Brazo del Sena a su paso por Giverny

El Río Sena supuso para Monet su lugar de descanso. La tranquilidad que le transmitía el agua hizo que el pintor encontrara la paz interior y la libertad para expresarse libremente a la hora de elaborar sus lienzos. En esta obra consiguió que la naturaleza se fundiera,  que el río, los árboles y el cielo fueran una sola cosa. La pincelada pierde su labor descriptiva y esto hace que la pintura roce la abstracción y aumente su potencial expresivo. La fusión de  la línea, el color, la pintura y el dibujo le hizo explorar con más profundidad las posibilidades de los materiales modernos.
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