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Cuando la música suena…

Tuvo fama Orfeo, entre los griegos, de lograr amansar las fieras al toque de su lira. Valga como testimonio gráfico de ello el mosaico de Cesaragusta. Nuestro refranero lo expresó en estos términos: «la música amasa a las fieras».

«Orfeo amansando a las fieras». Zaragoza, Museo del Mosaico de Orfeo.

Nada nuevo añadimos, después de siglos en que se ha constatado esta benéfica influencia, ejerciendo como bálsamo en el conflicto. Hoy tenemos claro que ello es así, que los quiebros emocionales y la fiereza siempre sucumbirán a la gracia de la música. Y de tiempo en tiempo se ha podido constatar en contextos muy determinados.

Desde la banda de música que ha reunido a su alrededor a una comunidad de vecinos que pugnaba por la defensa de su barrio amenazado por la especulación. A situaciones personales, como la de ancianos y ancianas que en la oscuridad de su Alzheimer lograron sonreír con melodías familiares, las de canciones disfrutadas e incluso bailadas en la mocedad.

Unos años atrás emprendimos la edición de un libro que lleva por título Como bálsamo de Fierabrás. Cultura en tiempos y territorios en conflicto. Para su elaboración pudimos contactar con profesionales que tenían fe en el poder de la cultura para atenuar conflictos. Así sea en España, como en tierras americanas.

Y hoy, con el respaldo de la Fundación Pública Andaluza Barenboim-Said, hemos decidido dar un paso más y avanzar en este camino de esperanza, porque la música siempre estará para ayudar a allanar obstáculos y fortalecer confianzas, para seguir avanzando, en el convencimiento de que «la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados […y así] ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego» (E. Galeano).

Día de Convivencia Musical (25/03/2015). Polígono Sur. Fundación Barenboim-Said (x).

Pronto lanzaremos la convocatoria pública, con la invitación a participar en el libro. Va a ser conjuntamente con la Fundación Barenboim-Said, que desde hace años está demostrando la capacidad de la música para resolver conflicto.

· Dibujo de portada: Verónica Granados. Nicaragua.

Sobre el dibujo, puedo decir que tanto el arte visual como el musical  van de la mano, al realizar este dibujo me hizo pensar mucho en tantos artistas musicales que sienten esa pasión por su talento y ponen todo su esfuerzo cada día en ser mejores músicos. Al dibujarlo me transporté a ese mundo maravilloso de los sonidos.

A raíz de una enfermedad que me dejó sin poder trabajar 2016, retomé mi sueño de niña (ser artista) empecé desde cero a experimentar con la pintura descubriendo este mundo maravilloso, estudiando de manera autodidacta a los grandes maestros del arte, a la fecha desde el 2017, tengo 5 exposiciones individuales en mi país natal y varias colectivas, también participé en Verona-Italia 2019 en un concurso de pintura.  Mis cuadros están llenos de diferentes sentimientos plasmados en el momento del trabajo, quiero expresar en ellos mi sentir y que la gente se identifique de manera personal con ellos.

Sueño poder representar a mi país y a las mujeres en general en el arte, ser una voz visual que pueda ser oída y trastornar con mi arte el mundo actual.