Todos conocemos el Parque Nacional de Doñana, uno de los espacios protegidos más importantes de Europa. Pero, ¿cuáles son algunas de las curiosidades e historias que alberga este parque?

Es bien sabido que el Parque Nacional de Doñana, ubicado en la desembocadura del río Guadalquivir, entre las provincias andaluzas de Sevilla, Cádiz y Huelva, es uno de los espacios protegidos más bonitos e importantes de Europa. Lo que hace que este parque nacional sea tan especial es que en un solo día se pueden ver ecosistemas muy diferentes: marismas, lagunas, pinares, aloes vera, dunas móviles, acantilados, 30 kilómetros de playas, etc.

Doñana es sin duda el espacio natural con mayor biodiversidad de Europa, en particular las especies de aves, que son las más importantes y numerosas. Su flora y la fauna son muy diversas, con muchas especies de plantas raras y en peligro de extinción, peces de agua dulce, anfibios, reptiles, mamíferos y más de 360 especies de aves, 127 de las cuales se reproducen regularmente en el parque. Se trata de un espectáculo natural que es diferente cada temporada. Doñana y sus ecosistemas proporcionan una diversidad biológica única: humedales, playas, dunas, montañas, bosques y lagos. En particular, las marismas, que ocupan unas 27.000 hectáreas, son de gran importancia como zona de tránsito, cría e invernada de miles de aves europeas y africanas.

Fuente: La tundra

Una de las cosas más destacadas de este parque, es su arrozal. Pero, ¿cómo comienza esto? A principios del siglo XX, llegaron unas compañías extranjeras a quienes se les cede, durante un tiempo, la Isla Mayor con el objetivo de poder cultivar ahí. El arrozal comienza gracias a estas compañías, y es algo que impulsa el gobierno español, incluso en aquel momento coincide con la dictadura de Primo de Rivera, lo cual atrae mucho dinero y capitales extranjeros para modernizar el país: minas, ferrocarril, la propia isla, el arroz… Por tanto, las compañías empiezan a cultivar arroz en toda la isla, y al mismo tiempo, se quedan a vivir en un poblado llamado “Colina”, en el cual se establece un poblado llamado “El de los mandos”. Los trabajadores empiezan a transformar aquello; hacen los canales, cultivan el arroz, etc.

Una vez pasada la Guerra Civil, cambia la dinámica y Queipo de Llano, militar español, junto con Rafael Beca, industrial sevillano, reorganizan esto y se acaba cogiendo como un cultivo de interés nacional, que eran las intervenciones que hacía el colonialismo de Franco en algunos temas importantes. En este caso, fue para el tema del arroz, ya que se entendió como una necesidad para alimento nacional. Ellos, en vez de asentarse en el poblado ya creado, generan otro, el cual, se llamó en un principio “El puntal”, que fue el primero que se crea en la isla. El puntal era un lugar que ya estaba usado, ya que había asentamientos allí y durante mucho tiempo se llamó Villa Franco del Guadalquivir. Este pueblo era una pedanía de la puebla del río, ya que todo esto es término de la puebla del río, y empezó un proceso de segregación, de tal manera que ahora mismo es un municipio independiente llamado Isla Mayor.  Este pueblo tiene su término municipal, y es un pueblo que ha nacido de la mezcla, por una parte, de la gente que estaba ya trabajando allí, de todos aquellos que fueron llegando de todas las partes de España, y además, fue un sitio de acogida de presos y de represaliados. En un momento dado, empiezan a llegar valencianos por una intervención que hace el propio empresario que está dirigiendo todo. Comienzan a haber bastantes conflictos hasta que todos se reúnen en lo que se llamó El puntal y generan una identidad muy fuerte, una identidad que se ha ido construyendo a partir de los distintos conflictos que han sucedido. Por otra parte, la llegada de los valencianos, trae consigo las propias costumbres y fiestas de los mismos. Como, por ejemplo, una fiesta de los años 70, en la cual encontramos la fallera flamenca, la cual se quema.

 

Fuente: Archivo histórico municipal. Isla Mayor

Algunos de los conflictos más importantes que surgieron fueron: el arroz, aglutinar tanta población de sitios tan diversos y el cangrejo rojo, el cual vino como una especie exógena que se cargó todo el ecosistema de Doñana, y que, finalmente, lo trajeron a la isla donde la cual posee una industria de precocinado, la cual vende el cangrejo en diversas partes del mundo, e incluso han generado una gastronomía y una fiesta del cangrejo. Se trata de una especie de sitio muy dinámico y de acogida, de mestizaje. Tras esto, vino la mortandad de aves de Doñana y la prohibición de usar una serie de productos que dañaban a los pájaros, así como la penalización del arroz, lo cual fue un conflicto muy duro. Entre los cambios de la Unión Europea y el propio entendimiento de que hay que hacer otro tipo de cultivo, surgió la idea de hacer arroz integral, para el cual se usaron pesticidas permitidos por la Unión Europea. Se superó también la infección por lodo que llegó allí y que supuestamente había infectado todos sus productos. Ante esto, ellos respondieron con una serie de acciones demostrando que dichas infecciones no habían llegado y que sus productos estaban en perfecto estado.

Simbólicamente, de las cosas más importantes que tienen, es que hicieron una votación popular para elegir el nombre; es un experimento social que en menos de 100 años empezó siendo un sitio donde no vivía nadie, a ser una sociedad muy bien articulada y con muchas fortalezas.

Personal y desgraciadamente, nunca he podido visitar este parque. Aún así, la información que he adquirido y la búsqueda de imágenes para conocer un poco más el lugar y sus caminos, me han parecido enriquecedoras, y en cierta manera, me han transportado al lugar. A pesar de ello, creo que para poder entender mejor qué es el Parque Nacional de Doñana, así como su historia, es necesario visitarlo y disfrutar de su vegetación y fauna, así como de sus elementos físico-naturales, el recorrido, y sobre todo, de la experiencia. Por último, añadir que, tras leer tantas opiniones de algunas de las diferentes personas que han visitado el parque, ya sea con amigos, solos, con familiares o en pareja, y que después de eso, tanta gente se haya animado a ir de nuevo, hace que el lugar te brinde buenas vibraciones y que te haga pensar que vale la pena visitarlo, ya que hoy en día, el hecho de que el ser humano disfrute y se maraville de un parque natural, un jardín, etc., y que quiera volver a repetir la experiencia, es algo muy difícil de ver, y este parque ha conseguido exactamente esto: captar la atención y el interés de un espacio natural tan increíble como este.

¡Hola, soy Andrea Luquiño! Soy estudiante de Humanidades en la Universidad Pablo de Olavide. El arte es parte de mi vida, ¡así que estoy encantada de ser parte de esta revista!

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