Clara Mellado PeñaA través de los jardines y parques de Sevilla se podría hacer perfectamente un recorrido por los espacios ajardinados de la ciudad y, por consecuente, por la historia de la ciudad sevillana.
Los jardines reflejan la larga historia de la ciudad, desde la herencia hispanomusulmana hasta el legado propiciado de la Exposición Universal de 1992. Estos representan – a través del arte y la naturaleza en conjunción – las distintas culturas y etapas históricas por las que la ciudad ha pasado.
Los jardines son creaciones arquitectónicas con un propósito premeditado: transmitir una idea, generar sentimientos. Es arquitectura viva, ya que su material principal es vegetal: crece, se desarrolla, muere, se renueva. Siempre es distinto, pero a la vez nunca abandona sus raíces iniciales. En otras palabras, en los jardines confluyen arte y naturaleza, fundiéndose el uno en el otro, confundiéndose, sin posibilidad en ocasiones de apreciar los limites entre uno y otro.
Los primeros espacios ajardinados
Los antecedentes mas lejanos se encuentran en las viviendas de época romana, casas organizadas en torno a un patio central que poseían jardines con albercas en su mayoría.
Actualmente los jardines más antiguos que se conservan en Sevilla proceden del periodo hispanomusulmán. El Patio de los Naranjos de El Salvador, el Patio de los Naranjos de la Catedral y algunos de los jardines del Alcázar.
De los jardines creados por los almohades en el siglo XII conservamos el Patio de los Naranjos de la Catedral, donde se realizaban las abluciones y dos jardines que formaban parte de “Al-Qsar al Muwarak”: el Patio de Yeso y el Jardín de la antigua Casa de Contratación.
Cernuda desde el exilio escribiría sobre estos espacios ajardinados:
Hay destinos humanos ligados con un lugar o con un paisaje. Allí en aquel jardín, sentado al borde de una fuente, soñaste un día la vida como embeleso inagotable. La amplitud del cielo te acuciaba a la acción; el alentar de las flores, las hojas y las aguas, a gozar sin remordimientos.
Más tarde habrías de comprender que ni la acción ni el goce podrías vivirlos con la perfección que tenían en tus sueños al borde de la fuente. Y el día que comprendiste esa triste verdad, aunque estabas lejos y en tierra extraña, deseaste volver a aquel jardín y sentarte de nuevo al borde de la fuente, para soñar otra vez la juventud pasada.
Tras la conquista de Sevilla en 1248 por Fernando III, los cristianos se encuentran un paisaje desolador, destruido, que en nada recuerda a su esplendor arabigoandaluz. Aunque el Alcázar se encontraba semi destruido se convertirá en la residencia de los reyes cristianos.
Por otro lado, se construyo allá por 1383, un paseo arbolado, el Patín de las Damas, en la actual zona de la Barqueta. Con las finalidad de proteger a la ciudad de las crecidas del río Guadalquivir.
Jardines renacentistas
Durante los siglos XV y XVI se edifican casas palacios con amplios jardines y patios, tales como el Palacio de Dueñas y la Casa de Pilatos. Por otro lado, en 1574 se crea el paseo publico más antiguo de Sevilla: la Alameda de Hércules.
Los jardines renacentistas creados en este siglo, se ampliaran y se terminaran en el siglo XVII, durante los reinados de Felipe III y Felipe IV. De esta época conservamos, por tanto, el Jardín de las Damas, el Jardín de Carlos V y el del Laberinto.
Se hace imposible recoger en una sola entrada toda la historia de Sevilla a través de los jardines y parques, así que ¿Quién sabe? Es posible que nos volvamos a ver.
Clara Mellado Peña
Hola, soy Clara Mellado! Estudiante de Humanidades en la UPO. Apasionada del arte y la historia, siempre me parecerá un buen plan investigar sobre ellas.