Lola Wanceulen GarcíaEn el municipio de Ayamonte se halla uno de los asentamientos fenicios más occidentales. Según los expertos arqueólogos, los restos hallados poseen una antigüedad de aproximadamente 2800 años. De esta manera, se calcula que el viaje que los fenicios habrían hecho desde su territorio en la costa oriental del mar Mediterráneo ascendería a unos tres mil kilómetros hasta llegar a Ayamonte, es decir, se trataría de un desplazamiento de gran distancia.
En esas mismas fechas aproximadamente, los fenicios realizaron diversos desplazamientos desde su tierra de origen, la cual es el actual Líbano, para fundar colonias de carácter comercial a lo largo del Mediterráneo. Ayamonte fue uno de los lugares escogidos para instaurar una de estas colonias, pues se caracterizaba por su riqueza en materias primas y por su fácil acceso tanto para la navegación marítima como fluvial.
El yacimiento que se trata en este artículo de la necrópolis feinicia de la Hoya de los Rastros, en Ayamonte. Se caracteriza por abarcar doscientos metros cuadrados; sin embargo, el solar donde se encuentra posee una hectárea de extensión. Dentro del yacimiento, se han encontrado ya dos tumbas, aunque se sospecha que hay más vestigios.
Aunque en Portugal ya se habían dado indicios de que había podido haber presencia de población fenicia, este yacimiento en Ayamonte se caracteriza por su gran relevancia a la hora de ayudarnos a estudiar cómo fue el comportamiento de los fenicios en la Península Ibérica. Por ejemplo, se han encontrado ánforas que no fueron elaboradas en la propia península. Asimismo, en una de las tumbas se ha hallado a un hombre de unos cuarenta y cinco años, lo cual era una edad muy avanzada para lo que era la esperanza de vida habitual de aquella época. También, se demuestra que los colonos fenicios enterraban a sus muertos de una manera similar a como lo hacían en su tierra natal.
Además de todo esto, en las tumbas también se descubrió la presencia de seis escarabeos egipcios de entre los siglos VIII y VII a. C. Estos mismos se hallan en la actualidad en el Museo Provincial de Huelva. Estos llegaron a la Península Ibérica debido a las propias actividades comerciales de los fenicios, pues en esos años se realizaron muchos intercambios comerciales entre ambos debido al gran prestigio que poseía Egipto en la época.
Fuentes consultadas:
