¿Es la de San Vicente la primera Inmaculada que pintó Murillo? Eso es lo que defienden dos reputados historiadores del Arte como Ignacio Cano y Antonio Romero. Los investigadores han estado muchos meses estudiando al detalle el cuadro desde distintas perspectivas: documental, formal y técnica. Y no han podido sino llegar a esa conclusión: se trata de una Inmaculada en la que aparecen una serie de características que acompañan a Murillo de manera recurrente durante toda su trayectoria. La obra estaría realizada en torno al año 1645. La completa investigación ha sido publicada en el último número de la prestigiosa revista especializada Ars Magazine.

 

Esta Inmaculada ha estado durante muchos años colgada de las paredes de la sacristía del templo parroquial de San Vicente. Ni la altura, ni el estado de conservación deficiente en el que se encontraba, con daños importantes y barnices oxidados, permitían que se pudiera contemplar con detalle, pasando desapercibida.

Su reciente restauración devuelve toda la luz y recupera las cualidades y virtudes de la pintura. En ese momento, ya salta a la vista que se trata de una representación de la Inmaculada de una categoría excepcional.

 

La decisión de colgar el cuadro a los pies de la iglesia hace que los investigadores se fijen en ella. «Una vez que se ha recuperado se advierte que sus características son deslumbrantes. Llama la atención por sus cualidades técnicas. Al mismo tiempo destapa una serie de interrogantes. Antonio Romero y yo nos fijamos en él. Y el cuadro, además de llamarnos la atención, nos lleva a hacernos una serie de preguntas», señala Ignacio Cano, jefe del departamento de Difusión del Museo de Bellas Artes de Sevilla y gran experto en la obra de Murillo.

De esta manera, comenzaron a analizarlo detenidamente. «Lo estudiamos a fondo con radiografías, análisis de pigmentos… buscamos información en los archivos de la parroquia y en los inventarios; lo comparamos con la obra de Murillo y otros autores y llegamos a la conclusión de que es una obra de sus primeros años. Que sepamos es la primera Inmaculada que pinta, en torno a 1645», incide Ignacio Cano.

 

Hasta este momento, la Inmaculada de San Vicente era considerada una obra anónima del XVII que se identificaba como obra de Juan del Castillo, maestro de Murillo. Ignacio Cano y Antonio Romero descartan esta hipótesis tras haber podido analizar la pintura con sumo detalle: «Se ve que es un Murillo que ya está caminando solo. Si bien recuerda en aspectos formales a Juan del Castillo, técnicamente es muy superior».

 

Una de las claves que no ha podido ser resuelta durante todos estos meses de estudio es la procedencia del cuadro. Poco se sabe. En la parroquia no existen contratos, ni está reflejada en los libros de fábrica o inventarios. No hay datos anterior al año 1840, aproximadamente.

«Es posible que sea una donación de un particular. Es lo más realista. Muchas familias nobles y mercaderes contribuyeron a la parroquia de San Vicente a lo largo de la historia. Desconocemos el origen, pero esto es lo más probable».

 

Gracias a una excelente restauración y una seria, completa y rigurosa investigación, la Parroquia de San Vicente puede presumir de este tesoro: la primera Inmaculada realizada por el pintor de las Inmaculada.

 

Fuente: https://www.diariodesevilla.es/sevilla/Identifican-primera-Inmaculada-Murillo-San-Vicente-sevilla_0_1527747400.html

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