La historia de Sevilla a través de sus lugares olvidados

“En Sevilla y en el margen del Guadalquivir que conduce al convento de San Jerónimo, hay, cerca del agua, una especie de remanso que fertiliza un valle en miniatura formado por el corte natural de la rivera que en aquel lugar es bien alta y forma un rápido declive.”

Así describía el famoso poeta Bécquer este lugar de encuentro y recreo cercano al Guadalquivir, conocido como “el Blanquillo” o “Patín de las damas”. Este lugar se encontraba en la actual zona de la Barqueta, debido a su disposición, siempre fue un lugar muy maltratado por las incesantes crecidas del rio, ya que era el punto mas exterior del meandro que se iniciaba en San Jerónimo, además de coincidir con su antiguo cauce.

Se podría decir que la historia de la ciudad ha transcurrido marcada por las crecidas que, con una regularidad irritantemente, inundaban la ciudad año tras año. La muralla almohade sirvió muchas veces de muro de contención lo que no siempre daba resultado. En casos así, la implacable fuerza del río derribaba cualquier obstáculo y entraba en la ciudad como una tromba. Solo con la construcción de la dársena y el desvío y el soterramiento de los arroyos Tamargillo y Tagarete se pudo controlar la fuerza del Guadalquivir.

¿Qué era el “Patín de las Damas”?

Era un espacio elevado de la muralla. En este lugar y con motivo de las obras de defensa que se realizaron en el último cuarto del siglo XVIII, se formó una especie de paseo que estaba bordeado por un muro donde se establecieron algunos bancos. Fue el primer paseo llamado de las Delicias. Años más tarde este nombre lo tomó el Almaciguero creado por el Asistente Arjona que se ha denominado hasta nuestros días Paseo de las Delicias.

Este espacio constituiría un espacio de recreo para la ciudadanía sevillana. El sitio del Patín solucionó de forma definitiva el peligro de colapso de la muralla, aunque como sabemos, las riadas siguieron hasta hace poco menos de 60 años. Sin embargo, poco se pudo disfrutar del lugar ya que en 1855 se aprobó la construcción de la primera estación de ferrocarril de Sevilla en Plaza de Armas. Estas obras liquidaron el viejo barrio de Los Humeros, y las vías, que corrían paralelas a la muralla en dirección norte, cambiaron para siempre el entorno de esa parte a extramuros de Sevilla. La puerta de la Almenilla fue la primera en caer víctima de las obras en 1858, y con ella el Patín de las Damas que, según era costumbre, se llenaba de gente en las cálidas noches de verano de Sevilla para pasar las veladas en plena diversión sintiendo el frescor del cercano río. El terreno que ocupaban quedó expedito para trazar la calle Torneo, que correría paralela a las vías del ferrocarril hasta su traslado a la nueva estación de Santa Justa en el 92.

Bibliografía:

GARMENDIA, José Manuel. “El Patín de las Damas: Un lugar olvidado”. Laboratorio de Arte 1 (1988)

GARMENDIA, José Manuel. «En torno al extramuros de Sevilla: El plano de 1836». Laboratorio de Arte 12 (1999) 345 – 354

RUIZ JIMENEZ, Juan. «Bailes estivales en El Blanquillo o Patín de las damas», Paisajes Sonoros Históricos, 2016. ISSN: 2603-686X. http://www.historicalsoundscapes.com/evento/528/sevilla/es.