Francisco Doblado RomeroEste Lunes Santo tan esperado por los cofrades sevillanos se vio ligeramente aguado después de dos años seguidos sin procesiones de Semana Santa en la ciudad debido a la pandemia. Las precipitaciones, que han llevado a varias cofradías a tener que resguardarse en otros templos e incluso a dejar por inconclusa su carrera oficial, han sido tomadas por algunas cofradías como un obstáculo a superar, como ha sido el caso de la Hermandad de Santa Genoveva.
Estos fieles del barrio del Tiro de Línea, en lugar de echarse atrás un tercer año consecutivo, tomaron una alternativa que se sale de los esquemas habituales. Al empezar a llover en mitad del recorrido, los hermanos cubrieron la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo con un capote impermeable para proteger la talla de las inclemencias del tiempo.
De esta guisa terminó la hermandad por continuar la procesión de la talla de José Paz Vélez, elaborada entre 1956 y 1957 en madera de pino y de cuerpo entero y restaurada en 1986 por el propio imaginero, con un cuerpo de cedro completamente anatomizado de 1.83 metros de altura. Del mismo modo, el palio de esta hermandad tampoco quedó del todo desamparada ante las inclemencias del tiempo, pues el manto de su Virgen, Nuestra Señora de las Mercedes Coronada, también fue cubierto con un plástico, tal y como muestran las imágenes de Pasión de Sevilla:
Parece ser que esta resolución no apareció en exclusiva en la Semana Santa sevillana, sino que la Cofradía del Nazareno del Amor, esta vez en Cádiz, también se ha vestido de esa guisa. En el mismo día, dos cofradías se negaron a aceptar un cuarto año más sin procesiones de Semana Santa, siendo especialmente significativo este acto para la hermandad gaditana, puesto que la talla fue restaurada este mismo año, según La Voz de Cádiz. No obstante, estas resoluciones no han sido lo suficientemente eficaces para proteger completamente a los pasos.
La Semana Santa ya ha pasado, pero como todos lo años no todas las cofradías han salido indemnes ante las lluvias, entre otros motivos por la fragilidad de materiales como el pan de oro que adorna muchas de las estructuras. Es por ello que sería interesante que las diversas hermandades que pueblan Andalucía planteasen métodos de contingencia para las inclemencias del tiempo, que vienen siendo la tendencia desde hace ya muchos años, y considerando el avance tecnológico en materias resistentes al agua, es posible conseguir una Semana Santa que no acabe en un jarro de agua fría sobre la cabeza de los cofrades por lluvias que se ven venir de lejos.
Referencias bibliográficas
