente:

1º. Acomodación al fenómeno. La CNMC encuentra potenciales beneficios en las entidades fintech, y por eso, las considera algo deseable y oportuno. En efecto, la autoridad de la competencia se posiciona claramente a favor de la digitalización y la innovación en el sector financiero. Para ello defiende, con carácter indubitado, la flexibilización de la normativa existente en aras de acoger esta tendencia económica y empresarial cada vez más pronunciada y aparentemente ligada a una idea liberalizadora de la regulación.

2º. Necesidad de llevar a cabo la revisión de la regulación. Esto con especial hincapié en aquellas normas ex ante que puedan entrañar barreras a la entrada o al ejercicio de la actividad financiera. En este punto, encontramos una considerable alineación entre la postura mantenida por la CNMC y la que ya propuso la Asociación Española de FinTech e InsurTech (AEFI) en su Libro Blanco. No obstante, se puede considerar que la CNMC incluso va más allá que la AEFI, pues considera que la normativa que desarrolla los derechos de información de los clientes bancarios debe repensarse. Esto se debe al nuevo entorno en el que nos movemos, en el que encontramos un cliente “empoderado” y una desagregación y desintermediación de los servicios financieros que conduce, en opinión de la Comisión, a una estructura de precios “más transparente”.

3º. Apostar por la regulación de las actividades y no de entidades, evitando reservas de actividad. Según la CNMC, ya no tiene tanto sentido poner el acento en la forma jurídica empleada para desarrollar la actividad como en la actividad en sí misma, en aras del principio de proporcionalidad.

4º. Aprovechar Regtech para reducir las cargas que implica la regulación. Las autoridades se han de adaptar, en lo relativo a su función de supervisión, a las nuevas tecnologías. Para ello, pueden utilizar plataformas interoperables de código abierto y un reporte de datos legible automáticamente. Además, se dice que las autoridades deberían reevaluar la carga de la regulación ex ante, ya que las nuevas tecnologías facilitan su seguimiento y control a posteriori

5º. Crear un regulatory sandbox. Es una medida transversal para todo el ecosistema fintech que tiene como finalidad articular una  regulación dinámica, flexible y adaptada para mercados innovadores. Una iniciativa de esta índole ya se contempla en el anteproyecto de ley de medidas para la transformación digital del sistema financiero.

6º. Adopción del principio de neutralidad tecnológica, la interoperabilidad y la no discriminación. Esto se traduce en un claro fomento del Open-banking & insurance, es decir, de la liberalización de los datos para crear nuevos negocios y entornos digitales personalizados o hechos a medida del usuario. No obstante, esta liberalización no se defiende con carácter general, sino únicamente en aquellas situaciones en las que la falta de acceso a los datos del operador dominante conlleva un perjuicio para el interés general por la desaparición de la competencia

En resumen, la CNMC ha elaborado un estudio que viene a reforzar el enfoque proactivo hacia las entidades fintech que en los últimos tiempos parece imperar en España. Las conclusiones alcanzadas y las recomendaciones enunciadas siguen la línea de documentos anteriores de múltiple procedencia, tales como el Anteproyecto De Ley De Medidas Para La Transformación Digital Del Sistema Financiero o el Libro Blanco de la Asociación Española de FinTech e InsurTech. Sin embargo, en este reciente estudio se da un paso más allá. Se abre la puerta a que en un futuro se reformule el régimen existente entre la entidad financiera (fintech) y cliente. Esta reformulación se llevaría a cabo sobre la base de que éste último tiene hoy, gracias a las nuevas tecnologías, una posición algo menos desfavorecida en la relación jurídica que en épocas previas a la digitalización del sector financiero.

Les facilitamos el enlace al documento completo del Estudio: https://www.cnmc.es/node/371812

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