El fenómeno de las Agendas Urbanas al que asistimos en la actualidad, responde a un cambio de paradigma en el modo y los instrumentos empleados en la Planificación Estratégica por las administraciones públicas. Esta novedosa coyuntura parte de una alineación multinivel que no había ocurrido en el pasado. Por primera vez, un mismo instrumento de política pública se posiciona como referencia en cada uno de los niveles de gobierno. 

Uno de los momentos que da inicio a este movimiento tuvo lugar en el año 2015 con la presentación de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenibles planteados por Naciones Unidas, como marco general global. En el 2016 la Nueva Agenda Urbana impulsada por ONU Hábitat planteó los principales elementos globales en relación a las políticas urbanas. Ese mismo año tuvo lugar la Agenda Urbana para la Unión Europea que posibilitó el abordaje en el nivel continental. En el 2019 se presentó la Agenda Urbana Española que sienta las bases para la implementación de agendas urbanas de escala local y posibilita el aterrizaje en el territorio de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles. Incluso en el plano regional, hay Comunidades Autónomas que se encuentran en proceso o bien, ya han desarrollado sus agendas urbanas, completando la alineación multinivel. 

Con este panorama, el escenario actual coloca los focos sobre las ciudades, las gestiones municipales y el desarrollo local, ante la expectativa tanto de materializar los componentes más relevantes de las Agendas de superior nivel, como de incorporar definitivamente una visión estratégica y de planificación urbana a escala local. En esta dirección, desde el MITMA se ha dispuesto una primera batería de 121 proyectos piloto con financiación, para la conformación de planes de acción de agendas urbanas a escala municipal. Esta primera tanda, a la que se han sumado otras propuestas, verá sus primeros resultados en el tramo final del 2022, lo que implica, hacia el cierre de este año, una cantidad importante de municipios y administraciones públicas que ya hayan iniciado sus procesos de Agenda Urbana y muchas otras que comienzan su desarrollo.

En esta línea, la incorporación de una visión estratégica por parte de los gobiernos locales se relaciona con el proceso de implementación de la Agenda Urbana. Este aspecto, de especial importancia, no solo posibilita una mayor planificación urbana y una mejora en el manejo de información para la toma de decisiones públicas, sino que el propio desarrollo de las distintas etapas, desde el diagnóstico hasta la consolidación del Plan de Acción, permite la generación de una dinámica de aprendizaje e incorporación de herramientas, recursos y conocimientos que enriquecen la propia gobernanza local. 

Por otro lado, es de destacar que, la alineación mencionada anteriormente, abre las puertas a la financiación europea, donde la utilización de este instrumento de política pública podría adoptar la forma de requisito o requerimiento. Es por ello, que en este especial contexto, toma una gran importancia el impulso de espacios de intercambio y reflexión, la articulación y la cooperación entre entidades así como la formación especializada y la profundización de los conocimientos sobre esta herramienta.

En este sentido, una instancia de formación como la que ofrece el Título de Experto Universitario en Diseño e Implementación de Agendas Urbanas: Aplicación a escala local, I Edición, ofrecido por la Universidad Pablo de Olavide, resulta de interés y utilidad tanto para el personal técnico y político de las administraciones públicas, como para profesionales, titulados o estudiantes que requieran profundizar su conocimiento en esta área.