Presentación de la memoria académica 2018-2019

memoria-academicaOtro año más me complace presentarles la Memoria Académica. En ella hemos querido sintetizar los datos que han comprendido nuestra actividad durante el pasado curso académico con la esperanza, no ya sólo de rendir cuentas o resultados, sino de contribuir a la reflexión intencionada acerca de la eficacia y la receptividad de los servicios que prestamos.

 

Y hemos querido hacerlo de una manera más comprensible, menos distante si se quiere, pero que nos permita presentar la actuación de la Universidad desde un ángulo más didáctico, que contribuya a generar de verdad una conciencia más familiar sobre lo que hacemos. Al fin y al cabo, cada memoria académica se propone narrar con sentido, como la trama de un tapiz, no sólo los hechos, sino también nuestras tradiciones, lo que aquí enseñamos e investigamos; diríase que cada memoria es una forma de contar nuestra propia historia, o si se nos permite la expresión, la intrahistoria, que es la que está debajo, la menos estadística pero la más coincidente con aquello que hacemos. Porque, en el fondo, cada memoria académica aspira a ser un clásico en cada edición, es decir, a durar en el tiempo.

 

En el pasado curso académico esta Universidad se ha distinguido, una vez más, no sólo por la excelencia académica e investigadora, sino también por esa otra idea de calidad más amplia, que acoge la misión y los valores propiamente universitarios, y con la que se nos inviste al llegar aquí para luego transmitirla cada año, como un recado, como una seña de identidad, a nuestros estudiantes.

 

Como podrán ahora apreciar, seguimos ofreciendo una docencia de calidad en todos los niveles formativos. El hecho de que la UPO siga siendo la primera universidad andaluza en productividad docente; la certificación AUDIT del sexto de nuestros Centros, en este caso, la Facultad de Derecho; el hecho, en sí mismo, de que seamos la primera universidad andaluza en certificar prácticamente a todos sus centros, son el testimonio patente de nuestro compromiso con una docencia de calidad. 

 

En lo que hace a la investigación, la Upo ha seguido contribuyendo a la construcción de un sistema productivo basado en el conocimiento, desde la excelencia de sus investigadores y la colaboración con el tejido empresarial. Destaca, en este sentido, la captación y la gestión de recursos, tanto en convocatorias competitivas de ayudas públicas a la investigación, como a través de la firma de contratos y convenios de investigación con otras instituciones y empresas. Incluso, pese al descenso general de la demanda de transferencia, esta Universidad ha llegado a suscribir 100 contratos de servicios de I+D y a formalizar otros 5 proyectos públicos de colaboración con Empresas.   

 

La proyección internacional y el impulso a la movilidad ha sido también otro de nuestros distintivos en el curso que ahora termina. El avance en los Rankings internacionales, el aumento significativo de la actividad convencional con otras Instituciones Educativas de más de 40 países y el hecho de que la UPO haya sido, en el pasado curso, la segunda universidad española, y la primera en Andalucía, en términos de movilidad internacional; rubrican, otro año más, el éxito de aquéllas.

Especial mención merecen también:

 

1)    El dinamismo institucional a la hora de colaborar con otras universidades, instituciones o empresas para el desarrollo de nuestros fines, tal y como se colige del elevado número de Convenios suscritos: 831 

2)    El impulso a la empleabilidad de nuestros titulados

3)    El notable éxito deportivo de nuestros estudiantes en competiciones nacionales e internacionales

4)     La aprobación del II Plan de Accesibilidad e Inclusión para la diversidad funcional;

5)    el compromiso social “extramuros”, a través de Aula abierta de  mayores y la Residencia Flora Tristán;

6)    el diálogo con los grupos de interés en el ejercicio de nuestra responsabilidad social corporativa;

7)    y como no el fomento de la cultura, fuera ya de los pasillos de la burocracia, a través del Proyecto Atalaya y de Programas de extensión universitaria como el de Cultura Mínima  

 

Desde un punto de vista formal, la estructura de la Memoria de este año no difiere demasiado de la anterior, pero trata de ofrecer una panorámica todavía más sintética de la actuación global de la Universidad. La primera parte está dedicada a exponer la actividad general que se ha desplegado, analizando y valorando por sectores, centros y departamentos, los datos más relevantes.

 

La segunda parte, que se sigue presentando bajo la rúbrica “la Upo en cifras”, ofrece información estadística detallada, con el fin de proporcionar una “imagen fiel” de la actividad desarrollada por la institución en sus diferentes áreas. Intencionadamente se mantiene su formato, con el ánimo de consolidar la información a través de las series resultantes de los distintos cursos académicos. Asimismo, se mantiene la estructura de los anexos, comprensivos, entre otros, del repositorio histórico dedicado a ediciones pasadas.

 

En Sevilla a 20 de septiembre de 2019

El Secretario General

José María Seco Martínez

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