Almuerzo, panel decorativo

Esta obra es un claro ejemplo de la necesidad de representar la luz que movía a Monet. En vez de buscar la intensidad en el contraste, lo hace en la repetición de colores vivos. Así lo hizo con la luz clara que se refleja en el mantel de la mesa, en el sombrero del niño o en los vestidos de las mujeres. El pintor consiguió una composición tranquila y relajada representando una escena cotidiana de la vida familiar.
Prev | Next