Francisco Doblado RomeroEn las últimas dos semanas la Sierra de Aracena y Picos de Aroche ha recibido una noticia de gran importancia. El pasado 12 de mayo, sus empresas turísticas obtuvieron el certificado Biosphere Sustainable. Esto ha tenido una gran repercusión para el sector turístico onubense, tal y como señala María Eugenia Limón, presidenta de la Diputación de Huelva.
La zona ya contaba con un patrimonio extremadamente viable para la explotación económica gracias a emplazamientos como la Gruta de las Maravillas, situada en el municipio de Aracena, o la Peña de Arias Montano en Alájar. Además, la gastronomía local supone un aliciente para el turismo especialmente interesante gracias al cerdo y a la abundancia de productos provenientes de la miel, las castañas y las setas, ofreciendo al público productos tan célebres como el Jamón Ibérico de Jabugo, las distintas preparaciones del gurumelo o el piñonate. Ahora se suma a esta oferta la posibilidad de ofrecer a los clientes un turismo respetuoso con el medio ambiente a través de esta iniciativa.
De esta manera, muchos establecimientos de la sierra se podrán unir a una tendencia al alza en todo el mundo y que se ha mencionado ya en este artículo: el turismo sostenible. Según la Organización Mundial del Turismo, las bases de un turismo que tenga el menor impacto posible en el medio ambiente se pueden definir en tres factores determinantes. En primer lugar, se han de optimizar los recursos medioambientales existentes, como pueden ser las dehesas cercanas a la Sierra de Aracena, de las que se obtiene el cerdo ibérico, la miel y la castaña, productos típicos de su gastronomía.
El segundo de estos factores es la comprensión de la cultura local y el respeto a su estilo de vida. En esta región está relacionada, entre otros aspectos, con actividades tradicionales del sector primario como la ganadería extensiva y la recolección de setas y frutos. En el sector secundario encontramos la extracción de la corteza de alcornoque y la elaboración de productos de corcho como actividad destacable, mientras que el sector terciario aprovecha estas actividades para poner a la venta productos serranos muy variados, como las chacinas o los licores.
Finalmente, el tercer factor determinante para tener un turismo verdaderamente sostenible es la redistribución de la riqueza. En el caso de esta zona, la mayoría de los establecimientos pertenecen a pequeñas empresas o a negocios familiares, lo que ayuda de forma considerable a que el dinero ganado a través del turismo llegue a la población local.
Este pequeño sello dice mucho de los negocios que lo portan y podría se un gran aporte para la economía onubense. En una sociedad cada vez más preocupada por el medio ambiente, la presencia de una garantía de sostenibilidad solo puede ser una buena noticia tanto para el cliente como para el establecimiento.
Referencias bibliográficas:
