Eva Jiménez JuradoOs damos la bienvenida, colorás y coloraos a esta nueva singladura de nuestro, y siempre vuestro, Patio Colorao.
Hoy, retomaremos la propuesta realizada por nuestro compañero Sergio Roldán durante su paso por este patio lleno de arte allá por 2021. Para ello, volvemos a trasladarnos a la Abadía del Sacromonte, una perla del Barroco enclavada en un barrio granadino lleno de encanto y leyendas que nos transportan a otros tiempos. La Abadía, también conocida como la Colegiata de San Cecilio, es un lugar relevante por su valor arquitectónico, pero también por su valor histórico y simbólico, ya que representa el triunfo de la Contrarreforma lo que la llevó a convertirse en el núcleo doctrinal de la ciudad.
Como ya hemos comentado, la Abadía del Sacromonte es una joya del Barroco que, aunque puede ser admirada por conformar un maravilloso complejo tanto artístico como cultural, no debemos olvidar que el fundamento de su existencia es su carácter religioso y será, precisamente, a esa religiosidad a la que nos referiremos en este pequeño artículo, presentando dos manifestaciones completamente diferentes de un mismo sentir religioso que sabe aglutinar tradición y modernidad.
Durante la Semana Santa granadina —declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional— el barrio del Sacromonte saca su religiosidad a la calle y sus vecinos se vuelcan en la procesión del Cristo del Consuelo —popularmente conocido como el Cristo de los Gitanos— y de María Santísima del Sacromonte. Ambas imágenes, la noche del Miércoles Santo, recorren las calles de la ciudad para llegar, ya de madrugada, hasta la Abadía del Sacromonte que los acoge entre sus históricos muros. Es todo un espectáculo, digno de ser admirado, el cariño que demuestra la comunidad gitana a su Cristo cuando este sube hasta el Sacromonte arropado entre hogueras y saetas que inundan la oscuridad de la noche. Esperemos que este año el fin de la pandemia permita a los granadinos expresar su fervor religioso de nuevo en la calle.
Sin embargo, la Abadía del Sacromonte no solo conserva entre sus paredes tradición e historia. La Fundación que lleva su nombre y la Fundación Mapfre han formalizado un convenio, a través del Arzobispado de Granada, por el que se ceden quince esculturas de gran formato y temática religiosa, para su instalación y visita pública dentro del recinto de la Abadía.
Las obras están firmadas por el artista salmantino Venancio Blanco, fallecido en febrero de 2018. Venancio Blanco es uno de los escultores españoles más importes del siglo XX. Miembro numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1977, obtuvo innumerables premios y galardones entre los que podemos destacar el Premio Nacional de Escultura o el nombramiento como Cavaliere nell Ordine del merito della Republicca italiana.
Entre las obras cedidas destacan un Calvario (250 x 170 x 40 cm), una Última Cena (135 x 350 x 118 cm) con todos los apóstoles, una Piedad (112 x 144 x 76,5 cm), o las esculturas impresionantes de santa Teresa y san Juan de la Cruz. Se trata de esculturas de bronce fundido, con una expresividad intensa y dramática que abordan la iconografía cristiana tradicional de un modo diferente e innovador.
La contemplación de estas esculturas se convierte, por su contraste con el resto de la estética imperante en el lugar, en un aliciente más para visitar este espacio lleno de encanto, historia y, a partir de ahora, también de modernidad.
Fuente: http://www2.ual.es/ideimand/abadia-del-sacromonte-colegiata-de-san-cecilio/
Fuente: https://abadiasacromonte.org/
