¿Quién no se ha tomado algo en esa esquina? Cuando el Covid aún no había entrado en nuestras vidas, era habitual pasar por esa esquina y verla abarrotada de gente. Y, claro que sí, si tenías suerte (o no, depende de cómo se mire), allí estaría un amigo o amiga que te acababa enredando para tomarte algo.

Este establecimiento, que hace esquina entre la calle Alhóndiga y Gerona, abrió sus puertas veinte años después de que la temida peste azotara Sevilla. Como hemos podido comprobar, una pandemia ataca todo lo que encuentra a su paso: negocios, personas, hábitos… Así, nuestra ciudad tuvo que rehacerse poco a poco tras ella. En esta reestructuración, nace El Rinconcillo, en 1670.
Las paredes de este bar tienen mil historias que contar, pero hoy vamos a centrarnos en cómo este establecimiento ha dado nombre a dos clásicos de nuestra ciudad. A mediados del siglo XIX, se instauró un cuartel de Milicia Urbana en Sevilla muy cerca de allí. Todos los días, el oficial mandaba a su asistente a la misma hora para traerle un buen vaso de vino de El Rinconcillo. Así lo hacía el pobre joven y el oficial le tenía alto estima. Sin embargo, el pobre chico, a pesar de su paciencia día tras día, acabó mal parado. Y es que como sabrá todo aquel que viva en Sevilla, hay determinadas épocas del año en las que las moscas se convierten en tus peores enemigas si quieres estar en una terraza tomando algo. Y sí, como intuiréis, una mosca cayó al vaso de vino del oficial y el pobre asistente se lo entregó sin darse cuenta de la pequeña huésped. Tras recibir una gran reprimenda, el joven volvió al día siguiente a por el vaso de vino diario. Tras contarle todo al dueño del bar, este cortó una loncha de jamón y la colocó encima del vaso, diciéndole al chico: «ya puedes llevarle el tinto al coronel con la tapa que le he puesto».
Dos siglos después, y como no podía ser de otra forma, esta anécdota hizo mella en la historia del bar, plasmándose incluso en la carta. Así, si vas a El Rinconcillo, puedes pedir un «coronel» si quieres disfrutar de un buen vino. Sin embargo, fue esa loncha de jamón en el vaso la que dio nombre a una de las maravillas de nuestra tierra: la tapa. Porque, ¿qué andaluz no sale de viaje y está deseando encontrar un bar que las ponga? Y sí, incluso en bares de la otra punta del mundo podemos encontrar «bares de tapas». ¿Quién le diría a los dueños de El Quinto Pino o La Boquería en Nueva York, que sus «tapas» deben su nombre a una mosca que salió de El Rinconcillo?
Fuentes:
Greagh, J.F., (2020) Esto no estaba en mi libro de historia de Sevilla, Sevilla, España. Almuzara.
Roule, A. (2021), 9 bares donde tomar tapas en Nueva York, nuestros favoritos. Auténtico Nueva York. https://autenticonuevayork.com/blog-ny/bares-donde-tomar-tapas-en-nueva-york