Damos la palabra a los amigos y amigas que quieran compartir con nosotros su experiencia personal en relación con los libros. Esas historias de amor que muchos atesoran, en las que se habla del lugar, el momento y, sobre todo, la persona que ejerció como guía. En cualquier caso, un encuentro que con el paso del tiempo se carga de belleza y un algo de magia. ¿Quién no atesora el recuerdo del primer viaje sobre las hojas de un libro?
Por ello, junto a García Márquez, decimos que «la vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla». Ni certezas, ni exactitudes en la narración: buscamos sentimientos apalabrados. Eso es lo que queremos publicar en este lugar dedicado a la «Bibliofilia». Amor al libro, que bien podríamos ilustrar con la más hermosa de las historias, la de Borges, quien a pesar de su ceguera física, logró descubrir el Paraíso de las letras:
«Lento en mi sombra, la penumbra hueca
exploro con el báculo indeciso,
yo, que me figuraba el Paraíso
bajo la especie de una biblioteca.»
(«Poema de los dones»)