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Barroco Viajero

El volumen quinto de nuestra colección «Universo Barroco» lleva por título Barroco Vivo, Barroco Continuo, por el hecho de que este signo artístico aún sigue vigente y no tanto porque se haya logrado concretar como categoría. Se sigue valorando y evocando, disfrutando y vistiendo, más allá de las muestras o los conciertos. El libro, que fue coeditado con la Universidad Nacional de Colombia, en 2019, se compone de numerosos estudios realizados por especialistas en la materia de España y América. Y dado el planteamiento del mismo, tiene como proemio un texto dedicado a un evento que sobradamente demostró la modernidad del barroco y su poder de convocatoria, al punto de probar su atractivo como fenómeno cultural. Fue la celebración durante todo un mes, el de noviembre de 2014, de un conjunto de actividades dedicadas al Barroco quiteño. Esta «fiesta barroca» llevó por título Barroco Vivo. Descúbrelo en Ti. Vivo y vibrante, tanto como para lograr la adhesión de los ciudadanos quiteños y visitantes. Y es posible que el éxito de esa convocatoria tuviera que ver con ese mismo detalle, el que fuera de general regocijo de la ciudadanía.

Dora Arizaga ejercía a la sazón como directora del Instituto de Metropolitano de Patrimonio. Y tuvo la generosa actitud de concertar con el grupo de Universo Barroco la actividad, quedando registrada como parte de un programa más amplio que habíamos diseñado con implicaciones de distintos equipos de toda América. De ellos daremos cuenta en su momento.

Es de admirar la capacidad gestora del equipo del Instituto, que logró movilizar a los agentes culturales que contribuyeron a la magna celebración. En citado artículo de Arizaga se detalla el programa (x), por ello no nos vamos a detener en analizarlo. Hoy queremos poner el acento en lo que supuso la mejor llamada de atención, un gran despliegue de carteles, tanto banderolas que señalaban los lugares de la ciudad incluidos en el itinerario barroco, hasta los paneles informativos de autobús e incluso aeropuerto. Y en ello consideramos un detalle que ante todo muestra la generosa actitud de la organización, al situar en lugares destacados nuestro logotipo UBI, el que habíamos creado para identificar la red que entonces estábamos creando.

La Municipalidad de Quito y Universo Barroco de la mano, tal como se visualiza en los bordes de las sábanas que portaban los autobuses de línea, anunciando la vitalidad del Barroco. Quedan algunas fotografías de esos vehículo. Y también se guarda testimonio de las banderolas elaboradas, con un fleco barroco, para igualmente marcar los espacios de celebración, como restaurantes y museos.